Capítulo 14

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-¿Cómo que ahora qué?-

-Pues que harás ahora-

-No sé, ¿por qué preguntas?-

-No pues por nada-

-Aaaa- Esto era incómodo -¿y qué haces en mi casa? ¿Planeabas comerte mi aguacate? ¿O mi perrito?-

-Que yo soy el perro-

-A, si es cierto verdad...-

Después de esa extraña platica con el técnicamente se esfumó, lo digo porque así pasó. De repente me recordó lo de la curiosidad y todo eso y puff...

Al dia siguiente me levanté temprano y no pude evitar hacer algo para Jenna, estaba segura de que a ella también la habían transferido y venía de otra ciudad. Me levanté más temprano de lo usual para poder darle los toques finales a su regalo, iba a ser una canasta con dulces y confeti de tiritas con un enorme moño en la parte de arriba, no sabía lo que le gustaba así que compré de todos los dulces mas dulces que encontré y los puse en una linda canasta, además de que le llevaría el desayuno, más bien un postre.

-¡Buenos días!- Escuché su alegre y aguda bienvenida mientras entraba por la puerta de atrás por primera vez en todo lo que eh trabajado aquí. Era para sorprenderla pero tal parece que tiene el sentido de la audición super desarrollado.

-Buenos días- Le dije de regreso con una sonrisa mientras ella me recordaba a un chihuahua con su sonrisa y su cara y su actuar y todo, hasta puedo jurar que la vi temblar de emoción -Te traje algo- Le dije mientras le señalaba con las dos manos su regalo y la bolsa en la que traía el postre (Que por cierto yo hice)

-¡Enserio! ¡No debías de molestarte! ¡Muchas gracias!- Me dijo mientras que como pudo me dio un abrazo.

-No es nada, además esto también sirve para empezar una linda amistad ¿o no?- Le dije con la intención de que captara que quisiera que fuera mi amiga pero al parecer no lo hizo y solo lo dejé pasar -En fin, espero que te gusten los dulces-

-¿Dulces? De hecho no soy muy fan de ellos. Mi mamá murió de diabetes hace unos meses y desde entonces no eh probado ni uno- Dijo aún con una sonrisa.

-Lo lamento, pero nunca es mal momento para retomar viejos y malos hábitos como lo es comer dulces, o al menos eso es lo que pienso- Le dije tratando de que nada de esto se pusiera sentimental o algo de eso.

-No importa ya, pero tienes razón me gustaría probarlos otra vez aunque sea- Dijo -Pero la verdad es que si me pongo triste cuando veo a las familias por la calle y eso, así que si piensas ponerte a hablar de tu madre o familia mejor no me eches en cara lo felices que son...-

-De hecho no tengo mamá o papá, bueno aclaro que tengo pero nunca estuvieron conmigo. Bueno al menos no de sangre- Me sinceré con ella, en este momento percibí que no necesitaba de todo ese tipo de cosas como que "estará bien" o "que todo iba a mejorar" así que decidí que no quería arruinar su día con esto -Fui huérfana a lo que familiares de sangre se trata. Sin embargo encontré a mi propia familia en el orfanato, y no les tengo rencor a mis padres ellos me permitieron conocer a mis abejitas y a mis hermanos, sin embargo si algún día llegara a encontrármelos jamás los trataría como si fueran mis padres de toda la vida, digo, ¿es lógico o no?-

-Claro que lo es, yo... lo siento. Es solo que todavía me duele...- Dijo mientras arrugaba su camiseta con la mano y se veía que estaba a punto del llanto -lamento haberte hablado así, la verdad es que aún siento como si hubiera sido ayer y pues suelo desquitarme con la primera persona que veo- Dijo mientras drásticamente su humor cambiaba con una rapidez increíble al que era antes: Con una enorme sonrisa con sus característicos hoyuelos que de seguro encantaban a más de uno.

Después de todo lo que el trabajo conllevaba me fui a mi casa decidida a empezar todo de nuevo, un día más, una nueva aventura (ok no).

Y así pasaron días, meses, casi un año (Si, se que me salto de mucho pero no me culpen, ustedes también quieren llegar a la parte interesante...) Un año en el que visité un par de veces a mis abejitas y mis amigos, y no es por nada pero ya casi llegan!!, la relación con Jenna iba cuesta abajo, parece que no se llevar una buena relación amistosa en el trabajo por alguna razón. Y con Pennywise... Pues digamos que nuestra relación va cada vez mejor... No me a vuelto a mostrar su verdadera forma aunque ya la hubiera visto y le dijera mil veces que con esa altura se ganaría a quien fuera...

¡Hoy era el día en el que Ethan y Jasmine llegaban aquí! El día anterior estaba tan emocionada que casi vomito y hoy estoy que me desmayo... Si no es que ya lo hice y estoy alucinando. Justo ahora los estoy esperando en la estación con un enorme vaso de una bebida de la que me enamoré para cada uno.

Esperé...

Y esperé...

Y esperé...

-¡Alice!- Escuché antes de sentir una horrible tacleada en mi costilla derecha.

-¡Dios! ¡¿Qué les pasa!? ¡¿Acaso están locos?! ¡Casi me sacan todo el aire!- Les dije en forma de reproche.

-Lo siento, eh estado practicando futbol americano...- Dijo Ethan mientras me regalaba una de sus pocas pero igualmente hermosas sonrisas apenadas.

-Esta bien- Le dije mientras le daba otro abrazo -Y señor doctor... ¿Qué tal le ha ido en la escuela de medicina? Y Jasmine ¿Cómo va todo con los chicos?- Le dije mientras movía mis cejas de arriba a abajo.

-Pues... Aún no a llegado el indicado- Me dijo Jas levantando sus hombros.

-Y yo... Pues bien, si bien- Me dijo Ethan con una mueca de indiferencia.

-¿Y eso? ¿No que el sueño dorado?-

-No, nada de eso. Solo que estoy de vacaciones y no quiero saber nada de la escuela- Dijo el

-Demasiados exámenes- Me dijo Jas.

-Ni te lo imaginas- Le siguió Ethan.

-¿Y tu? ¿Qué con los chicos?-

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