"El Huésped"

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Para tener una verdadera perspectiva de uno mismo, todo el mundo debería tener un perro que le adora y un gato que le ignora.-Dereke Bruce.

Su día había sido realmente largo, productivo como él los llamaba pero igualmente largo y a veces le parecían tan cortos como para realizar todas aquellas tareas que le habían sido encargadas solo a él, para añadir algo más a su día había decidido llevar a su casa a un animal herido, ni el mismo supo porque tanto empeño en llevarlo consigo pero ahora que estaba de pie frente a la puerta de su departamento había llegado a la conclusión de que tal vez no había sido la mejor de las ideas. 

El animal no había dejado de quejarse y observarlo con recelo durante el camino y aunque cuando lo encontró entre los arbustos tan mal herido el gato había cooperado parecía que después de alejarlo de los brazos de aquella joven el animal le había tomado cierto “rencor” decidió dejar sus suposiciones a un lado y entro por fin, revisaría una vez más sus vendajes. Después de revisarlo y ver que todo estaba en orden lo dejo sobre el sofá no sin antes cubrir cada uno de ellos con algunas mantas para que el gato no los dañara. De camino al apartamento se había detenido en un supermercado y había comprado comida suficiente para su felino invitado, demoro más de lo normal frente a los estantes de comida para gato y quedo asombrado cuando descubrió la variedad de sabores y diferentes presentaciones de cada paquete, además de eso compro lo necesario para hacerle un buen aseo; era obvio que ese pobre gato hace mucho no tomaba un baño y quién sabe si también tendría pestecillas sobre él. 

Primero le daría de comer. Sirvió atún en un plato; compro incluso leche especial para gatos, ya que la lactosa que contiene la leche de vaca puede resultar difícil de digerir para algunos gatos y siendo este tan pequeño la verdad aun necesitaba de los beneficios de esta, pero después de pensarlo mejor decidió que solo le daría la leche, tal vez aún era muy pequeño para el atún. Al llevar el plato a la sala donde había dejado al gato ya no lo encontró sobre el sofá 

-¡Rayos!- dejo el plato con leche sobre la mesa y busco por todo el lugar, pero nada 

Busco bajo el sofá, bajo los estantes con libros o las mesas pero nada e intento hacer algunos sonidos para llamarlo y presto su total atención por si lo escuchaba maullar en algún lugar, pero nada. No podía estar en las habitaciones o en el baño o si quiera en algún lugar que no fuera la sala o la cocina porque a penas había llegado lo primero que Levi había hecho es preparar algo para darle de comer así que aún no se había cambiado ni había entrado al baño todo estaba cerrado; no se explicaba dónde podría estar.

-Bola de pelos, ¿dónde te metiste, acaso me hiciste preparar leche para nada?- mientras seguía buscando en la cocina mientras revisaba bajo la nevera diviso una pequeña colita de color negro casi invisible en la oscuridad bajo la nevera y al acercarse más también observo esos grandes ojos brillantes de color azul- ¡Aja! , ¡Aquí estas!- intento tomarlo pero apenas acerco sus manos el gato le siseo y echo sus orejas hacia atrás, mientras que con una patita hacia señales de atacarlo si Levi se le acercaba más, estaba asustado-A mí no me detendrás con tu pobre pose amenazadora, así que mejor ven aquí- Levi se acercó decido a sacarlo de allí pero cuando lo hizo fue recibido por las garritas, que aunque pequeñas, filosas del gatito- Tsk, deja de protestar, solo quiero que comas de una buena vez- lo acerco al plato de leche, el cual Levi había calentado- Come de una vez, apuesto que hace mucho no lo haces- El gatito se revolvía sin cesar entre las manos de Levi pero al ver y al oler la leche caliente se calmó.

Primero la observo receloso y se acercó lenta y desconfiadamente alternaba su vista entre el plato y Levi junto a él, al final dio la primera probada y después de allí se dedicó solo a comer. 

-Tsk, después de todo ¿sabe bien o no?- dejo al gato comer tranquilo mientras él aprovechaba para cambiarse y preparar todo para ir a la cama, no faltaba mucho para que amaneciera y él tenía una junta importante a primera hora, se le había ido gran parte de la noche buscando y tratando de que esa bola con pelos comiera.

Simplemente, un gato bajo la lluvia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora