2: Rigel.

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"Y brillas, brillas tan lindo y brillamos juntos entre pestañas"
-Brilla, León Larregui
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La cara de Rey denotó desconfianza, en ese momento no quería dedicar tiempo a las dudas del hombre que le había pintado una ilusión de esperanza.
Se relajó gradualmente hasta que la Fuerza los "solto" y pudieran separarse.

-¿Qué respuestas? -preguntó con poco interés.

-El porqué la Fuerza sigue conectándonos.

-Snoke sigue haciéndolo -aseguró.

-Lo dudo -respondió convencido-. Esto jamás fue truco de Snoke.

-Mentira -contestó casí poniendo sus ojos en blanco.

-Explica esto.

-¿Qué?

-Intentamos alejar el uno del otro y en lugar de eso solo nos acercamos más.

Rey bajó su mirada en un intento de encontrar una respuesta, era cierto, los dos se unieron en lugar de lanzarse. Alzó su mano rápidamente para arrojar a Ben fuera de la nave, sin embargo solo provocó que se lanzara hacia ella casi tirándola al suelo. Sus ojos se encontraron entre sí un tanto desconcertados.

-¿Qué es esto? -murmuró Ben.

-Deja de hacerlo -le ordenó Rey.

-No lo estoy haciendo.

-¡Quítate! -le empujaba fuera de sí.

Rey se sacudió mientras se incorporaba, se mostraba reacia ante lo sucedido, no iba a volver a caer en la trampa de nuevo, seguramente era un plan para rastrear a la Resistencia, con disimulo salió de la nave para que Ben también lo hiciera, debía distraerle de los escritos sagrados y del sable que tenía oculto para así escapar.

-Supongamos que la Fuerza está haciendo todo esto -salió de la nave, Ben fue tras ella-. ¿Porqué?

Ben divisaba a su alrededor mientras daba pasos cortos -A eso es a lo que vine, a averiguarlo -giró a su alrededor un tanto curioso-. ¿Porqué viniste a este lugar?

Rey no dijo palabra alguna, solo le miró detenidamente intentando no hacer algún gesto que la delatara.

-¿Cómo me encontraste?

Ben alzó su mano ligeramente sin dejar de ver a su alrededor, el lugar era parecido a Ach-To, solo que había mucha neblina y hacía algo de frío, podía ver el ceño fruncido de Rey.

-No lo sé -susurró-. Solo lo supe.

Ni él sabía como, solo lo sabía, como si se tratara de un llamado lejano que se hizo más sonoro en cuanto más se acercaba.

El ceño de Rey se disipaba al ver a Ben Solo, su mirada cambió, estaba viendo sus pensamientos, no era mentira, Ben no mentía, escuchó ese llamado también, un ligero ruido blanco que se intensificaba.

-Lo escucho también.

Ben giró a su alrededor y la niebla comenzaba a espesar más por lo que avanzó un par de pasos para no perder de vista a Rey. El sonido dejo de ser ruido y comenzó a agudizarse y hasta que no estuvo a escasos pasos de ella cesó.

Eco de estrellas (A Reylo Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora