Progreso

113 11 3
                                    

"Lo más importante en la comunicación es escuchar aquello que no se dice"
Peter Drucker

Al llegar pudo ver a Eren de pie a un lado de la puerta, se quedó inmóvil solamente observándolo sin que el mismo se diera cuenta, soltó un suspiro dejando escapar con el toda la preocupación por el bienestar del castaño, la verdad se veía bien, por lo menos físicamente, no se le veía delgado ni agotado. Por un momento olvido todo lo malo y quiso correr hacia el para terminar abrazándolo.
Eren sintió su mirada y por fin sus ojos se encontraron, ninguno hizo ademán de acercarse al otro, solamente se miraron, como midiendo la actitud del otro para poder proceder

Ella se acercó lentamente, al estar lo suficientemente cerca, la embargaron unas ganas enormes de abrazarlo, nunca habían estado tanto tiempo separados. Lo miro a  los ojos y sonrió tiernamente hacia él, para su sorpresa Eren la envolvió en un abrazo cálido, la resguardo en su pecho y su corazón tembló en anhelo pidiéndole que correspondiera, ella sin más resguardo la cabeza en su pecho y se aferró con fuerza a él, no quería soltarlo ni separase de aquel lugar cálido, debido a que sabía debían aclarar todo, sabía que después de que abriera los ojos y aquellos brazos la soltaran, debía verlo a los ojos y tomar valor para aclarar todo de una buena vez.

-Te he extrañado tanto- Eren le dijo aquello sin soltarla y aferrándose más fuerte aun contra ella

Y Mikasa no pudo evitar que el corazón le temblara y los ojos se le llenaran de lágrimas. Eren era su hogar, aquellos preciosos ojos verdes y sonrisa brillante eran su familia, ¿Cómo podía resignarse a perderlo?
Al separarse el castaño pudo ver los ojos amorosos de la azabache y con sumo cuidado y ternura, limpio el rostro de una sola lágrima traicionera que había logrado escapar de aquellos bonitos ojos.

-¿Estas bien?, ¿Dónde estabas?
Eren sonrió mientras recogía la maleta que hasta hace un momento estaba apoyada en la puerta del departamento

-Necesitaba tiempo para mí, debo aclarar que hare con mi vida- saco una cajetilla de cigarrillos de su chaqueta- tu misma me dijiste que ya no era un crio y es verdad

-No sabía que ahora fumas

-Hay muchas cosas que aprendí en estos meses 

El verlo exhalar el humo, sin que pudiera evitarlo, la llevo a pensar en el perfil de Levi cuando realizaba la misma acción y pensar en él la hizo rememorar lo sucedido hace poco, sus labios y su mirada. Ni ella misma sabía que rayos le pasaba para pensar en algo así ahora, al volver a mirada de nuevo a Eren este se encontraba observándola curioso por su repentino entrecejo fruncido y un terrible sonrojo se pintó en sus mejillas al sentirse expuesta, como si en su cara hubiera un gran cartel contando lo que pensaba o tal vez en sus labios, que aun hormigueaban, quedara algún rastro de los labios del mayor.
En ese momento la puerta se abrió dejando ver a una Sasha tranquila

-¿quieres pasar?

-No, es mejor que no-una débil sonrisa se formó en sus labios- Vamos a caminar un poco, arrende cerca, te llevare a conocer

-Bien

Antes de irse se despidió de Sasha y le pidió que hablara con Ymir, pues sabia como era y no era raro que no quisiera ver a Eren

Mientras caminaban, lentamente sin decir nada, Mikasa observo que ya no llovía, pero el helado aire le hacía colocar las manos en su chaqueta. No tardaron mucho tiempo, era realmente cerca. Quedaba en el segundo piso de una Liberia, al entrar se notaba que acaba de mudarse, el lugar era grande para una sola persona, habían pocas cajas en la sala esperando ser abiertas para poner su contenido en el lugar y dar indicios de que alguien viva allí.

Simplemente, un gato bajo la lluvia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora