Mi Madre y Yo

Capítulo 3: La Otra Mujer.

-No más maldades para ti, pequeño akuma..., ¡yo te libero del mal!..., ¡Te tengo!

-¡Miraculous Ladybug! -grita America al unisono de la protagonista de su serie animada.

Kira ríe tirada en el sofá con su celular.

La pequeña America observaba fascinada la serie desde el suelo, intentando imitar a los personajes con sus poses.

-Mami... ¿podré tener un Miraculous algún día? -le pregunta esperanzada la pequeña mirando a su madre con ojitos de bebe.

Kira piensa, se acerca el día de cumpleaños de America numero 8, y aún no sabía como hacerle la fiesta. Pero con esa pregunta de su hija, la lampara de su cabeza se prendió.

-Si eres buena con los ancianos... puede que el Maestro Fu te de un Miraculous... ¿cuál te gustaría?

-¡El del Chat Noir! ¡Meow! -maullá la pequeña elevando el peluche de gato negro que siempre llevaba consigo, haciendo reír nuevamente a su madre.

-Vale. Entonces, desde ahora, debes ser buena niña, ¿okay?

-¡Sí! -chilla feliz la pequeña pelirroja volviendo su vista a la pantalla, donde comenzaba un nuevo capitulo.

Kira vuelve sus ojos a su celular, mirando Instagram desinteresada, cuando de pronto, una publicación le llama la atención.

Era una foto de Alex junto con Jennifer, una ex amiga de Kira, y en el medio de ambos un pequeño niño de no más de nueve años, sonriente.

Kira observa la imagen. No hay duda de que les veía felices. Kira negó la cabeza, apartando todo pensamiento malo de ella y sonrió. Si él era feliz, no había un motivo para que ella no lo fuera. Se sentó más derecha en el sofá y puso para hacer un Boomerang en Instagram.

Enfoco a America, la cual bailaba al ritmo del intro de su serie, y gravo.

Cuando termino, escribió unas palabras y lo subió. Apago el móvil y fue a la cocina a preparar el almuerzo.

Omelette de fiambre y queso, con una ensalada.

Cuando vuelve para avisarle a America que estaba pronta la comida, la encuentra con su celular.

-¿Qué haces Mer? -dice Kira dejando el mantel sobre la mesa.

-¿Quien es ella mami? -dice America elevando el celular con la foto de Alex y Jennifer sonrientes.

-Ella es..., hum...

-¿La mujer de papi? -ladea la cabeza.

-Si, exacto... alto, ¿qué?

-Si, tu dijiste que papi era feliz con otra persona, entonces te referías a ella -señala la foto-, ¿verdad?

-Si. Wow, para tener casi 8 años eres muy lista pequeña -sonríe Kira.

-Lo se, soy prrrfecta -dice la pequeña pelirroja imitando a su personaje favorito de Miraculous Ladybug.

-A comer Kitty Noir -ríe Kira y eleva en brazos a la pequeña.

America ríe y se sienta en la mesa para devorar su omelete.

*********

-Mami... no entiendo esto -dice America entrando a la oficina de su madre con una hoja de cuadernola en sus manos.

-¿Qué cosa cariño? -le pregunta Kira dejando de lado su trabajo para centrarse en su pequeña niña.

-Esto -señala la hoja con cara de irritación.

Kira ríe ante esa cara, y le hace un gesto a America para que se sentara en sus piernas; America corre hacia su madre y se sienta sobre ella.

-A ver Lady America. ¿Qué no entiendes? -dice leyendo el trabajo.

-Nada -resopla la pequeña.

-Oh, sumas entre números de 2 cifras -suelta Kira observando a su hija, quien asiente con la cabeza hacia su madre-, mira pequeña, no es tan difícil como parece.

Kira busca una hoja limpia y cuando la encuentra coge un lápiz.

-Esto es así -dice y escribe varias cuentas separadas entre si-, las sumas siempre te darán un numero mayor al que ya tienes.

La castaña utiliza una cuenta de ejemplo.

-Por ejemplo esta. 23+34 -lee la operación, y observa como su hija la mira con atención-, el número que nos dará esta cuenta sera mucho mayor que el 23 o el 34. Lo que hay que hacer, es separar el numero y sumarlo por separado, para luego sumar todo junto.

-¿Cómo? -pregunta America, observando con atención.

-Mira, separamos el 23 y queda un 2 y un 3 solos, ¿si? -America asiente-, ahora separamos el 34 y quedan...

-Un 3 y un 4 -responde la pequeña.

-Exacto. Ahora sumamos el 3 y el 4, y luego el 2 y el 3. ¿Entendido? -asentimiento-, bien, ¿qué nos da 3+4?

America utiliza sus dedos para saber cuanto debía sumar.

-7

-Exacto, ahora, ¿2+3?

Se repite la acción.

-¿5?

-Si, bien -dice Kira anotando cada numero bajo la cuenta 23+34-, y eso nos da el resultado de...

-57 -responde sonriente America.

-Exacto. Un cosa, siempre que no estés segura de un resultado, cuenta con los dedos. Es mejor eso que quedarse con las dudas -sonríe Kira.

-Gracias mami -le sonríe America.

-De nada Mer. ¿Hacemos las otras? -pregunta. Pero la pelirroja niega.

-Ya lo entendí, intentaré hacerlo sola ahora.

Kira asiente y ve como su pequeña se aleja dando saltitos con la hoja entre sus manos, provocando una risa de parte de la castaña.

De pronto, un correo electrónico llega a la computadora de Kira, esta lo abre, encontrándose con que se trataba de Alex.

Kira:

Lamento mucho como termino lo nuestro. Y lo siento si no te he dado la vida que mereces. Pero se que sabías que yo no sentía lo mismo por ti. Y lamento que mis padres nos hayan obligado a casarnos por el bien de America. Se que de seguro ya le habrás hablado de esto. Y como se que mi hija es alguien inteligente lo entendió perfectamente.

En fin, se acerca el cumpleaños de America, el número 8. Y, se que le haría feliz verme, como yo de verla, así que, por favor, te ruego, me dejes asistir con Jennifer y Connor, el hijo de Jenn y mi hijastro. Se que se llevaran bien él y America.

Te lo ruego. No quiero alejarme de mi hija.

Mis atentos saludos, Alex.

Kira se lo penso mucho antes de escribir la contestación, pero luego de unos minutos, esto fue lo escribió:

Alex:

Yo no tengo intención de alejarte de tu hija. Que nosotros hayamos cortado relación, no quiere decir que tu la cortaste con America. Así que claro que puedes venir a su cumpleaños.

Respecto a lo de Jennifer y Connor, me parece bien que ambos chicos se conozcan. Es importante para ambos vernos bien entre los tres. No quiero más rencores. Eso no solo nos daña a nosotros, si no también a los niños.

Espero que estén bien.

Mis calurosos saludos, Kira.

Enviar.

Kira se quedo observando su monitor por unos minutos mientras balanceaba en su silla y sonrió, ya era tiempo de hacer unos cambios.