¡DEMONIOS!
Calma, tranquila, es solo una pesadilla, un mal sueño ¿aún sigo dormida? Sí, claro, ha de ser eso; sigo dormida. El no me está viendo, no se está fijando en mi, no claro que no. Solo mira en esta dirección por que hay una gran pizza con peperoni en su cama esperando a que se la coma.
¿Verdad?
—¿Quien eres tú?
—¿Puedes verme? —pregunté incrédula. Pues, a menos que le esté preguntando a la pizza quien es, estoy salvada. ¡Estúpida, Es obvio que es conmigo, idiota! El poder de invisibilidad se terminó y estoy parada frente a mi protegido. Él asintió—. Yo te lo puedo explicar, Adrien.
Y es en ese momento que caigo en cuenta, mis neuronas por fin logran hacer sinapsis, y como respuesta de nervios, llevo a mis palmas sobre mi boca.
—¿Quien eres y como sabes mi nombre? —Me negué a responder.
¡Maldita sea!
¡Rompí dos reglas en un minuto!
¡Tiene que ser un récord! ¡Se supone que no me debe ver! ¡y peor aún! ¡no le tuve que dirigir la palabra! ¿Por qué soy así?
Y todo por la culpa de esos tres idiotas y mis buenos sentimientos. Oh cielos... Tikki me va a dar una reprimenda gigante.
En mi defensa, verlo nuevamente burlado, triste e indefenso, como si fuera un gatito maltratado, hizo que mi corazón se destrozara en mil pedazos; sentía su dolor, sus miedos, escuchaba sus pensamientos. La forma en la que se debatía consigo mismo, para no meterse en problemas con su padre. El amor y respeto que guardaba por una persona que solo lo ignoraba. Adrien no merecía pasar por una experiencia tan horrible como lo es la extorsión, no lo iba a permitir, aunque me saliera caro.
—¿Pu-puedes responder mi pregunta? —insistió él. Se encontraba asombrado y asutado por lo abstracto de la situación. Es decir, no a cualquiera lo salva una hermosa chica en traje de látex con estampado de catarina. Primero haciendo creer que es un fantasma, y luego presentandose como una descontrolada que tiene intenciones de volar el pantalla plasma de tú habitación.
¿Qué debía responder?
¿Qué le digo?
¿Lo golpeo con una sarten como Rapunzel a Yuyin?
¿Lo dejo inconsciente?
¿Y si lo hago creer que todo es un sueño?
—Yo... —Mis ojos fueron desde su cuello hacia abajo ¡demonios! Debo mantener el control, tengo que enfocarme en sus ojos, no en ese cuerpo, que bien escondido se lo traía ¿cómo diablos no se le notó todo este tiempo? ¡No! ¡No! ¡No! ¡Ya basta! ¡Concéntrate Ladybug!—. Todo es un sueño... nada de esto pasó realmente, tú y tú estrés se lo han inventado.
Adrien es ingenuo, me lo demostró al estar con Alya, si ella pudo engañarlo, ¿por qué yo no?
—¿Un sueño? No, definitivamente no estoy soñando —dijo con firmeza, casi con convicción, algo que no es común en él.
Mierda, cuando te viene en gana usas tu sentido común ¿no es verdad?
—Esto es un poco extraño, lo sé, así que estás en todo tu derecho de creer lo que quieras. —comenté persuasivamente, sosteniendo el contacto visual con él—. Pero te diré que es la única explicación lógica Adrien, en la vida real no ocurren eventos tan inusuales ¿o sí?
A pasos lentos fui hacia la cocina. Él seguía preguntándose si aquello que le decía era verdad o no. Yo debía cerciorarme de que cayera de un modo u otro desmayado y despertara luego, pensando que en realidad era un sueño. Gracias Rapunzel, por enseñarme métodos. Busqué la sarten en la cocina y al tomarla el se dio la vuelta. Rápidamente la escondí en mi espalda.
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•Symphony of the Soul•
FanfictionEl consejo supremo de Arcángeles ha designado a Marinette como la Serafín de Adrien, lo que significa que ella tendrá que cuidarlo y ayudar a encontrar a su otra mitad. Esto suponiendo que uno de los demonios de Cupido no entorpezca la misión. De es...