Capítulo 10: Nuevo integrante.

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Kira baja de su auto, eran las 5:50 de la tarde. Luego de un día largo en el trabajo había pasado por el mercado para comprar varias cosas para la cena de esa noche.

Entra a su casa, encontrándose con que todo estaba a oscuras. Deja las llaves sobre la mesa ratona y se dirige a la cocina, dejando las bolsas sobre la mesada de esta.

Mira su celular, tenía una llamada perdida. Sonríe al ver de quien trataba, pero no le llama.

Empieza a sacar todas las cosas que compró y  guarda las que no necesitaba. Deja solo lo necesario sobre la mesada y sale de la cocina hacia el baño de la planta baja. Se lava las manos y se observa en el espejo. Su reflejo le devuelve la  mirada, estaba nerviosa, sí, esa noche debía dar una gran noticia, y temía por como reaccionaria su hija de 16 años.

Por un momento la idea de que America deteste la idea cruza por la mente de Kira, pero niega la cabeza alejando esos pensamientos. Sabía que su hija entendería. Sonríe y va a buscarla.

Sube las escaleras y se dirige al final del pasillo, a una puerta blanca que tenía un cartel de colores con la inicial del nombre de la pelirroja menor. Siente una música rítmica dentro, acompañada de una voz suave, toca levemente la madera de la puerta y espera. La voz deja de cantar y America entreabre la puerta. Le sonríe a su madre y abre del todo la puerta de madera blanca. 

-Hola ma -dice y le abraza  suavemente.

-Hola pequeña, ¿qué hacías? -le pregunta Kira mientra le devuelve el abrazo.

-Limpiaba -señala dentro de la recamara.

Kira observa hacia dentro de tal, varias prendas de vestir se encontraban dobladas sobre la cama, el ropero estaba abierto, casi vacío, y sobre el piso reposaban una o dos bolsas con prendas dentro.

-Estoy separando lo que no uso. Quizá lo podamos vender o regalar -se encoge de hombros la pelirroja menor.

-Buena idea amor -sonríe Kira y observa la hora en el reloj del pasillo-, son las 6:05, a las 7:30 vienen Alex, Jennifer y Connor a cenar. Ya te había dicho. Ve preparando tus cosas y baja a ayudarme. 

Kira baja y America entra a su habitación. Tres de las cuatro paredes de la habitación estaban pintadas de un verde manzana, la restante de un verde más fuerte, cada una tenía algo que gritaba "¡Este cuarto es de America Gonzalez!", dibujos, posters, peluches, libros, todo hacia ver que America, a pesar de ya tener 16 años, seguía siendo una pequeña. Porque no importa la edad que tengamos, todos nos emocionamos cuando Disney saca una nueva película, acéptenlo.

Mer se dirige hacia su cómoda, esta tiene un espejo ovalado que sobre su superficie tiene pegadas varías fotos de su propietaria. America sonríe al ver esas fotos.

Se sienta frente a esta y se observa en el espejo. Su cabello pelirrojo estaba atado en un des-prolijo moño, con varios mechones rebeldes colgando al rededor. Se lo desata y se dispone a separar su cabello en dos mitades para luego comenzar a hacer las trenzas cosidas a cada lado de la cabeza.

Una vez terminada, se coloca sus aretes rojos con puntos negros y se pone un canguro bordo sobre su musculosa negra. Se calza sus coverse y baja a la cocina. 

Su madre tenía el pelo atado en una cola alta. Su cabello ondulado caía sobre su espalda como una cascada. Tenía una pañoleta atada al rededor de este para evitar que cabellos rebeldes cayeran sobre la comida, un delantal negro con la frase "Mi hogar es donde hay un tupper de mi madre" evitaba que se manchara. 

America se coloca el suyo, blanco con la frase "No se que hago, solo sigo las instrucciones de mi madre" y se coloca a su lado para cortar y pelar verduras.

-Tengo algo que decirte -dice Kira, lavando las verduras ya cortadas.

-Dime...

-Es... complicado...

-Mamá, ¿que ocurre? -America deja el cuchillo sobre la mesa y observa a su madre.

-Bueno... -en eso suena el timbre-, ya lo veras -dice y corre hacia la puerta, tal y como lo haría una adolescente.

Un gran signo de interrogación se poso sobre la cabeza de America. Se seco las manos y fue hacia la puerta.

Su madre estaba agarrada de la mano de un hombre alto, castaño, un poco canudo, pero que aun mantenía su esencia de joven en sus ojos. America observo como el hombre veía a su madre, de la misma forma que Sebastian la veía a ella, ¿no será que...?

-¿Mamá? -dice ella para romper la atmósfera de los tórtolos-, ¿quien es?

-Mer... el es Cameron... mi pareja -dice un poco sonrojada Kira.

America abre los ojos por la sorpresa, su madre, ¿con novio? Instintivamente observa a Cameron, este le sonreía encantador. No parecía nervioso, mientras que Kira se moría de nervios. 

-America, es un placer -dice y le extiende la mano, la cual America coge casi al instante-, tu madre siempre me habla de ti. 

-Es un gusto Cameron... y lamentablemente no puedo decir lo mismo -sonríe ella.

¿Estaba feliz? Obviamente, su madre merecía a un hombre que le hiciera feliz en su vida, y si ese hombre era Cameron, America lo aceptaría con gusto.

-¿Y hace cuanto...? -señala sus manos entrelazadas.

-3 meses... -susurra Kira.

America no puede evitarlo y se ríe.

-Lo siento, es que, ni yo me puse así cuando te presente a Sebastian. 

Kira hace una mueca y se acerca para abrazar a su hija.

-Gracias por entender amor -dice abrazándola.

-¿Cómo no hacerlo? Recuerda lo que te dije hace mucho, tu también mereces ser feliz -dice la pelirroja menor correspondiendo al abrazo-, bueno, falta 1 hora para que vengan Jenni con Alex y Connor, y aun queda mucho por hacer. Espero que sepas cocinar Cameron -dice America separándose de su madre y yendo a la cocina.

-Lastimosamente no fui dotado con ese don -dice Cameron haciendo reír a America desde lejos-, ¿ves? Todo saldrá bien -dice él abrazando por sobre los hombros a Kira y besando la sien de ella.

Ambos adultos entran a la cocina y entre risas y anécdotas preparan la cena.

Mi Madre y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora