Capitulo XV

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Con una sonrisa y una última y cuidadosa pasada de la toalla, Jonghyun finalmente sonrió apreciando el brillo de su obra de arte.

De algo que era solo de él.

Su verdadero bebé, su hermoso y brillante bebé.

Su Lamborghini Huracán Blanco.

Sintió ganas de llorar cuando observó su increíble resultado después de un arduo trabajo lavando su auto, aún recuerda cuanto tuvo que esforzarse para poder pagarlo durante dos años. Ahora era su posesión de más orgullo. ¿Quien decía que el dinero no compraba la felicidad?

Ese auto era la razón por la que se levantaba todos los días de la cama y trabajaba tan dedicadamente. Aunque claro nunca iba a decirlo en voz alta, especialmente frente a su marido, ya que por alguna extraña (y a su parecer perturbadora) razón a Kibum no le caía bien su auto, y decía perturbadora porque hay que estar muy perturbado para odiar su precioso Lamborghini, es decir, el auto inspiraba fascinación con solo verlo.

Y justo antes de depositar un beso en la brillante ventana del amor de su vida. Una voz aterradora se escuchó a su espalda.

-Lo vas besar otra vez, ¿Es en serio?-

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jonghyun y se volteo rápido para mirar a su esposo, quien lo veía ligeramente irritado.

-Claro que no, solo...- tosió nervioso, buscando una respuesta. Sin embargo, su voz inconscientemente se agudizó -Estaba quitando una mancha - rápidamente con su aliento empañó una área de la ventana y quitó una mancha inexistente con su antebrazo -Reluciente ¿Ves?-

Kibum rodó los ojos, a veces (todo el tiempo) deseaba que le cayera encima un piano volador al jodido auto de Jonghyun. Si incluso el maldito se iba al trabajo en transporte público con la excusa de que no le pasara nada a su "Oh, tan preciado" auto. Pero, a pesar de aquello, había aprendido a lidiar con el jodido pedazo de metal, ya no le molestaba tanto que su marido pareciera querer más a su auto que a sus propios hijos, al menos, no como antes. Eso no quita el hecho de que aún quisiera que le cayera un piano del cielo.

-Necesito que me ayudes a instalar un seguro para niños en la puerta trasera- finalmente cambió de tema no queriendo discutir, y enseñó a su esposo el destornillador que traía en manos -Ya van tres veces que Yesung se escapa al patio a escondidas- agregó.

Jonghyun hizo un puchero. Él sabía perfectamente que el "necesito que me ayudes" era en realidad un "hazlo tú, mientras yo miro" y él estaba ocupado pasando tiempo de calidad con su hijo mayor. Pero cuando intentó reclamar, Kibum lo miró con unos ojos agudos haciendo que se retractara inmediatamente.

-Es-esta bien, cariño- dió una última mirada apenada al coche, como si quisiera disculparse y sin más siguió al menor dentro de la casa.





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El pequeño Yesung se encontraba sentado en el suelo del pasillo principal, aquel que conectaba a la puerta de salida.

Su papi Bum le acababa de regalar unos crayones nuevos y estaba probándolos en algunas hojas de papel. Sus mejillas estaban algo sucias de colores así como sus manos y su camiseta, pero eso no representaba ningún problema para él, aunque presentía que su papi podría enojarse por ello.

Estaba dibujando su mejor representación de un insecto para luego regalárselo a su tío Taemin, cuando de repente una sombra se atravesó en su camino, dificultándole ver lo que hacía.

Miró hacia arriba con el ceño fruncido.

Desde arriba y con Teddy entre sus brazos, Jia miró a su hermano con una sonrisa.

Living With Children [Jongkey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora