PODER EN LO PROFUNDO

Capítulo 5. Nostálgica

Ya que mis intentos para cocinar fallaron y mi estomago rugía como un huracán me vi obligada a comer fuera, estoy segura que por aquí podría haber algún lugar donde hubiera desayunos a esta hora y me serviría para poder conocer mejor el área. Me fijé en el mapa que me habían dado pero no me sirvió de nada ya que estaba hecho a mano y no entendía esa letra de patas de araña.

Lo mejor sería vagar por ahí y encontrar un buen lugar. Así que tomé mi bolsa/mochila y metí mi cartera y listo, vámonos. Salí del edificio principal para poder llegar a la calle. No estaba del todo segura con esta nueva vida, pero estaba segura de que tenía que disfrutarla, algo bueno saldría de esto ¿no?

Resulto, que si encontré un lugar y efectivamente estaba abierto. Logré ordenar jugo de naranja y huevos estrellados. Incluso yo me sorprendí de como llegué hasta aquí sin ninguna dificultad. Definitivamente volvería a este lugar, la comida estuvo deliciosa y a tiempo, alcanzaría sin duda llegar a tiempo a mi trabajo.

Después de que desayuné, emprendí mi viaje hacia donde había deseado nunca haber tenido que venir: el trabajo. Cuando entré, el olor de café dulce, casi empalagoso empapaba el ambiente. Y esos mismos ojos cansados una vez mas dirigieron su atención hacia mi.

—Buenos días...— Logré decir antes de que me interrumpiera.

—Ve atrás y espera al doctor Byrne, el te dirá que hacer— Me dijo.

—Esta bien— Dije y obedientemente me adentré en la clínica a encontrar "atrás"

Resulta que atrás era el consultorio del doctor, donde empezaría mi labor. Este consultorio era el que más trabajo tenía por la mañana ya que en la tarde daba consultas el siguiente doctor y por lo tanto yo tenía que hacer limpieza y pasar mas tiempo con algunos pacientes que se encontraban temporalmente hospedados en la clínica. Entonces mi trabajo ahora se trataba, que, de 7:30 a 12:00 ayudaba con el orden de las consultas y la agenda del doctor, además de estar pendiente con los pacientes que estaban hospedados. De 12:00 a 12:30 tenía un descanso que utilizaba para salir corriendo y comer en el mismo lugar que había encontrado la otra vez, se llamaba Mary's y era de una señora de unos 40 años que usaba las recetas que su madre le daba para darle esa chispa hogareña a su restaurante. Y de 12:30 a 1:00 tenía que hacer la limpieza y estar totalmente pendiente de los pacientes, no eran muchos, seis máximo. Pero a mi me gustaba la idea de hablar con ellos y conocernos mas para que no estuvieran tan tristes de no poder salir. Así, fue la misma rutina por dos días mas. El tercero recibí una extraña visita del señor cartero, me dio un paquete lleno de cinta adhesiva. ¿Serán mis abejitas?

Terminé de abrirlo y me encontré con una caja y seis cartas la primera era de Jas y decía:

Hola bebé gomita.

Se que pude haber mandado un mensaje de texto pero así es mas divertido, y se queda en suspenso así que aquí está. La verdad es que no podré ir en mínimo un año pequeña, ni yo, ni Ethan. Pero desde aquí te enviamos todo nuestro apoyo y todos nuestros dulces, bueno, casi todos. Y cuídate mucho, no le hagas caso a Ethan y sal y diviértete, conoce chicos, pero guárdame uno que otro para cuando vaya. Trataré de visitarte, pero sabes que el loco de nuestro jefe me quiere tener aquí encerrada todo el año, porque según el conmigo las ventas suben, pero yo se que el es malvado y solo quiere separarme de ti :-( 
Bueno en fin, Me puse de acuerdo con las abejitas para que te escribieran cartas y mandaran besos y todo eso. Espero te guste nuestro regalo y en cuanto lo recibas quiero que nos llames, decidí quedarme en el orfanato por el fin de semana para apoyar emocionalmente a los chiquillos. Bueno aquí Jas reportándose... cambio.

Adiós Quinn, que no se te olvide llamarnos.

Bye.