Capítulo 10 "Memorias extraviadas"

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— ¡Estás demasiado tranquila para alguien que apenas está aprendiendo a manejar su arma! —observó Miranda cuando llegó al lado de Julie, quien se encontraba acostada sobre el techo del edificio donde vivía, contemplando los colores del cielo con la impresión de que si alzaba la mano sería capaz de tocarlos.

Rize estaba acostado a su lado, en realidad Julie estaba relajada puesto que solo se había topado con dos pesadillas pequeñas, no más grandes que su puño y había sido perfectamente capaz de deshacerse de ella sin problema. Ambas habían estado vagando de apartamento en apartamento en su edificio, buscando a quien torturar y puesto que Julie había tomado el rol de protectora con Silvia, pues no dejaría que nada se le acercara más.

Julie miró a la recién llegada, el día de hoy llevaba el largo cabello recogido en una coleta, algunos rizos se habían salido y enmarcan su rostro fino de muñeca. En sus brazos estaba Floppy, con los ojos cerrados evidenciando su deleite ante las continuas caricias de su portadora, Julie incluso podía asegurar que escuchaba su ronroneo.

— Gracias a Rose me siento más segura —aceptó la joven recordando como la portadora aún continuaba ayudándole con sus movimientos y estrategias.

— ¡Oh, sí, claro! Por supuesto, esa engreída te está ayudando, lo había olvidado —contestó Miranda mientras se sentaba al lado de Julie y dejaba ir a Floppy. Para la sorpresa de la nueva portadora, Floppy se vio envuelta por un resplandor y cambió de forma, creciendo hasta ser de nuevo del tamaño en que ella la había conocido.

Ante ambas estaba de nuevo la enorme tigrilla, quien rápidamente se acostó y cerró los ojos. Al parecer, no le daba importancia alguna a que fueran atacadas de nuevo, y Miranda tampoco a juzgar por lo distraída que parecía.

— Rize, ¿Tú también puedes cambiar de forma? —preguntó Julie mirando al zorro en esta ocasión, su guardián se estiró y la miró con seriedad, como siempre hacía.

— Por ahora no.

— Ni ahora, ni nunca —aclaró Miranda mientras los miraba de reojo— La transformación hace parte de mis poderes, por eso Floppy puede adquirir esa forma... Los guardianes están atrapados en su forma animal y solo hasta que sus cuerpos son lo suficientemente fuertes, pueden adquirir una forma semi humana, y empezar a usar sus poderes por sí mismos.

— Eso es verdad, podré transformarme cuando seamos lo suficientemente fuertes, cuando controles tus poderes al máximo —aceptó Rize girándose para darle la espalda a Miranda, haciendo evidente que para él su presencia no era del todo agradable.

No es que Julie pudiera decir lo contrario.

— En el caso de Floppy, ella comenzó a utilizar sus poderes hace un par de semanas, sus primeras transformaciones eran algo incontrolables pero ha aprendido a manejarlo ¡Es muy buena! —comentó Miranda con orgullo mientras se inclinaba contra una de las peludas patas de su guardiana, acostándose cómodamente.

— ¿Tú también puedes hacerlo?

— Por supuesto, con mi cuerpo o con objetos externo ¡Observa! Te mostraré mi increíble poder —Miranda tomó su arco entre las manos y sonrió mientras un resplandor dorado se apodera del objeto, para cuando se desvaneció, solo había una espada, idéntica a la de Julie, en las manos de la portadora.

Al cabo de un instante, ella lo regresó a su forma original.

— ¡Ja, ni en tus sueños tendrás un poder tan bueno como el mío! Ni siquiera la toxicidad de Rose puede compararse.

En eso la joven tenía razón, admitió Julie, el poder tóxico de Rose superba por mucho un cambio de forma. Aunque ella sabía que Miranda no lo decía en ese sentido, simplemente buscaría la manera de jactarse sobre todo en lo que a ella se refería, ya a Julie no le sorprendía, simplemente la toleraba cuando pasaba tiempo con ella en el mundo onírico... La había conocido muy bien en los pocos días que llevaba ahí, más que todo porque a Miranda le encanta hablar sobre sí misma.

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