«—¿Mamá los ángeles existen? —preguntaba una pequeña y tierna voz.
—Claro que sí, cariño. Los Ángeles guardianes siempre nos cuidan y velan por nuestro bienestar —fue la respuesta que obtuvo—. Son seres puros que nos ayudan a levantarnos en los momentos más difíciles.
—¿Yo tengo un ángel guardián? —el niño de cabellos dorados le echó los brazos al cuello a su madre.
La mujer lo abrazó y depositó un beso en su frente.
—Por su puesto, ella está justo ahí —señala en mi dirección. Sus ojos verdes se conectan con mi azul mirada—. Cuida a Adrien, te lo pido, Lady.»
(...)
El sonido de un estómago hambriento, a mi lado, me despertó de tan extraño sueño. Sí, sueño. Algo bastante inusual, ya que por más de dos meses no he sentido la necesidad de dormir, es desagradable que los castigos también afecten mi inmunidad como serafín, convirtiéndome en una simple mortal con necesidades básicas.
Siento un pequeño peso en mis piernas, lo que me lleva a abrir los ojos. Adrien está en la otra esquina del sillón tapado con una manta, al igual que yo. Sin embargo, llevo a Lila en mis piernas. Ambos nos quedamos dormidos medio sentados en el sillón, luego de la larga explicación/mentira donde supuestamente yo era su ángel guardián, y tenía que acatar ciertas normas mientras estuviera en su presencia de forma física. Como por ejemplo: él no podía tocarme, sino desaparecería al igual que una burbuja. No hablarme, porque sino golpearía su linda cara de princeso, había de pensar que soy invisible. La verdad es que en realidad la primera regla era una vil mentira, bueno, una pequeña mentirita blanca.
Porque tendría que explicar demasiadas cosas si me atrevo a decirle de frente:
“¡Hey, princeso! Soy la solución a todos tus problemas en el amor, yo tu grandiosa y perfecta Serafín, te ayudaré a encontrar tu media naranja”
Pero no, no puedo decir eso, si no quiero que mi superior llamada Tikki me mande junto con unas patadas en el culo, al mismísimo infierno.
Luego de que mi rubio se despertó hizo desayuno, me dio un plato con comida sin decir palabra, y puso una maratón de películas Disney. Me tenia harta, La bella y la Bestia, la Sirenita, La Bella Durmiente, se sabia todas las canciones de las princesas, ¡hasta los diálogos! Y luego se pregunta por qué digo que es una nena.
Me abstuve de decir cualquier clase de comentario hiriente mientras cantaba “Un Mundo Ideal”, como si no estuviera ahí con él, como siempre. De hecho, es lo que pensaba hacer durante las próximas horas, hasta que termine mi primer castigo y empiece el segundo.
Anoche creo que caí dormida sin predemitarlo, al igual que Aurora.
Aún tenía puesta la ropa de Adrien y mi traje todavía no se digna a regresar.
De pronto sentí que la mirada esmeralda del chico estaba sobre mi, y en efecto, al voltearme, estaba allí observándome y muriendo de los nervios, en eso se la podría pasar. Cargaba a Lila como de costumbre.
—¿Dor-Dormiste bien? —preguntó sentándose al otro lado de la sala, mientras se limpiaba las manos del pantalón, suda demasiado—. ¿Todavía tienes hambre? La verdad es que no pensé en preguntarte qué querías comer, es decir, no sabía que los ángeles comían, y bueno, si quieres puedo cocinar algo que te guste para el almuerzo, yo...
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•Symphony of the Soul•
Fiksi PenggemarEl consejo supremo de Arcángeles ha designado a Marinette como la Serafín de Adrien, lo que significa que ella tendrá que cuidarlo y ayudar a encontrar a su otra mitad. Esto suponiendo que uno de los demonios de Cupido no entorpezca la misión. De es...