Me duele toda la espalda, el pasto no es el mejor lugar para dormir. Mucho menos con dolores estomacales, mi cuerpo me está pidiendo que ingiera un alimento.
-Buen día amiga mía-Saluda José llegando de algún lugar.
-¿Qué tiene de bueno?-Le sonrío irónicamente.
-Que seguimos vivos tonta, no me salgas con sandeces a esta altura.
No respondo, a veces así lo siento, no le encuentro el sentido a mi existencia en esta vida.
-Tengo algo de lo recaudado ayer, vamos a comprar algo de desayuno.
Asiento de inmediato, ambos nos levantamos y caminamos hacia una panadería en busca de un pan o dos. En el camino, pasamos por un restaurante donde un señor está tirando comida sobrante a la basura.
-Mira, vamos a pedírsela antes de que lo desheche todo-Señalo al hombre.
-Ya que...-Murmura.
Al él no le gusta comer sobras, prefiere morir de hambre, muy pocas veces lo logro convencer.
Me salió delicado el chico, pero sabe que en éste estado hay lujos que uno no se puede dar.-Disculpe...-Digo amablemente mientras me acerco.
-Ahorrensen el discurso berreta y tomen o trabajen-Literalmente nos tira la comida encima para que la tomemos en el aire.
Antes de darle las gracias por la comida, ignorando el comentario y las lágrimas que ya quieren salir, alguien interrumpe.
-Disculpe, pero no creo que deber usted tratar así a las personas-Ya con escuchar como habla reconozco quien es.
-El chico raro...-Murmuro mirándolo de reojo.
¿Qué hace por acá?
-¿Y usted quién es?-Le pregunta el mozo al recién llegado.
El chico levanta la ceja izquierda y en un instante los mismos hombres de ayer se llevan al trabajador, ignorando los insultos que les dice. Las personas pasan y curiosean la escena, pero por alguna razón no se acercan. ¿A dónde se lo ha llevado?
-Perdón por lo que pasar... Disculparme, mi español no ser muy bueno-Se lamenta el extranjero.
Aunque no sonríe ni nada, sé leer expresiones gracias a pasar horas viendo a las personas, así que noto su mueca de sincero lamento.
-¿Por qué estar tan sucia?-Pregunta arrugando la nariz.
Su pregunta me desconcierta un poco, ¿Qué no es obvio? ¿Acaso se burla nuevamente de mí?
-¿Quién es usted?-Pregunta cambiando de tema José, que lo había estado mirando hace un largo rato.
-Cierto, perdón por no presentar antes, yo ser...-Hace una pausa, como dudando o como si las palabras no le salieran-Vladímir.
Supongo que no nos da su apellido porque no nos conoce.
-¿Vladímir?-Cuestiona mi amigo-¿Es ruso?
-Eh... Sí, ser ruso-Responde vacilando las palabras.
Nunca escuché ni vi a un ruso en toda mi vida, debe ser por eso que le cuesta hablar y remarca mucho la letra R, hasta agrega de más.
¿Todos los rusos tienen ese magnetismo atrayente? ¿Todos los extranjeros? La curiosidad me embarga al detallar los rasgos que no he notado, a simple vista es obvio que no es aquí.
-¡Vladímir! Gde ty byla?
-¿Señor?-Susurro para mí misma reconociendo al otro hombre que se acerca.
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La vagabunda[PAUSADA]
RomanceDos mundos totalmente diferentes. El de Vladímir, lleno de hipocresía disfrazada de diplomacia. El de Elisa, cantando en las calles, durmiendo en el suelo, y pasando frío. ¿Quién dijo que estos mundos no pueden mezclarse? Secretos, pasados desconoc...