Capítulo 20: Jugarreta y pensamiento.

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-¡Te voy a matar! -se escucha un grito desde la planta alta.

El castaño solo atina a reír desde el sofá, con Pulgas sobre su regazo. Sí, al cachorro que encontró America le colocaron el nombre de "Pulgas", ¿tengo que decir quién fue?

Connor estaba acariciando al canino tranquilamente mientras veía a una muy enojada pelirroja bajando las escaleras hasta quedar enfrente a él, con su mochila de unicornios en la mano.

-¿Qué paso, Rojita? -sonríe de forma angelical el castaño. Y vaya que el apodo le quedaba, porque America se hallaba roja de rabia. 

-¿¡Me puedes explicar que es esto!? -eleva la mochila hasta dejarla enfrente de los ojos del castaño.

-Una tierna mochila de unicornios -continua sonriente. 

America respira profundamente. Pero no sirve.

-¡¿Y se puede saber por qué me has traído esta y no la que siempre uso?! -chilla asustando a Pulgas, quien sale corriendo despavorido hacia la escalera-, eres un idiota, esta mochila la usaba con 12 años. ¡No puedo ir con esto al liceo!

La escena era cómica de ver, pues America estaba dando patadas al aire cual niña pequeña.

-A mi me parece tierna -Connor se adentra a terrenos inexplorados, donde nadie volvía con vida.

La pelirroja se cruza de brazos y lo observa, faltaba 1 hora para entrar a clase, Alex y Jennifer ya se habían ido a trabajar, y anoche, mientras America dormia, Connor busco su mochila, utiles y ropa para hoy.

Claro, el castaño aprovechó y le jugó una jugarreta a la chica. Cambio su pequeña mochila negra por aquella diminuta mochila de unicornios con brillo y flecos. 

-Quiero que me lleves a casa para agarrar mi verdadera mochila y quemar esta -exigió.

-¡Oye no! -dijo Connor levantándose de un salto y cogiendo la mochila-, ¿qué te hicieron los pobres unicornios? -abrazó la mochila como si de un peluche se tratase. 

America rueda los ojos y sube las escaleras. Una vez arriba se dirige al cuarto de Connor, y coge una mochila azul tipo bolso deportivo, era lindo, practico y le servia, pues tenía gimnasia luego de las clases.

-¿Qué haces? -dijo el castaño desde el umbral de la puerta.

-Tomando prestado esto... -señala la mochila-, y esto -coge una bermuda corta del chico-. Olvidaste traerme el short de gimnasia, oh, y esto -dice cogiendo de nuevo la campera gris de anoche.

-No lo olvide -responde sinceramente. America lo observa como dudando-, solo tenía pensado verte correr con esa pollera. 

Sonríe mientras se recuesta en la pared, esperando la reacción.

-¡Eres un pervertido! -grita y le tira un almohadón que había sobre la cama.

Connor se ríe y esquiva el proyectil.

-¡En 30 salimos Roja!

America guarda el short en la mochila, junto a las demás cosas. A punto de salir, una foto le llamo la atención, estaba sobre una comoda.

Era de Jennifer con Kira, Kira embarazada, Jennifer con Connor en brazos, ya de varios meses de nacido. 

Las dos madres se veían felices. America sabía la historia del papá de Connor, él los abandonó apenas se enteró que su novia (porque no estaban casados) se encontraba embarazada de unas semanas.

Desde entonces, ni Jennifer ni Connor saben de su existencia. Connor vivió durante 8 años sin un padre, claro, hasta que Alex decidió que no era feliz con su familia, ni con su propia hija, y buscó esa felicidad en otro hogar.

Mi Madre y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora