Simplemente, un gato bajo la lluvia.

Me Gustas, Te Amo

La carne ya no lucha; 
a dar toda su esencia está dispuesta.
Solamente se escucha
una tenue protesta, 
que unos labios clausuran por respuesta. 
…cesó todo aspaviento
se eternizó el amor por un momento.  

Guadalupe Amor. 

Se encontraba inquieto después de no poder contactarse con la pelinegra, había revisado en varias ocasiones su celular por si ella le había escrito para decirle al menos que estaba bien, pero aún no había nada. Por un instante pensó en ir hasta su casa, pero desechó la idea al llegar a la conclusión de que a lo mejor ya dormía. Ya era media noche y decidió trabajar en la sala. Azumi estaba acurrucada, una pequeña bola de pelos negra en el sillón frente a él. Se dispuso a empezar a ordenar todo, por ese día era suficiente. Le sorprendió la llamada del guardia de seguridad avisándole que una mujer estaba abajo esperando que le diera permiso de subir, solo pudo pensar en Mikasa.

Espero por ella en la puerta y no podía negarse cuanto la quería, porque apenas vio su rostro quiso besarla. Caminaba hacia él despacio pero sin vacilar con aquellos ojos enormes fijos sólo en él, parecía conmovida y con ganas de decirle tanto. Estando frente a él, ella se detuvo

-Lo siento- parecía realmente triste

Tan cerca, le acarició el rostro y le dedicó una sonrisa mientras le daba un beso dulce, apenas un roce. Mikasa siguió su boca al no querer romper el beso, al contrario, borro la distancia entre sus cuerpos y pasó sus manos detrás del cuello de Levi para poder seguir teniéndolo junto a sí. Entre el beso solo podía decir

-Solo quiero estar contigo- Una dulce voz suplicante y unos labios suaves, carnosos y ágiles que parecían querer dejarle su sabor marcado

-¿qué sucede?

Levi logro preguntarle en un susurro

-Solo quiero estar contigo

-Te quedarás esta noche y mañana me lo dirás todo ¿De acuerdo?

-está bien

Después de eso se besaron hasta que tuvieron que separarse en busca de aire solo para volver encontrarse con más avidez y hambre que antes. Las manos de ella enredadas en el cabello corto de la nuca, enviándole descargas deliciosas al vientre bajo de Levi. Las poderosas manos de él, una de ellas en el cuello pálido sirviendo para dejar esa boca en la mejor posición para seguir devorándola, y la mano derecha se encontraba en la cadera de Mikasa y le quemó cuando se coló bajo su blusa para acariciarle el estómago.

-Ven acá

No podían esperar a llegar al dormitorio, así que Levi se sentó en el sofá y ella sobre el. Ambos sentían la piel arder y el corazón correrles a mil. El aire parecía no ser suficiente porque respiraban cada vez más deprisa. Las manos ávidas exploraron y retiraron las camisas o blusas que estorbaban, que se interponen en el objetivo de tocar. A Levi le pareció casi solo una aparición el verla allí sobre él, pechos suaves, pezones claros y erectos hacia él. Ella preciosa toda sonrojada, labios hinchados de besar y una oscuridad muy sensual en aquellos ojos grises, eran casi como una tormenta. Se hundió en su cuello y dejo besos húmedos, besos que descendieron hasta aquel par se hermosos senos generosos, parecían invitarlo a que se los llevara a la boca, así que lo hizo y casi se corre con solo escuchar el gemido que salió de Mikasa, las piernas que tenía alrededor de la cintura se apretaron con él en medio y le clavó las uñas en la nuca mientras le sostenía allí para que continuará saboreándole los pechos. Como si él quisiera ir a otro lado, ese era su lugar, aquel era el mejor lugar del mundo, allí entre sus brazos, en medio de sus piernas. Ella empezó a susurrar su nombre entre fuertes suspiros y sonidos placenteros. Allí, ese era el mejor lugar de todos. Empezó a comerle los pechos con más ganas y uso con la fuerza justa sus dientes, ella dejó escapar un pequeño grito y él no pudo evitar sonreír con malicia. Regresó al cuello blanco y después a su oído derecho