Capitulo 21: Golpes, abrazos y sentimientos.

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-Es un desgraciado, un embustero, un cobarde -soltó Camila mientras bebían un licuado de frutas cada una-; voy a... voy a... a pegarle chicle en su asiento, sí. Luego voy a llenarle de arañas su mochila, y luego voy a... ehhh... -se calla al no ocurrirle nada más ingenioso.

Sin intentarlo, logra que America ría levemente.

-Tranquila Cam... -le dice la pelirroja jugando con su sorbito.

-¡Aparte un día después de su mesaniversario! Es un escuincle del mal...

-Connor parece que se encargara de él -responde America.

-Hablando de Connor -la pelinegra deja su licuado de lado y cruza los brazos sobre la mesa-, ¿qué onda?

-¿Hm?

-Eso, ¿qué onda? Primero se odian, luego hacen una guerra de comida, después te quedas a dormir en su casa, comenta una foto donde apareces con dos corazones, por cierto, tengo una teoría de ello, y ahora llegan juntos al liceo y te defiende... ¿qué onda?

-No sé que quieres decir con eso Cam, es... es que últimamente no ha sido tan idiota...

Camila eleva ambas cejas, luego mira al techo, preguntando si su amiga es tonta o le tira piedras a los aviones.

-Bueno, después me contaras. Lo que importa ahora es: ¿qué harás con Sebastian?

America se encoje de hombros y sorbe su licuado. Nunca había pensado en la posibilidad de que Sebastian le pudiera ser infiel, siempre había sido muy cariñoso y amoroso con ella, nunca le había hecho dudar, y jamás dio a entender que se sintiera incómodo con ella, así que, ¿en qué habían estado mal?

-Nunca espere que pasara esto...

-¿Y quién lo espera Mer? Dios, eran la mejor pareja del liceo, todos los adoraban, yo los re shippeaba, a la vista de todos siempre estuvieron re bien.

-Y a mi vista también, pero ya ves... Quizá todos precisamos lentes ahora... -suspira y se deja caer en el respaldo de la silla, aunque enseguida se aleja de nuevo-, no se que hacer.

Camila la mira mientras tuerce los labios, en ese momento solo deseaba hacer dos cosas: la primera, hacer sentir mejor a America, obviamente. Y la segunda, ayudar a Connor fuese lo que fuese lo que le estuviese haciendo a Sebastian.

Pero por ahora, prefería hacer la primera, luego iría a molerle la cara a golpes al otro.

-Ey -le llama la atención-, ¿sabes que te hará sentir mejor?

America la mira con curiosidad.

-Party de piscina en casa-dice emocionada mientras mueve los hombros haciendo un baile extraño.

America se ríe, como amaba a esa pelinegra.

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Connor Narra.

Espere a que el auto de Camila se fuera para girarme hacia Sebastian.

El muy bastardo se estaba separando de aquella castaña, la cual se iba hacia adentro del liceo. Por cierto, la reconocí, es una compañera mía y de America, creo que se llama Ana.

Sebastian vio su reloj, también lo vi, 7:15, America siempre llegaba 7:10, bueno, menos hoy, que la traje 7 en punto. Seguramente el niño se preguntará dónde estará su novia.

La va a llamar. Me empiezo a acercar. Puedo ver como se asombra al ver, de seguro, tantas llamadas perdidas y enseguida sonríe. Ja, iluso.

Se pone de espaldas hacia mi.

Mi Madre y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora