Capítulo 15: Quiero un perro

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-Gracias por su compra -sonríe America mientras despide a la señora que salia por la puerta -Uf -suspira mientras se pasa la palma de su mano por la frente y se arreglaba el cabello tras su oreja.

Se encontraba trabajando en la pizzeria de Cameron. Él decidió que America pasara por una semana de pruebas, las cuales iban por categorías.

Ahora estaba en la primer prueba: La caja registradora, o como el compañero que America tenía a su lado lo llamaba: "No te quejes y finge una sonrisa, challenge".

Por el momento le iba agarrando la mano. Nicolás, su compañero de trabajo, la iba preparando bien para lo que era trabajar en la calla registradora.

-Hola, jovencita -le llama la atención una señora de no más de 50 años con su, posiblemente, hija de unos 13 años.

-Buenas tardes señora, ¿en que la puedo ayudar? -le pregunta la pelirroja con una sonrisa autentica.

-Le quería preguntar si Jhai puede pasar a su excusado -le pregunta amable la señora.

-¿Excusado? -pregunta desconcertada America observando a Nicolás.

-Se refiere al baño -le contesta él con una pequeña risa-. Claro señora. Si la pequeña me acompaña por aquí, puede pasar.

La señora asiente y le susurra a su hija que siga al chico con el cabello azul.

Una vez que Nicolás llevo a Jhai al baño, la señora se giro a America.

-Aprovecho y compro ya -suelta una pequeña risa la señora-, que si esta Jhai, me suma más cosas.

America le acompaña la risa y espera paciente a que la mujer encargara su compra.

-Deme una de esas -dice señalando una pizza de 4 quesos y fiambre- y una solo con salsa -dice mientras saca su monedero para darle el dinero.

-Serían... $477 -le dice America mientras coge la boleta para dársela a la señora junto con ambas pizzas.

-Tenga -dice mientras le da $500- quédese con el cambio.

America agradece y se guarda el cambio en su bolsillo.

-Lista -dice Jhai mientras aparece escribiendo en su celular.

-Bueno, vamos. Muchas gracias a ambos -sonríe la mujer y sale del comercio con la bolsa y su hija detrás, diciéndole que quería teñirse el cabello de color azul.

America y Nicolás se observan, y sueltan una pequeña risa.

-Le quedaría -comenta la pelirroja- combinaría con sus ojos. 

Nicolás asiente. Y ambos vuelven a sus posiciones.

Terminada la jornada, todos se van a sus casas. Los últimos en salir son Mer y Nicolás. Nicolás cierra con llave y se las guarda en la mochila.

-Nos vemos mañana Roja -dice despidiéndose con la mano.

-Hasta mañana. 

Ambos toman caminos opuestos. America se coloca los auriculares y arriba la capucha, puesto que pequeñas gotas de agua empezaban a caer.

Un ladrido la toma por sorpresa, haciendo que se sobresaltara. Observa para todos lados, buscando de donde había salido. Una caja en el suelo le llama la atención, dentro, un cachorro de unos 3 meses luchaba por salir de esas 4 paredes de cartón.

America se lo queda viendo. Indecisa de que hacer. Al rato, decide llevárselo a su casa.

Coge al pequeño cachorro y lo envuelve con su pañuelo, marca el numero de su madre en el celular y la llama. 

-Hola Mer. ¿Ya vienes? Tengo la cena lista -le contesta su madre al segundo tono.

-Mamá, quiero un perro -dice sin más.

-Hum, claro amor,  ya lo hablamos, uno de estos días vamos al refugio y adoptamos uno -le contesta un poco desconcertada.

-No hace falta. Te presento al nuevo integrante de la familia -dice, y permite que el cachorro ladre en el audífono.

-¿Pero qué...?

-Lo encontré, estaba en una caja. Tengo que comprar unas cosas para mañana, luego directo a casa. Besos -dice y cuelga.

Observa al pequeño cachorro en sus brazos, sonríe y lo abraza para darle calor.

Lo coloca en el canasto de su bicicleta con cuidado y le coloca arriba el pañuelo, tapándolo de la fina capa de lluvia.

-Ya tienes un hogar, pequeño -le susurra al cachorro mientras se vuelve a colocar los cascos y se monta en su bicicleta.

En eso, un trueno resuena por el cielo asustandola.

-Okey Mer, esta todo bien, fue solo un trueno -dice y comienza a pedalear hacia la papelería más cercana.

Durante el camino, un aguacero comienza a caer, empapandola de pies a cabeza. Se detiene bajo una parada de autobús y se sienta, recoge al cachorro del canasto y lo coloca sobre su falda, intentando mantenerlo tibio.

Un mensaje le llega. Era de Kira.

"Ve hacia lo de Jennifer. Salí con Stepha, volvemos de noche. Abrígate, ve rápido. No sea cosa que la lluvia empeore..." no pudo terminar de leer el mensaje, puesto que su móvil se murió.

-Perfecto -resopla.

El cachorro se queja en su falda, y comienza a arrastrarse bajo el abrigo de America, en busca de calor.

-Que bueno que te saque de ese callejón, ahora te estarías enfermando bajo tanta agua -comenta mientras le acaricia las orejas.

Se recuesta contra la pared de la parada, pensando que hacer.

Cierra los ojos, se deja llevar por el sonido de las gotas golpeando el techo de la parada, no sabe cuanto tiempo pasaron cuando un trueno la saca de esa tranquilidad. Abre los ojos en seguida.

Una camioneta se detiene frente a la parada y le toca bocina, obviamente, America se asusta.

El vidrio baja, dejando ver a Connor dentro, con el cabello mojado y con la respiración un poco acelerada.

-Aquí estas -dice dificultosamente-, te estuve buscando... por varias cuadras -toma unos segundos para respirar-, e incluso corrí varias cuadras antes de pedirle prestada la camioneta a papá...

America se lo quedo mirando con una cara de no entender mucho.

-America, tu madre te llamo 13 veces... no contestabas, llamo a tu compañero, e incluso a tu casa a ver si habías llegado... -dijo mientras se bajaba de la camioneta y se sentaba al lado de la pelirroja-, no sabía donde estabas, y la lluvia empeoró, se preocupó mucho.

America observa la tormenta, y luego se gira a Connor.

-Pero, me mando un mensaje hace menos de 5 minutos -dice un poco desconcertada.

Connor niega.

-Eso fue hace 40 minutos Mer... ¿se te murió? -dice mientras señala el móvil. America asiente-, por eso no estas muy consiente de la hora. Yo estaba en mi cuarto cuando escuche los gritos de papá, pensé que estaba discutiendo contigo otra vez, pero en realidad le gritaba a Kira, hablaban por teléfono. Le dijo que es un acto irresponsable dejar a una chica de 16 años andar sola en la calle, y más con esta tormenta.

America abraza al perrito, un poco preocupada por su madre, Connor lo nota y le pasa el brazo por los hombros.

-Mi madre vio que bajaba y me suplico que te viniera a buscar. Papá se negó, no quería dejarme usar la camioneta, ahí fue cuando salí y comencé a buscarte corriendo, luego volví a casa y cogí la camioneta, no me detuvo... -se detiene a observar como America tiritaba de frío, estaba empapada, y su abrigo lo estaba utilizando para abrigar al cachorro-, iba camino a casa ahora para llamar a la policía, pero reconocí la bicicleta. Ahí fue cuando te vi. Mer, realmente me preocupe, creí lo peor...

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Cachorro en multimedia.

Mi Madre y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora