Capítulo XIII

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Nunca dormí tan bien. Incluso León aún duerme como un tronco.
Hace unos minutos vino Dorothea a despertarme, avisándome que eran las ocho, efectivamente lo comprobé en el reloj.

Me dispongo a bañarme rápido aprovechando que mi niño aún no despierta.
El baño es hermoso, según Vladímir es muy simple, pero para mí esto es fantástico.
Me meto a la ducha observando las canillas, la del lado de la pared es la caliente.

Me lavo el cabello de forma extraña por que al no saber ruso, no sé cuál es el shampoo y cuál el acondicionador. Intento apurarme y para cuando salgo ya son y 20.
Pienso en qué debería ponerme, no quiero vestidos, así que veo un pantalón negro y me lo pongo, junto a una campera blanca. ¿Será ésto presentable? Veo unas zapatillas, y me las pongo.
¿Todo ésto compraron para mí?

Busco la ropa de León, poniéndole un pantaloncito y un buzo. Lo visto mientras duerme y le cambio el pañal.

-Sí que duermes.

Recuerdo mis dientes, voy rápido al baño y los cepillo siguiendo las instrucciones del odontólogo.

Al finalizar todo ya son y 40.

León se despierta milagrosamente.

Comienza a llorar y pienso en que debe tener hambre, hace 10 horas no come.

-Buen día Lele-Le hago upa y lo empiezo a mecer.

Golpean la puerta y voy a abrirla.

-Buen día niña.-Me da un beso en la frente.-Hola sobrinito hermoso.-León deja de llorar, otro milagro más.

-Hola Jo, ¿Cómo dormiste?

-Acostado.-Se ríe.

Le hago un amague de cerrarle la puerta en la cara y nos empezamos a reir ambos.

-¿Qué hora es ya?

-Las...-Observo el reloj.-¡Y 55, vamos vamos!

Cierro la puerta, sin llave ya que no lo creo necesario.

-Quiero que León hoy desayune conmigo.

Bajamos la escalera.-¿Por qué no? ¿Su carrito dónde está?

Ahí dudo-.No sé, creo que debo preguntarle a Vlad.

-Y si Eli, ¿Cómo harás cuando empiece a crecer? Él va a pesar y te puede hacer mal a la columna, sos joven todavía.

Puede que tenga razón.

-Si... Igual nunca le voy a negar el upa.

El resto de la conversación trató sobre el futuro.
Sobre el esfuerzo que debemos hacer una vez empezadas nuestras clases. Según él, cuando sea un guardia y tenga dinero, va a conocer una chica, se van a casar y tendrá cien hijos.
En el comedor fue todo medianamente silencioso, siguieron intercambiando idiomas, pero no nos molestó, tal vez tratan sobre sus asuntos reales. Halagaron a León, hasta la reina Tatiana dijo que sus ojos eran del mismo tono que los de Vlad, aún así, no lo tratan como a su nieto titular ni nada.
Me preguntaron si ya sé la canción que cantaré, Vladímir dijo que podría ser una en francés, en honor a la novia de Dmitry, la princesa Marie. Acepté la idea, sólo había un problema, nada interesante.

Yo no sé francés, cosa obvia.

Todos acordaron que debía ponerme toda la tarde a practicar la canción, la cual será Je Veux, por lo que dijo Vladímir.

Una vez que terminó el desayuno, José se fue a conocer a sus compañeros de entrenamiento, acompañado por un guardia. Los reyes se fueron a seguir sus asuntos, y yo quedé nuevamente sola con Vladimir.

La vagabunda[PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora