— ¡Juro que es verdad! — exclamó Julie la noche siguiente, tras haberle contado a Zed lo que ocurrió con la extraña joven — Ella tenía el cabello blanco, iba vestida de negro, me empujó y huyó.
Aun así Zed parecía reacio a creerle y ni que decir de Rave, el cuervo se estaba muriendo de la risa, literalmente, no podía respirar y parecía que le estuviera dando un ataque mientras Rize le miraba con molestia. No es que Julie estuviera contando algo gracioso, el guardián simplemente creía que ella había perdido la cabeza.
— ¿No será que te confundiste un poco? — inquirió Zed — Hasta ahora, no he visto a ninguna portadora como la que describes.
— ¡¿Confundida?! Eso es poco, se le zafó un tornillo — se carcajeó Rave.
No, Julie estaba completamente segura de lo que había visto, no quedaba la menor duda, ella había estado a punto de atacar a aquella joven. Es más, no comprendía por qué Zed y Rave no le creían aún cuando Rize era un testigo que presenció todo lo ocurrido y el zorro había dado fe de su palabra.
— ¡Me dijiste que hay un montón de portadores alrededor del mundo! — dijo Julie acariciándose las adoloridas sienes — Es imposible que los conozcas a todos.
— Eso es verdad — concedió él — Pero sí conozco a todos los portadores de esta área y generalmente no solemos alejarnos demasiado de dónde vivimos, es por eso que se me hace extraño que hayas visto a una chica así.
Julie decidió no insistir más...
Si tenía que buscar a esa chica por sí misma, sin ayuda de nadie, lo haría... Había algo extraño en ella, algo que a Julie le llamó la atención, no sabría decir con seguridad qué pero quería encontrarla. Además, Julie no había visto a un guardián junto a ella por lo que dudaba seriamente que fuera una portadora, aún así, tenía una fuerza considerable a juzgar por el empujón que Julie había recibido. Aunque su razonamiento no era del todo correcto, puesto que podría ser que el guardián de la joven estuviera oculto. Aún así, ella no tenía razón para huir... A menos que Julie tuviera cara de pesadilla.
— Cambiando de tema — sugirió Zed cuando notó la exasperación de la joven — ¿Qué tal te fue ayer con Rose?
Julie miró mal a Zed, no porque estuviera molesta con él en concreto, siendo sincera, la causa de su molestia era la risa burlona de Rave y no era la única en ese estado, Rize parecía estar a punto de comerse al cuervo de un bocado solo para callarlo. Era la primera vez que Julie veía esa mirada de parte de Rize pero si la actitud de Rave le molestaba, Julie no le impediría deshacerse de él, es más, se lo agradecería luego... Aunque creía que Zed no estaría muy feliz con ello.
— Ella es muy amable, me ayudó muchísimo, siendo sincera, jamás en mi vida pensé que sería tan ágil — admitió Julie.
— ¡Me alegra escucharlo! Es una de las mejores ¿Sabes? Jamás intentaría combatir contra ella.
— En realidad, ¿No querrás decir "jamás intentaría combatir contra ella de nuevo"? — soltó Rave y luego añadió — Ya que patearía mi trasero de nuevo.
Zed miró mal al cuervo, bueno quizá en ese preciso instante no se enojaría si Rize se deshace de él... De no ser porque moriría. Pero Rave tenía más comentarios exasperantes que de costumbre, aunque Julie no le diría nada debido a la deuda que tenía con el guardián, ya que al parecer no había difundido el hecho de que ella y Zed asistían a la misma universidad.
Quizá debió seguir el consejo de Rize y permitir que Rave se lo dijera, igualmente ¿Qué tiene de malo que puedan conocerse en el mundo terrenal? Nada, en absoluto, simplemente que Julie se había llenado de nervios, sobre todo cuando vio a la chica con la que se marchó y decidió que sería mejor que ambos siguieran caminos separados, por el momento, solo viendose en el mundo onírico.
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Ilusión
FantasyLa primera vez que lo vi pensé que me mataría: usaba prendas negras, cargaba una afilada hoz y un cuervo le hacía compañía; al despertarme en medio de la noche, lo único que logré pensar es que la muerte había llegado por mi alma. Y luego, escuché...