La fuerza del destino

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Actualmente estudiaba la universidad en Inglaterra. Antes vivía con mis padres, siempre bajo sus ordenes, cumpliendo cada una de ellas. No era algo que me molestara, solo que la rutina me tenía un poco estresado. Cuando tuve la oportunidad de estudiar la universidad lejos de ellos, acepté animado, ya que así podría independizarme. Por lo tanto ahora vivo en un departamento cerca de la escuela, junto a dos chicos que conocí ahí mismo, ellos son Dev y Niall. La verdad es que ellos están un poco más alocados que yo, siempre quieren salir a fiestas y tomar algunas copas. Por mi parte, no es que no me guste el hecho de salir a distraerme de esa forma, solo que suelo ser muy reservado.

Pero por una vez decidí divertirme y salir con ellos a donde fuera que quisieran llevarme.

Quizá el destino tenga algo para mí.

Dev y Niall terminaron llevándome a un bar. 

Cuando llegamos me di cuenta de que era un lugar muy conocido y muy bien ambientado, ya que muchas personas se encontraban ahí, algunos tomando, otros charlando, la mayoría bailando. Las canciones hacían que por impulso sintieras la adrenalina correr por tu cuerpo, para así divertirte y disfrutar.

Al principio solo me limité a tomar una que otra copa y a escuchar como Dev y Niall hablaban sobre como se veían las chicas y con quien quisieran bailar. 

Yo obviamente me quedaba callado, ellos saben que las chicas no son mi tipo, y tal vez por ello se han hecho mis mejores amigos, porque a pesar de todo me aceptaron y no me criticaron como otras personas. Sin embargo, mientras ellos se dedicaban a comerse a las chicas con la mirada, yo me limitaba a mirar a los chicos. Ninguno me parecía atractivo, o al menos de mi gusto.

Después de varias copas el vino había hecho efecto en mí, la música hacia que me animara más y que quisiera bailar, así que los chicos dijeron que deberíamos ir a la pista.

Comencé a hacer algunos movimientos tontos junto con Dev y Niall. En mi vida había bailado, por lo que puedo decir que me movía como lombriz, de todos modos no me importaba, nadie me conocía y mis amigos estaban tan ebrios que ni siquiera se acordarían al siguiente día. 

Al cabo de un rato Dev y Niall ya habían conseguido pareja y yo seguía bailando, aunque rodeado de más personas que estaban igual que yo, sin pareja.

Mientras estaba en la bola me percaté de que un chico rubio me miraba. Él estaba sentado junto a una chica de pelo morado, la cual hablaba con otra chica rubia. Cada una de ellas se encontraban a su lado. El chico rubio ignoraba la plática de sus amigas mientras me miraba. Por un momento dejé de moverme y quedé parado entre toda la multitud que bailaba al ritmo de la música. Solo veía sus ojos azules y los lunares que tenía alrededor de su cara, juro que podía contar cada una de ellos.
El chico me sonreía coquetamente, así que con todo la valentía que pude reunir me encaminé a su mesa.

Al momento de llegar la chica de pelo morado se me quedó mirando desconcertada, pero luego miró a su amigo y vio la sonrisa que decoraba su rostro. Las dos chicas se miraban cómplices. El rubio se sonrojo en el momento en que lo salude.

—Hola —dije nervioso—. Mi nombre es Basilton Pitch, ¿Cuál es el tuyo?

El chico se sonrojo aun más y sonrió.

—Hola —contestó—. Me llamo Simon Snow.

—Es un gusto conocerte, Simon —tome su mano y besé el dorso de la misma.

Simon trato de esconder su rostro sonrojado.

—Oye, dirás que soy entrometida, pero desde hace un rato que Simon te observa y estoy segura que quiere bailar contigo —dijo la chica pelimorada.

SNOWBAZ  One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora