Jugatela Por Mí (JuaniXEmma)

Capítulo 10

Juani

Estaba apunto de entrar al consultorio de la ginecóloga a la que Diego me había recomendado. Hoy decidí faltar a clases porqué estoy comenzando a tomar como prioridad mi sexualidad y mi género, así que para eso debía de informarme con las personas adecuadas y no solo por internet.

-Juani Salinas -escúcho decir en voz alta a una mujer.

-Soy yo -dije levantándome de la silla en la sala de espera.

-adelante -abre la puerta y se hace a un lado para que yo pueda pasar -tengo una pregunta, ¿es Juana o Juani? -dentro del consultorio había a un lado un escritorio y al otro estaba una especie de camilla.

-Odio con mi vida el nombre de Juana, asi que todos me llaman Juani -digo mientras ella se sienta en la silla detrás de su escritorio, con un gesto me indica que yo tambien tome asiento.

-Perfecto, era nada mas por cuestiones de expediente, soy la doctora Leticia y hoy vamos a hacer la primer revisión, tomaré unas muestras para ver tus niveles hormonales y checar que todo vaya bien -asiento -puedes cambiarte de ropa detrás de aquellas cortinas y ponerte esta bata descartable.

Estaba nerviosa, era la primera vez que venia a hacer esto, tenía tantas preguntas en mi cabeza y ahora me parece que tengo todo en blanco. Me cambio rapido y salgo, la doctora me indica que me recueste en la camilla.

-tranquila, sé que estas nerviosa pero por el momento no hay nada que temer, igual despues podemos hablar un poquito por si tienes alguna duda ¿te parece?

-si, me copa -dije y trate de tranquilizarme. 

Pasaron unos minutos que parecían eternos, no es fácil mostrar tus partes intimas a una completa desconocida, pero me concentré en que era para mi bien. Ella iba haciendome preguntas normales para la historia clinica, poco después se levantó y se quito los guantes y me dijo que habiamos terminado.

-veo que no eres de muchas palabras -dijo volviendo a su escritorio -o ¿me equivoco? -su voz era totalmente amable y dulce.

Sonreí -no se equivoca

-bueno, espero no haberte hecho pasar un rato tan mal -dijo devolviendome la sonrisa.

-no se preocupe, soy un poco antisocial digamos.

-eso me tranquiliza, ¿tienes alguna pregunta para mí?

Entré en panico, habia llegado el momento exacto por el que había venido hasta acá, tomé valor y dije lo que nunca antes le había dicho a nadie más.

-yo eh... yo -dudé un poco -yo me siento mal con mi cuerpo -no sabía si esas eran las palabras correctas, pero sabía que era mas o menos lo que sentía.

-¿cómo así? -tenía preocupación en su rostro -¿sientes dolor en alguna parte del cuerpo? ¿dolor en los senos, vientre?

-No -dije para tranquilizarla -yo... yo no me siento bien siendo mujer.

Ella pensó su respuesta por un momento, tenía miedo a que pensara que yo estaba loca.

-¿querés hablar sobre el tema de transgénero? -dijo tranquilamente y cuando dijo eso yo recordé como se respira.

-si -dije entusiasmada, me alivio mucho que me comprendiera casi al instante.

-bueno, quiero que sepas que para mí no es ningún tabú hablar sobre esto, así que puedes sentirte comoda conmigo -adoraba la tranquilidad y la paz que transmitía, por un momento llegué a pensar que pondría el grito en el cielo.

-gracias, y sí la verdad es que me sentiría mucho mejor si la vida me hubiera favorecido en ser un chico y no una chica -ahora me sentía mucho mejor, hablaba con mas fluidez.

-ya veo que te sientes mas comoda y eso me alegra. Yo te digo que el proceso es largo, pero siempre y cuando tu determinación este al cien y nada te haga dudar, al final vas a lograr el resultado que quieres. Mi mayor consejo es que busques ayuda psicológica, y no pienses que te lo digo porque estés loca, no. Sino porque necesitas un soporte psicológico estable, porque a como dije antes, ese proceso es muy largo, por otra parte debes de ir sacando este tema con tus padres y tratar de tener su apoyo, ya si no lo consigues es ahí donde entraría mas la ayuda psicológica y ahorrar mucho dinero, para que siempre vayas a médicos especializados y no caigas en lugares clandestinos y así no pongas en riesgo tu vida.  -entendía a la perfección todo lo que me acababa de decir. Algunas cosas ya las habia leído en internet, pero ahora que me lo dijo alguíen que tiene conocimientos acerca del tema, estoy mas segura.

-¿puedo abrazarla? -mi pregunta la sorprendió por completo, incluso a mi me sorprendió.

-por supuesto -se levantó, rodeó el escritorio y abrió sus brazos. Me levante y la abrace -gracias. Muchas gracias.

-no tienes nada que agradecer, hoy diste el segundo paso y estoy feliz de que me hayas elegido a mi para poder darlo.

-¿segundo paso? ¿cuál fue el primero?

-Decidir Juani, y eso es algo que solo podías hacerlo tú. -cuando dijo eso, yo tambien me sentí agradecida al cielo por haberme topado con ella en esto.

Nos despedimos y me dejó la cita para dentro de dos semanas, si todo salía bien, entonces esa era una buena señal. Decidí pasar por el consultorio de Diego y ver si tenía tiempo libre.

-hola Juani -dijo mientras entraba en su consultorio, me abrazó y me dio un beso en la frente como siempre solía hacerlo desde que supo que era su hija. -¿salimos a almorzar?

-sí, dale - él tomó su chamarra de cuero negra y salimos de su consultorio.

Adoraba los viajes en moto, y por dicha eligió un restaurante que quedaba un poco lejos de la clínica. Cuando llegamos, buscó un lugar para estacionar la moto.

Entramos al lugar y era muy bonito, un mesero nos indicó una mesa que estaba libre en una terraza, nos acomodamos y no tardamos nada en ordenar.

-y bien, ¿cómo te fue? -pregúnto él cuando el mesero se había llevado nuestras ordenes.

-super, pensé que iba a hacer un poco mas incomodo, pero no.

-te dije que era buena.

- es la mejor. -sonreí

El mesero trajo nuestra comida, Diego me contaba muchas de sus anécdotas cuando fue a la universidad y yo le contaba alguna de las mias, así que comíamos entre risa y risa, estaba teniendo un momento muy agradable con mi padre, mi verdadero padre.

Cuando terminamos de almorzar me trajo a casa, él se veía realmente contento y yo tambien lo estaba.

Cuando Diego se fue, entré en la casa y decidí enviarle un mensaje a Emma, a esta hora ya estaría fuera de la escuela.

J: che ¿estas ocupada?

E: para vos, nunca. Estoy saliendo del colegio.

J:¿hasta ahora? Pensé que ya estarías en tu casa.

E:tenía un asunto que resolver.

J: ok, nos vemos en 20 minutos en la plaza ¿te parece?

E: Nos vemos ahi. Besos

Adoraba las veces en las que Emma ponía la palabra besos en su mensaje. Me cambié de ropa y salí a encontrarme con el amor de mi vida.