Capítulo 22

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Juani

Estaba re nervioso, estaba de camino al hospital público que queda mas cerca de la casa para averiguar todo lo que tengo que hacer para iniciar con el tratamiento hormonal, todos estos días lo he estado hablando con mi vieja y con Diego, y sé que me apoyan a muerte, ayer se me dio  la oportunidad de poder hablarlo con Emma, pero al final me invadió el miedo y ya no lo hice.

¿Por qué tengo que ser tan cobarde?

Aunque los días están pasando, estamos a tan solo unos meses de poder graduarnos y salir del secundario, para mientras podría ir preparando el terreno, darle algunas ideas, buscar información.

A quien quiero engañar, cuando le diga que soy un chico trans seguramente se va a espantar y me va a dejar solo, mi mayor miedo se va a cumplir la puta madre.

Por fin llego al hospital, entro y lo primero que hago es buscar quien me puede dar información, creo que me estoy arrepintiendo de haber venido solo, pero es algo que quiero hacer solo y si venía con Antonia iba a ser un poco penoso para mí.

-hola, ¿disculpe? –Le digo a una enfermera para que me preste atención -¿dónde tengo que preguntar para obtener información acerca del tratamiento con hormonas?

-por esa puerta, aunque desde ya te digo que no vas a tener mucho éxito.

-¿Cómo así?

-es muy difícil hacer ese tipo de tratamientos en este hospital, pero mejor que te lo explique el encargado –dice y me sonríe con aire triste.

Me dirijo hacia la puerta que me indico, toco la puerta y escucho que una voz masculina me indica pase.

-buenos días –digo cuando entro.

-buenos días, ¿en qué te puedo ayudar?

-necesito información acerca del tratamiento con hormonas.

-ah eso -dice con tono un poco hastiado – lamento  decirle que eso no se hace en este hospital señorita.

Al escuchar la palabra señorita, pude sentir como se me calentaba la sangre a tal punto que sentía que la cabeza me iba a explotar.

-bueno, primero que nada, quite la palabra señorita de esa línea, porque no lo soy, no me siento una “señorita” y al trabajar en el área de salud debería de tener un poquito de empatía con las demás personas. –trate de sonar calmado aunque por dentro quería ahorcarlo, este tipo de personas me altera muchísimo.

-bueno,  en este hospital no se hacen esos trabajitos, ¿Qué acaso sus amigos con la misma condición no le dijeron? ¿No tienen comunicación entre ustedes o qué? –el nivel  de grosería de este tipo era increíble.

-se supone que este es un hospital público, y por si no lo sabe hay una ley que dice que es algo que se tiene que hacer en todos los hospitales del estado, osea que están violentando esa ley –digo elevando la voz.

-podrán haber miles de leyes, pero si no hay plata, no se puede hacer nada, ahora si usted accede podría comprar el tratamiento hormonal por su cuenta y acá un medico cualquiera puede aplicárselo… -ni siquiera lo deje terminar.

-sabe que, ¡váyase a cagar!

-es eso, o quedarse siendo mujer, que al final de cuenta es lo que realmente es y va a seguir siendo. –no me quede a escucharlo más, salí de la oficina y al cerrar la puerta lo hice tan fuerte que algunas persianas que estaban en la ventana de al lado se quebraron, varias personas miraron la escena pero yo no me detuve, salí del hospital y me detuve hasta que escuche que alguien me estaba llamando.

Al instante pensé que iba a tener problemas por haber roto esa ventana, me giro y era una chica la que me estaba llamando.

-Ey –dice cuando logra alcanzarme –caminas muy rápido.

-¿Qué pasa? –digo algo serio.

-para, baja la guardia, no vengo a retarte por lo que hiciste allá, más bien vengo a felicitarte. –dice sonriéndome.

-¿felicitarme? –pregunto algo confundido.

-y mira… él que te atendió es un hijo de puta, a mi hermano le hizo algo parecido, bueno supongo que te dijo algo re choto para que tuvieras esa reacción ¿me equivoco?

-no, no te equivocas  -trate de tranquilizarme, ella no merecía que la tratara como el orto.

-me llamo Mariana –me sonríe y me extiende la mano -¿vos?

-Juani  -y le respondo el saludo.

-un gusto Juani, y mira, mi hermano se atiende en el Fernández, los de endocrinología de ahí son buenísimos y no te hacen tan difícil lo del papeleo y esas cosas –después de haber tenido ese problema  en el hospital, el haberme encontrado con esta chica es algo genial.

-te puedo pasar el número de mi hermano, por si tienes alguna duda.

-estaría buenísimo, oye pero tu ¿estabas ahí en el hospital?

-ah sí, mi prima trabaja ahí, vimos todo lo que paso y no dude en venir a darte esta información. –anota el numero en un papel y luego me lo da –mi  hermano es bastante copado, ojala te pueda ayudar.

-te agradezco esto –digo sonriéndole, la chica era muy amable y bastante linda.

-no es nada, bueno tengo que regresar, espero nos volvamos a ver.

-yo también lo espero –nos volvemos a saludar, ella me da un rápido beso en la mejilla, se da la vuelta y regresa hacia el hospital.

Y sin querer me doy cuenta que todavía estoy sonriendo.

Jugatela Por Mí  (JuaniXEmma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora