Las cosas no fueron tan bien como Sabrina esperó desde un principio, evidentemente, alguien se había topado con Moira, una guardiana llamada Sascha, quién la llevó ante otros guardianes pero no lograron regresarle sus recuerdos y acudieron Sabrina en busca de respuestas, puesto que muchos en esa ciudad conocían que ella pasaba mucho tiempo con la portadora debido a Owen y como no habían vuelto a ver al portador.
Sabrina no tuvo más opción que contarles lo ocurrido, con unas cuantas alteraciones, si los guardianes se enteraban de lo que había hecho y de lo que pensaba hacer, la destruirían por traición. La conexión entre un guardián y un portador es esencial, respetada y aunque se termina cuando un guardián puede utilizar todo su poder, es de vital importancia para el equilibrio del mundo onírico, son las almas humanas las que otorgan estabilidad... Puesto que, en algún momento después de muchos años, los guardianes se convierten en la peor criatura que existe en este mundo: un espectro.
La triste realidad, el ciclo de vida que todos estaban obligados a experimentar... Nacerían con la llegada de un alma humana, adquiriendo una forma animal, sin utilizar sus poderes por sí mismos. Tendrían que esperar ha que su portador desarrolle todo su poder para tener una forma humana y con el paso de los años enfrentando el mal, al final, se convertirían en la maldad pura.
En algún momento de su vida, todo espectro fue un guardián, era la ley del mundo y hasta el momento, jamás habían hallado la forma de evitarlo. Así que, no importaba qué hiciese, Sabrina se convertiría en una de esas criaturas y los demás guardianes también, y al llegar a esa forma, harían lo que fuera por poseer un cuerpo humano, sin razón aparente, sus corazones se pudrirían y la perversidad abundaría en sus acciones.
Aunque Sabrina ya se sentía de esa manera, sin embargo, ella estaba haciendo todo aquello por una buena causa: traer de regreso a Owen. Así que cuando los demás guardianes le preguntaron, Sabrina fingió dolor y abatimiento, lamentar la pérdida de Owen era tan sencillo y al relatar su versión, la única disponible sobre lo sucedido, uno pensaría que deberían creerle.
Primero, Sabrina intentó convencer a los demás guardianes y portadores de que algo horrible había ocurrido, que los habían atacado muchos espectros, lo cual no vendría a ser mentira y que habían asesinado a Owen, que se habían encargado de destruir la piedra enlace de Moira, dejándola en su estado actual, y que no había rastro de Cometa desde entonces.
Sin embargo, los guardianes jamás serán seres sencillos de engañar, su conocimiento es común, el mundo mismo lo provee. Ellos sintieron sus mentiras, lo que causó que el caos reinara mientras Sabrina se encargaba de manipular la memorias de todo aquel que se cruzara en su camino. Cada vez que un guardián y un portador viera Moira, la ignorarían y la olvidarían al cabo de un rato, no fue algo sencillo de lograr... Sabrina salió sumamente lastimada de sus múltiples enfrentamientos pero en cuanto tocaba la mente de su oponente con su poder, ya estaba decidido que iba a ganar, después de eso, ella solo debió asegurarse de alterar la mente de cada portador que llegase a la ciudad donde Moira deambulaba, junto con su guardián.
Después de un tiempo, Sabrina decidió que no viviría más entre los guardianes, su lugar ya no era ese, era demasiado agotador estar limpiando su memoria, además, comenzaba a notar que su poder de olvido era cada vez menos fuerte, menos preciso, más volátil, arrasando con cualquier recuerdo, así Sabrina no quisiera deshacerse de todo... Sabrina iría con sus enemigos pero antes, tenía que encontrar la manera de que el efecto fuera tan fuerte con los guardianes, como lo había sido con Moira.
Pero, durante años buscó y no lo encontró... Hasta que un día, llegó un nuevo portador al mundo onírico, el chico era poderoso y no tardó en desarrollar un don sublime: alteración. Sabrina lo observó durante mucho tiempo, podía alterar objetos, espacios, formas y ella notó que sería el indicado cuando un día lo vio alterando la mente de su guardián, ella se percató porque el guardián del chico lucía sumamente confundido después de que él empleara su poder.
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Ilusión
FantasyLa primera vez que lo vi pensé que me mataría: usaba prendas negras, cargaba una afilada hoz y un cuervo le hacía compañía; al despertarme en medio de la noche, lo único que logré pensar es que la muerte había llegado por mi alma. Y luego, escuché...