Living With Children [Jongkey]

Capitulo X

-Papi, ¿Puedo tener novio?-

La voz infantil se escuchó a través del jardín.

Kibum dejó de leer el libro que tenía en sus manos y miró a su hija por sobre sus lentes, mirándola curioso.

La niña tenía a su oso Teddy en la mano y lo miraba expectante.

-¿Sabes lo que es un novio?-

Jia hizo un puchero inconforme con la pregunta, odiaba que sus padres la trataran de tonta.

-Si-

Kibum suspiró apartando el libro colocandolo en la pequeña mesa de patio que yacía a su lado para luego retirar sus gafas con cuidado, dirigiéndose a la infante una vez más.

-Cariño, a penas tienes siete años, ¿Para que querrías...- pero entonces calló abruptamente, una idea fugaz pasándole por la cabeza -Mmm... Pensándolo mejor, ¿Por que no le preguntas a tu Appa?-

La niña lo miró incrédula, ¿Eso no sería una perdida de tiempo?

-Pero cada vez que le pregunto algo, él siempre me dice que le pregunte a usted- dijo aún sabiendo que su progenitor menor sabía este hecho.

-Estoy seguro que ahora será diferente, ve y preguntale-

La niña asintió algo dubitativa, era la primera vez que su papi Bum le decía que debía pedir permiso a su otro padre, realmente en el mundo se ve cada cosa. Pero emprendió dirección a donde se encontraba este de todos modos, aún sosteniendo a su osito de peluche.

Mientras que Kibum, una vez vio a la niña desaparecer dentro la casa, volvió a tomar su libro, con una pequeña sonrisa en sus labios.

Esa era una buena oportunidad para que Jonghyun demostrara si podía ser un padre responsable.

-*-

-Appa ¿Puedo tener novio?-

Jonghyun asintió aún mascando su cereal con leche mientras veía Inuyasha.

-Claro nena, todo lo que quieras es tuyo- dijo concentrado en la caricatura.

Jia abrió los ojos contenta abrazando a su peluche con fuerza, por un principio creyó que sus padres iban a negarse pero acababa de confirmar que tenía a los mejores padres del mundo.

Ahora que tenía el permiso, sólo debía conseguirse un novio, fácil.

Con eso en mente, volvió sus pasos para salir de la habitación.

Jonghyun que seguía concentrado en la TV, de repente sintió un extraño escalofrío, como si algo no estuviera bien.

De momento ya su serie no parecía estar captando su atención y su cuchara con cereal quedó en el aire cuando analizó el porque de su repentino malestar.

Su hija... ¿Había pronunciado esa palabra?

¡¿HABIA DICHO LA PALABRA PROHIBIDA?!

-Espera un momento...- dijo a la chica que apenas había tomado el pomo de la puerta para salir de allí. La pequeña se volteó al ver que su padre se dirigía a ella -¿Cual fue tu pregunta?-

-Que si puedo tener...-

-¡No lo repitas!- la pequeña saltó en su lugar impresionada por el repentino grito de su padre, siendo que este casi nunca le había alzado la voz, solo lo había hecho una vez cuando se comió sus galletas de chocolate sin su permiso -La respuesta es ¡No!-

La infante frunció el ceño ante esto.

-Pero ya había dicho que sí- pataleó en el piso -¿Por qué no puedo?-

-Porque yo lo digo, no tendrás de esas cosas hasta que cumplas 30 y fin del asunto-

-¡Pero Appa!-

-Fin del asunto, Jia-

-¡Usted es un mentiroso!-

-¡Jia...-

Pero la pequeña no lo dejó terminar y se fue rápido de aquella habitación, escuchándose sus sollozos a través del pasillo.

Jonghyun tuvo la sensación involuntaria de ir detrás de ella y decirle que la amaba y que le perdonara por gritarle, después de todo era tan solo una niña que de seguro no sabía muy bien lo que decía.

Pero no, él definitivamente no permitiría que su hija tuviera una de esas abominaciones por durante mucho tiempo.

Aunque no dejaba de sentirse incómodo por haberle gritado a su pequeña.

Así que supuso que lo mejor sería ir a desahogarse con su psicólogo.

-*-

-Bummie-

Kibum levantó la vista de su libro una vez más, encontrándose con los ojitos de cachorro de su esposo que lo miraban angustiado.

De nueva cuenta retiró sus lentes de su rostro y dedicó su atención al mayor.

-¿Que tienes cariño?-

Jonghyun hizo un puchero antes de acercarse al menor y arrodillarse frente a él, colocando su cabeza en el regazo del contrario.

-Nuestra hija se volvió loca-

Kibum dejó escapar una sonrisa tierna y actuando como si no supiera nada, empezó a acariciar el cuero cabelludo de la persona que se apoyaba en él.

-¿Por que lo dices?-

Jonghyun se quejó en voz baja.

-Mencionó esa palabra y me hizo una pregunta absurda- dijo como si la niña hubiera cometido el delito más grande del mundo.

-¿Ah si?-

Jonghyun solo asintió escondiendo la cabeza entre la panza del menor y enrollando su cintura con sus brazos mientras Kibum lo mimaba como si fuera un nene pequeño.

-Creo que ya no me gusta ser padre- confesó en un susurro -Se siente feo cuando los haces llorar-

Kibum detuvo sus movimientos un momento, para luego tomar el mentón del mayor y alzarlo hasta conectar sus miradas.

-Jong, no puedes ser siempre condescendiente con ellos, es tu hija, a veces tienes que ser estricto con ella por su bien, eso es parte de ser un buen padre ¿Si?- El mencionado lo veía atentamente, así que aprovechó para conectar sus labios en un suave roce dejando a Jonghyun ligeramente sorprendido -Si finalmente accedí a tener hijos contigo es porque sabía que ya estabas listo para ser padre ¿O acaso tomé una mala decision?- susurró sobre sus labios.

Jonghyun negó embobado, sintiendo como un pequeño peso se liberaba de sus hombros y como la confianza en sí mismo había aumentado un poco.

Kibum tenía razón.

Siempre la tenía.

Tomando al menor de sorpresa, colocó la palma de su mano en la nuca de este y lo jaló hacia sí mismo, conectando sus labios nuevamente, solo que esta vez con más entusiasmo y vehemencia.

Siempre funcionaba hablar con su psicólogo.