Eco de estrellas (A Reylo Story)

7: Nebulosas.

WARNING:
[Este capítulo tiene situaciones sexuales explícitas]

"En tu planeta me quedé, fue por un tiempo y nunca fue mi plan, pero mi nave se averió y ahora estoy perdido aquí en mañanas con tres soles, montañas transparentes, anémonas de luz, partículas de amor y recuerdos de ti..."
Love, Zoé
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Los besos acrecentaban en medio de ese elevador tan reducido, sus mentes dispersas pero conectadas al mismo tiempo les impedían despegarse el uno del otro, probar los labios del otro se estaba convirtiendo en una adicción que ambos disfrutaban.

Decidieron regresar a la habitación, no hubo la más minima espera entre ambos para volver a reanudar lo que habían acordado en aquel ascensor, su tensión sexual aumentaba con rápidez.

Ben apartó las manos de Rey de encima suyo, por segundos la cordura le pedía detenerse y pensar lo que sus labios hacían. ¿A caso estaba traicionando a la Primera Órden por estar con una rebelde? ¿Estaría teniendo un sentimiento distinto al de un simple deseo carnal?

-No lo hagas -interrumpió Rey

-¿Qué cosa? -dijo él.

-Confundirme y después mandarme al carajo -respondió ella sin mirarlo. Su respiración lucía agitada.

Ben la jaló con brusquedad del brazo para ponerla frente a él

-Tu eres quien me confunde.

-¿Yo?

-Hace semanas dijiste odiarme que no tomarías el camino que he elegido...

-No quiero discutir contigo, Ben -lo interrumpió.

-Tampoco quiero discutir, Rey -le dice acercándose a ella.

-¿Entonces?

-Quiero saber que es lo que pasa.

Rey lo miraba, quería comprender que es lo que pasaba con él al igual que con ella, miraba a Ben com conmoción y temor, pero no era miedo hacia él, era miedo de si misma, de no poder controlarse ante él, Rey, la carroñera rebelde estaba perdiendo la convicción por Ben Solo ¿estaría comenzando a sentir algo por él? Y si era así, ¿qué seguía ahora?

-No hagas eso -pidió Ben.

-¿Hacer qué? -sus ojos no paraban de ver los de él.

Él se acercó a ella, la aprisionó contra la pared, había tanto que quería decirle pero ninguna palabra se formulaba en su boca.

-Mirarme asi... Me haces perder la cabeza.

Rey lo miraba a los ojos, no sentía miedo, sentía necesidad de tenerlo en sus labios, abrazarlo, tocarlo, acarició su mejilla, y se acercó a él, tímidamente acercó su rostro al de él.

Ben sintió su corazón latir tan fuerte, tan rápido; anhelaba tocar sus labios con los suyos, saborear de nuevo la inocencia de sus besos, quería dejar de pensar un momento de todo lo que le afectaba, se acercó también a ella.

-Mírame -le susurró a punto de besarlo-. No hay nada más. Deja de pensar en lo demás que no seamos nosotros, Ben. Piensa en nosotros. No... -besó sus labios lentamente-. No existe nada más.