PODER EN LO PROFUNDO

Capítulo 15

-La verdad es que conocí a alguno por ahí...- Le dije. 

No puedo creer que contara a Pennywise como un conocido, básicamente lo había visto una vez en toda mi vida

-¡¿En serio!? ¡Tienes que presentármelo! ¡Quiero saber quien es mi cuñado! ¡Porfavoooor!- Me dijo Jas exaltada.

-¿Qué? ¡No! Ni loca, además de que es solo un amigo- Les aclaré y Jas me miró con cara de "es enserio" -Y además... está de viaje- Mentí.

-Bueno pues cuando vuelva no te salvas- Me advirtió.

-Si, si. ¿Quieren que les enseñe la ciudad? Digo, hay bastantes lugares buenos aquí- Les dije con una sonrisa.

Después fuimos a NUESTRO departamento, así es, nuestro (por ahora, es solo que estoy emocionada), y dejé que se instalaran un poco para después llevarlos a comer a Mary's, mi restaurante favorito. Después de ponernos completamente al día en todos los aspectos, dimos una vuelta a la ciudad en la que misteriosamente volvió a salir el tema de los chicos y como ya lo había hecho volví a mentir... ¿Es tan malo mentir cuando se trata de algo egoísta? Supongo que lo es, y no debería de hacerlo... Pero ya lo hice.

Al final del día regresamos al departamento y decidimos de Ethan se quedaría unos días más para que cuando se vaya haya experimentado de todo. Cuando ya nos acostamos todos Jasmine de repente se puso a hablarnos.

-Chicos... ¿No creen que últimamente nos hemos distanciado? Deberíamos de hacer algo esta semana, de verdad me siento vacía sin ustedes, son mi familia después de todo... Solo, quiero que todo vuelva a ser como cuando éramos niños. Todo era tan fácil, nuestra mayor preocupación era que ese día hicieran algo malo de comer, y aún así todos los días había comida deliciosa gracias a Imelda. ¿Podemos?- Dijo ella preocupada mientras yo la escuchaba, pero por otro lado... Ethan estaba tan dormido que roncaba.

-Bueno... yo que si te escuché opino que podríamos hacer algo para recordar... pero ahora es tiempo de dormir, buenas noches- Dije y le di un beso en la frente para después voltearme y darle la espalda, pero no es mi culpa, así era como yo dormía.

A la mañana siguiente me levanté temprano y también me encargué de levantar a los otros dos y hacer el desayuno... Nah, mentira, yo no se ni como hacer un huevo. Jasmine se encargó del desayuno y Ethan solo durmió, estaba agotado seguramente.

Ese día fuimos al trabajo y a Jasmine la pusieron en el turno de la tarde, con el otro doctor. Básicamente hacia lo mismo que yo pero en diferentes turnos. Ese día recuerdo que llegó una señora como de unos treinta  cinco años en busca de un pequeño de ocho. Dijo que había desaparecido y que si no había llegado nadie, pero la verdad era que ese día era uno de los más despejados.

Con ese día de trabajo tan aburrido terminó el miércoles, mitad de semana. El día siguiente tuve una visita trágica en el consultorio, digo tuve porque mientras yo cubría a Jenna que había ido al baño llegó un señor que estaba cojeando con un pie  me preguntó que si estaba uno de los dos doctores, pero como no estaba me disculpé y se lo informe de una manera que a mi parecer fue amable, pero el señor se llenó de ira y trató de golpearme mientras me maldecía por hacer mal mi trabajo que en realidad ni si quiera era mi trabajo.

Cuando llegó seguridad el señor ya se había subido al mostrador como pudo con esa pierna mal herida y el alcohol hasta el tope, y estaba lanzando manotazos al aire tratando de atinarme pero yo ya me había movido de ahí, cuando seguridad trató de tomarlo por los brazos para bajarlo y luego tratar de tranquilizarlo, este solo los removió y se empezó a retorzer, causando que su pie se resbalara, cayera y su cabeza quedara encajada en un dado que extrañamente había en el piso, y así muriera por una tremenda contusión y a parte por desangre. 

El viernes empezó de maravilla con la noticia de que nuestro plan de poder dejar un poco de lado nuestras obligaciones se haría posible, pero decayó de nuevo en la tarde. En la tarde leí en las noticias que una niña acababa de desaparecer, una pequeña de apenas seis añitos. Entonces recordé que aquí, en este mundo, las cosas no son como uno las imagina, algunas pueden ser horribles. Decidí entonces que ayudaría a la madre de esa pequeña a al menos tratar de encontrarla. Esa tarde después del trabajo me excusé con los chicos que querían ir a cenar en familia con que tenía que visitar a la madre de la chiquilla para apoyarla en este momento.

Y así pasó, busqué la dirección por la ciudad (Obvio que con una que otra indicación) Y al final la encontré, toqué la puerta y esperé a que abrieran. Un minuto después abrió un chico de como dieciséis años con los ojos rojos e hinchados, estaba llorando.

-¿En qué la puedo ayudar?- Dijo con hostilidad. 

-Disculpa, ¿Está tu mamá?-

-No, ¿En qué puedo ayudarla?- Insistió.

-Pues ¿Es aquí la casa en dónde vive Ainla Waters?- Le pregunté por el nombre de su madre.

-Si, es mi madre. Pero eso ya lo sabía así que dígame de una vez que es lo que quiere- Notado como es que el chico me estaba echando porque quería estar solo, saqué un papel y en el apunté mi nombre y número.

-Ten, dáselo por mi ¿puedes?-

-Claro, adiós- Dijo y cerró la puerta.