Vladímir se marchó una vez que preparé a León, dijo que fue a cambiarse para la cena.
Me gustó el momento que pasamos juntos, sonriéndonos mientras consentíamos a nuestro hijo, eso me llenó el alma.
Decido cambiarme la ropa para la cena y recogerme el cabello en una trenza, eso sí sé hacerlo gracias a pasar horas días sin hacer nada. Ya cuando estoy lista son casi las ocho, agarro el celular y nos tomo algunas fotos, reviso las notificaciones y le envío un mensaje de voz por WhatsApp a José para que venga. Es genial esta aplicación.A @josesegovia le gusta tu foto.
@josesegovia ha comentado tu foto.
Entro a Instagram mientras me semi acuesto junto a mi bebé en la cama, el comentario de mi amigo me hace reír.
"Pff tan lindo como el tío💞"
—¿Viste hijo? José te dijo feo, es un mentiroso.
Le hago cosquillas y ambos reímos.
Unos instantes después llega el susodicho, está recién bañado y con una camisa de un rojo oscuro.
—¿Así que le dijiste feo a mi hijo?
—¿Qué me estás queriendo decir?—Entrecierra los ojos intentando lucir amenazador.
—Te intento decir que mi hijo es hermoso y vos no. Ya, vámonos a comer, tengo hambre.
Bajamos al Salón y me cruzo con Dorothea.
—Iba justo a buscarlos—Me río y le doy a León para que ella le dé de comer en la cocina.
—Gracias, lo paso a buscar cuando termine.
Los tres hacemos un gesto de cabeza y nosotros dos seguimos nuestro camino después de darle un beso a mi niño.
—Tengo entendido que la princesa Marie y el príncipe Dmitry se cansarán en octubre.
—Sí—Le confirmo—Parece que será aquí, pero ellos quieren vivir en una gigantesca mansión hasta que llegue la hora de ascender al trono, desean disfrutar un poco de intimidad.
—Son muy buenos, ¿No?
—El amor que se tienen es envidiable, serán buenos reyes.
—Y vos una buena princesa—Comenta y me sonrojo, pero no contesto al ver que nos acercamos al Salón.
Los guardias nos reciben con el movimiento de cabeza, abren las puertas y reverenciamos como de costumbre. Allí se encuentran el zar y la reina, la princesa Marie y los príncipes.
—Ya estamos completos.—Creo que las palabras del rey tienen un trasfondo, siempre somos los últimos en llegar. Pero es que nosotros no llegamos tarde, ellos se adelantan.
—Disculpen…—Tomamos asiento y todos inician una charla sobre el compromiso de los futuros reyes.
—¡Dmitry quiegre un pastel de chocolate y mandaguina! ¡Mandaguina!—Marie ríe y todos la acompañan.
—¿Qué tiene de malo?—Cuestiona el susodicho también riéndose.
—Hijo, un pastel de mandarina sería pésimo.—Carcajea la reina.
Todos se pusieron de acuerdo en hablar en español hasta que nosotros entendamos el idioma ruso, me pareció muy solidario de su parte y seguimos agradecidos hasta ahora.
—Yo quiero uno de vainilla.—Comenta Vladimir. Lo observo de reojo y está tomando un vaso de agua muy casualmente.
Traen la comida y observo que hoy sólo hay dos cucharas de distintos tamaños, rápidamente me doy cuenta que una es para sopa y la otra para postre.
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La vagabunda[PAUSADA]
RomanceDos mundos totalmente diferentes. El de Vladímir, lleno de hipocresía disfrazada de diplomacia. El de Elisa, cantando en las calles, durmiendo en el suelo, y pasando frío. ¿Quién dijo que estos mundos no pueden mezclarse? Secretos, pasados desconoc...