Capítulo 11

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Uno a uno llegan a la biblioteca. Sus rostros reflejaban la ansiedad y curiosidad que prometía esta reunión. Por supuesto, Amelia me había informado que rara vez necesitaba hacer una junta confidencial, por lo tanto, ellos sabían que era un tema importante.

Markus se ve impaciente, su rostro demuestra la incomodidad de la situación, mientras agita violentamente su pierna derecha. Por su parte, Cathlyn finge leer un libro de historietas, Leti cruza las piernas cada minuto, Steve habla con Josh animadamente y Amelia camina de un lado para otro incesantemente. Los miraba con atención, tratando de imaginar la reacción que tendrían.

De una manera poco usual, el cuerpo de Amelia se estira de forma autoritaria. Tal vez era la postura para ejercer su dominio en el grupo. Me hizo acordar de los felinos, fiera e intimidante.

—Estamos reunidos para discutir algo muy importante que puede cambiar nuestras vidas —llama la atención de todos alrededor.

La biblioteca es un sitio seguro, los presos pocas veces les gusta leer. Solo estamos nosotros pero debemos mantener un tono bajo. Steve, Leti y Josh se acercan a los costados de Amelia, mientras Cathlyn y Markus se dividen en los extremos de la sala. Su función esta noche era vigilar pero estaban lo suficiente cerca para escuchar la discusión sin lugar a intervenir.

—Hay un grupo —continúa — que está organizando un escape masivo el domingo —hace una pausa para medir el ambiente.

A Leti parece que le hace falta el aire mientras que Steve sigue con la expresión apacible. Mi amiga abre la boca para intervenir pero se calla antes de emitir sonido.

—¿Nos han invitado a unirnos? —pregunta Steve.

—Me invitaron a mí y a dos acompañantes —responde Amelia. Mi rostro palidece al escuchar la mentira plantada por Loren. Ahora Steve se ve sorprendido.

—¿Dos? ¿Acaso esta reunión es para informarnos a cuales dos prefieres sobre el resto? —pregunta sobresaltado Steve.

Amelia cambia de posición. Trago fuerte y me sostengo del brazo de Kathy.

—¡Por supuesto que no! —gruñe mi tía. Sus ojos se oscurecen, y sus cejas por poco se unen.

Steve toma su cabeza fingiendo indignación, Josh lo mira con dureza y Leti prefiere sentarse.

Markus y Cathlyn lucen igual de sorprendidos que Steve, pero no intervienen, sus rostros se giran cada cierto tiempo hacia nosotros.

—No voy a negar que inicialmente lo consideré —sus ojos verdes se trasladan por todos deteniéndose en mí —, quiero con todas mis fuerzas sacar a Marcela de aquí. Ella fue mi elección lógica.

Siete pares de ojos se centran en mí, unos furiosos y otros compasivos.

—Pero fue ella misma quien me recordó que ustedes son mi familia, sangre o no. Así que haremos lo que sea necesario para salir todos o ninguno.

—Es un riesgo, Am —dice Leti —. Si te especificaron un número de pasajeros debe ser porque un grupo tan grande hará el escape imposible. —Steve gira bruscamente para confrontarla.

—¡Algunos queremos salir de este agujero de mierda! Si tú no quieres puedes dar un paso atrás —su agresividad me deja atónita, Leti amenaza con llorar en cualquier segundo.

—¡Steve! —lo reprende Amelia —. Leti tiene su opinión, tú la tuya. Así que limita tu tono.

Grandes lágrimas caen por las mejillas de Leti, quien se ve aturdida por el grito de su compañero. Josh se acerca su lado y la envuelve con sus grandes brazos.

Contra-ManchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora