Capítulo 13. ¿Y ahora qué?

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-Nop. Pero bueno ¿ya me puedo ir? Te recuerdo que tengo trabajo...-

-No, por algo vengo, asi que te quedas hasta que termine-

-Esta bien, pero que sea rápido-

-Bueno, primero que nada, créeme que no me comeré al perro. Segundo. Últimamente estarán pasando muchas cosas, y no quiero que a la primera cosa que veas sigas tus instintos y tu curiosidad te gane. Si ves cosas raras solo aléjate de ahí ¿entendido?-

-¿A qué viene todo esto?-

-Tu solo di que no lo harás-

-¿Ahora me dices que es lo mejor para mi? Me acercaré si lo veo conveniente y nadie me hará cambiar de opinión-

-¿A si? Bueno pues yo no me hago responsable por cualquier daño que tal vez le ocurra al perro-

-¿Me estás chantajeando enserio?-

-¿Por qué no? Tu no obedeces, yo tampoco-

-Esta bien pues, si veo algo "sospechoso" lo pensaré dos veces-

-Bueno pues... dicho esto me voy-

-Bye- Le dije mientras salía de aquella habitación.

Que loco. Ahora se quiere a poner a decirme que es lo que no debo de hacer. Probablemente no quiere que sepa algo, o talvez se preocupa por mi y no quiere que me ocurra nada... Nah, ¿a quién engaño? Se que no quiere que me entere de algo, y eso hace que mi curiosidad aumente, mal movimiento pennywise...

Después de que salí del trabajo, a las siete de la tarde. Cuando llegara tenía que ver a mi perrito porque creo que en la mañana no le di comida... No es cierto, claro que si le di, o eso creo. Cuando llegué, todo se veía y era normal, nada fuera de lo normal. Le quité el seguro a mi puerta con las llaves para poder entrar y comer un poco porque mi estomago ya estaba con que le gritaba a los siete vientos que no había comido desde hace unas ocho horas para después explotar.

Entre a casa y me dirigí a mi cocina para poder hacer algo... Pero no se cocinar así que me comí un aguacate, si, un aguacate con sal y limón. De hecho no está tan mal...

Pero después recordé al perrito que posiblemente no había alimentado desde la mañana así que salí corriendo dejando mi aguacate ahí en la mesa. Cuando llegué al pasillo noté una inusual presencia en el suelo. Era un payaso. 

¿Qué rayos?

¿Por qué un payaso estaría en mi casa, dormido en el suelo del pasillo? Se veía como que había tenido un largo día así que se la paso, en fin, tenía que encontrar a mi perrito y un payaso no me iba a detener así que pase por encima de el y busqué al perrito por el resto de la casa pero no lo encontré así que volví a la cocina para ver si estaba ahí pero en vez de encontrarme con el perrito me encontré con el payaso, que era en verdad muy alto, viendo mi aguacate muy concentrado, como si fuera a explotar en cualquier momento.

-¿Y tu quién eres- Le pregunté pero solo volteó a verme y me sonrió, pero al no recibir respuesta volví a hablar -¿Qué haces aquí? Esta es mi casa-

-Bueno pues, como ya me conoces me sentí con la confianza suficiente como para venir- Me dijo. Yo me quedé con cara seria tratando lo más que pude de recordarle de algún lugar pero no lo logré.

-Amm, si claro... Ya te recuerdo- Le dije tratando de convencerlo pero no hizo nada entonces confesé -No, no recuerdo haberte visto jamás en mi vida-

-Pues es porque nunca me habías visto-

-Entonces no te conozco, ¿por qué dices que si?-

-Porque es verdad, me conoces pero no me habías visto-

-¿Eres ese tipo con el que tenía llamadas pero nunca me mostró su rostro? Porque si eres tu déjame decirte que ya te superé desde que deje de hablarte- Le dije.

-No, no soy ese tipo-

-¿Entonces quién eres?-

-Pennywise-

-Aaaah, eso cambia las cosas- Dije para tirarle lo primero que me encontré a la vista. Una espátula -¿Dónde está mi perrito? ¡¿Te lo comiste?! ¡Era un muy lindo perrito! ¡¿Cómo pudiste!? ¡Debí de haberte golpeado cuando pude!- Le gritaba mientras le seguía tirando cosas mientras el intentaba de esquivarlas. Cuando me quedé sin cosas me saqué el zapato y se lo aventé al rostro.

-¡Oye! ¡Ya basta! ¡No me lo comí!- Me dijo cuando le aventé mi zapato y acerté.

-¿A no? ¿Entonces dónde está?-

-Era yo-

-¿Qué dices?-

-Si ¿recuerdas que te dije que podía ser lo que yo quisiera?- Sabiendo a lo que se refería me quedé callada pensando en todo -Y fue lo suficiente para saber que me mentiste y no le temes a los cachorros- Terminó.

-Claro que les TENÍA miedo, solo que ayer lo superé- Nos quedamos callados tres segundos solo viéndonos hasta que vino a mi mente todo lo que había ocurrido recientemente -¡Dormí contigo! Ew- Dije mientras recordaba todo y me tallaba los brazos con la palma de las manos.

-¡Tu fuiste la que no me dejó escapar! ¡Me tenías preso de tan fuerte que me apretaste!-

-¡Tu fuiste el que no me dijo que eras tu! ¡Todo es tu culpa!- 

Despues de gritar todo eso volvimos a quedar en silencio un rato hasta que Pennywise lo rompió.

-Y... ¿Ahora qué?-


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