Julie observó como Zed se apartaba de ella, sus ojos a rebozar de confusión mientras miraba de un lado a otro intentando asimilar lo que estaba en su entorno. Si Sabrina había alterado sus recuerdos de la misma manera en que había hecho con Moira, entonces Julie tendría un problema más por resolver en sus manos y no tenía idea de cómo lo haría, hasta el momento no habían encontrado la manera de deshacer lo que le había ocurrido a la antigua portadora.
— ¿Dónde estoy?
— Zed ¿Qué te ocurre? —indagó Rose intentando acercarse al portador, pero este se alejó aún más, manteniendo la distancia como si desconfiara de ellas.
— ¿Quién es Zed? No comprendo que estoy haciendo aquí, no las conozco —habló el portador justo cuando Rave se despertaba y comenzaba a hacer preguntas también, los ojos de Zed se abrieron desmesuradamente — Ese cuervo está... Hablando.
— ¿Qué demonios ocurrió aquí? —exigió Miranda mientras intentaba mantener calmado a Rave, el cuervo se movía incesantemente, intentando escapar. Julie tomó una respiración profunda y se acercó a Zed, él la observó de pies a cabeza frunciendo el ceño y ella sólo habló cuando estuvo lo suficientemente cerca como para no ser escuchada por Rose y Miranda.
— Dylan, te ayudaré —susurró la joven.
— ¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó el de regreso, al parecer la intuición de Julie era correcta y Sabrina solo había alterado sus recuerdos sobre el mundo onírico. El chico ante ella estaba volviendo a vivir la sorpresa de encontrarse en un mundo plagada de magia y seres fantásticos.
— Puedes confiar en mí.
En un acto de valentía, Julie estiró su brazo y tomó una de las manos de Zed entre las suyas, intentando reconfortarlo, lo que sucedió después los dejó a ambos sin aliento. Ante sus miradas anonadadas un resplandor blanquecino surgió en las manos de Julie y reptó por el brazo de Zed, la mente de la joven comenzó a inundarse de recuerdos y sentimientos que no eran suyos, ella notó los espacios en blanco que parecían tan inusuales e incorrectos y como si de un acto instintivo se tratase dejó que su poder los recuperara, enlazando de nuevo sus memorias y corrigiendo el daño que Sabrina causó en su mente.
A Julie no le tomó mucho tiempo enmendar el error y para cuando soltó la mano del portador estaba agotada, pero orgullosa de sí misma y Zed la estaba mirando con agradecimiento y asombro, ni ella misma podía creer lo que acababa de ocurrir, su poder se había manifestado de la nada, inundándolos a ambos con fuerza y deshaciendo el poder de Sabrina.
— Increíble —murmuró Zed con un hilo de voz— fue una sensación extraña, como una esencia cálida y reconfortante.
— ¿Recordaste todo? —inquirió Julie, incapaz de contener su alegría, seguramente sería capaz de ayudar también a Moira.
— Sí, incluso lo que pasó con Sabrina —respondió Zed pasándose las manos sobre el rostro en evidente frustración— Entonces, fue ella quién hizo todo esto... Y nosotros le dijimos sobre Moira, dada su expresión cuando mencionamos lo del coma, ella no tenía idea de que seguía con vida en el mundo terrenal.
— La pregunta más importante es: ¿Por qué le hizo eso a Moira? —aportó Julie.
— No —negó Miranda acercándose y dejando al cuervo en las manos de Julie— ¡Toma! Haz lo que acabas de hacer a Rave... La pregunta más importante aquí es, o mejor dicho, las preguntas son: ¿Quién carajos es Moira?¿Por qué esa mujer los estaba atacando?¿Quién era ella? ¡Más vale que se expliquen ahora mismo!
— Moira es una portadora que ha estado atrapada aquí por diez años sin poder regresar a su cuerpo —aclaró Zed— Y al parece, la mujer que nos atacó, Sabrina, es la causante.
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Ilusión
FantasyLa primera vez que lo vi pensé que me mataría: usaba prendas negras, cargaba una afilada hoz y un cuervo le hacía compañía; al despertarme en medio de la noche, lo único que logré pensar es que la muerte había llegado por mi alma. Y luego, escuché...