Capítulo 9: Cuidado Colenman.

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-¿Connor? -pregunta America, para asegurarse de que había escuchado bien.

-Sí, ¿algún inconveniente? -eleva una ceja confundida Jennifer-, a menos que quieras ir con Alex... -dice como para dejarla acorralada-, te llevará Connor en el auto.

¿Cómo negarse cuando usaba la voz de madre-no-dispuesta-a-negociar?

-Okey- suspira la pelirroja.

-¡Connor! ¡Ven a llevar a America a su casa! 

Creo que hasta en el distrito 2 la escucharon... piensa America. 

-¿Qué mà? -dice una despeinado castaño bajando las escaleras.

-Lleva a Mer a su casa en el auto. 

Connor observa su hermanastra, para nada complacido con el pedido de su madre.

-¿Y ella no tiene pies? -pregunta este mientras se reposaba en el posa manos de la escalera.

Jennifer lo observa cruzando los brazos y elevando una ceja. Modo madre-no-dispuesta-a-ningún-acuerdo.

-Okey, okey, iré por las llaves -dice Connor rindiéndose y elevando los brazos en signo de paz.

America suspira, y Jennifer lo nota.

-Se comportarà... espero -susurra esto último, pero Mer lo llego a escuchar. Torció los labios y se metió al celular. Sebastian la llamaba.

Inconscientemente sonríe y se despide de Jennifer para hablar tranquila con Sebas mientras esperaba a Connor.

-¡Amor! ¿Cómo estas? -pregunta America al segundo de contestar.

-Hola nena, bien. Acabo de salir de clases. ¿Y tú? ¿Cómo te fue con el director? -pregunta Sebastian del otro lado de la línea.

-Más o menos... ¿adivina a quien llamaron?

-¿A tu madre? 

-No, a Alex. Digo, también podían llamar a Stephania, o sea, es como mi tía -rueda los ojos mientras juega con las llaves de su casa.

-No lo entiendo, Alex debería haber ido por Connor, digo, es su "hijo" -se noto el cambio de voz del castaño al mencionar al chico con el que peor se lleva.

-Sí, es lo que yo supuse, pero parece que como es mi padre biológico, y Jennifer la madre biológica de Connor... no lo sé, el caso es que estoy castigada a durante una semana a ayudar en la cafetería -rueda los ojos.

-Uy princesa.... ¿y tú madre?  ¿Qué dijo? -pregunta interesado, de fondo se esuchaba el sonido de los autos.

-Simplemente que hablarà con Alex y luego me dirá el castigo que ella me pondrá... ¿estas manejando? 

-Sí, bueno, no. Estoy en un semáforo, pero tranquila, el celular esta con altavoz en el asiento del copiloto.

-Okey, ten cuidado Seba... -America ve por el rabillo del ojo como Connor sale de la casa-, me tengo que ir. Hablamos a la noche. Besos, te quiero mucho -la pelirroja dice cuando Connor pasa a su lado.

-Yo también te quiero princesa, besos -dice y cuelga.

America guarda el móvil en su bolsillo trasero y observa como Connor estaciona el auto frente a la casa.

-¿Vas a subir o qué? -espeta con un tono malhumorado.

-No utilices ese tono conmigo Rush -dice ella entrando al auto y colocándose el cinturón de seguridad, por si las moscas.

-En primer lugar Rojita, mi apellido, te guste o no, es Colenman desde hace 7 años. Así que nada de Rush, Coelnman -dice enumerando con su mano izquierda-, en segundo lugar, eso de "no utilices ese tono conmigo" solo funciona con mamá. Tu no tienes poder aquí -dice  haciendo referencia a  una película animada, pero ¿cuàl era? Entonces arranca el auto.

America resopla y se recuesta contra la ventana del auto, viendo como las casas pasaban rápido del otro lado del cristal.

Mientras tanto, Connor la observaba de a ratos, por milisegundos, pero los suficientes para asegurar que el ambiente estaba incomodo y tenso. 

La pelirroja ve unas cosas en su móvil, juega con sus uñas, golpea sus dedos entre si, todo para intentar no morirse del aburrimiento.

De pronto, su vista de dirige hacia la radio del auto, y bajo la mirada atenta de Connor, puesto que estaban en un semáforo podía observar los movimientos de la chica sin necesidad de estar pendiente de no provocar un accidente, la enciende y busca una emisora.

Monuments de Wesley Turcker suena desde la radio, e inconscientemente America cierra los ojos y se empieza a mover al ritmo de tal melodía. Connor la observaba divertido.

La voz suave pero firme del cantante inundo toda la atmósfera del auto, haciendo el viaje hasta la casa de America más cómodo. La pelirroja empieza a marcar el ritmo de la canción con su mano contra la rodilla, e inmediatamente empieza a tararear el coro de la melodía.

- All of the memories are monuments -tarareó mientras cerraba los ojos, claro, iba en un auto, y su compañero de viaje estaba bastante atento, así que digamos que no era fácil no escucharla-,  I'm thinking about you and what could have been, hearts made of stone but we brought them to life. I have nothing but love na-na nothing but love for you -empieza a moverse sobre su asiento al son de la canción, bajo la mirada divertida de Connor-, ¡Amo esta canción! -dice alegre mientras sigue "bailando".

A Connor se le escapa una risita divertida. Era el primer momento que compartía con su hermanastra donde ninguno mandaba a la Vernon al otro, y sinceramente, le agradaba. Observaba a la pelirroja, incluso cantando su canción favorita a todo volumen sin desafinar y cogiendo su móvil como si fuera un micrófono parecía menos irritante, eso hizo que una sonrisa tierna se posará en sus labios.

Cuando la canción termino, ya estaban a menos de 4 minutos de la casa de ella.

America entra en razón de que acaba de cantar frente al chico que juro odiar cuando tenía 8, entonces lo observa y para sorpresa de ella este ya le estaba mirando. La mirada de Connor choca con la de America, y este le sonríe. Lo cual le pareció raro, pero de igual forma, correspondió a la sonrisa.

Un silencio se apodero del auto, la radio seguía sonando, pero America simplemente quería disfrutar el silencio.

Cuando llegaron a la casa, desabrocho su cinturón y se giro a su hermanastro.

-Gracias, por traerme -dice ella, no sabiendo si despedirse así o de otra forma.

-No hay de qué, mamá de seguro me habría lanzado con un cuchillo si no lo hacía -bromea él, pero America siente como ese comentario le baja un poco la buena onda que llevaba, colocando una mueca en su rostro.

-Bueno, nos vemos Colenman -le dice ella cerrando la puerta un poco fuerte.

-¡Adiós Rojita! -grita él y arranca el auto. 

America se mantiene en su puerta, observando a lo lejos el auto de Connor irse, y piensa, que quizá, Connor no era tan malo después de todo.

Abre su casa y se adentra, olvidando el por qué de que llegaba temprano o por qué venía con su hermanastro, solo se lanzó a la cama y cerro los ojos, esperando que se hiciera de noche para tener la cena.

Mi Madre y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora