Bite

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Entre ser la persona que en verdad eres, a ser la persona que los demás quieren seas, ¿Qué preferirías tú? Pues obviamente ser como tú quieras, hacer lo que desees y actuar como tú lo creas conveniente.

Así es como Simon pensaba ante esta incógnita.

Su problema: El Hechicero.

Esta persona trataba de mandar en su vida como si fuera dueño de ella misma.

Simon estaba harto. Harto de ser el héroe de la magia, harto de entrenar todos los días, harto de tener que ser el alumno ejemplar, harto de sus clases extras de hechizos, harto de ser la figura estudiantil de Warford, harto de que mandaran en su vida, y sobre todo, harto de salir con alguien a quien no amaba.

Simon ya no aguantaba estar siempre cumpliendo órdenes. Algún día iba a explotar, literalmente.

Solo quería cumplir todos sus deseos, como por ejemplo, comer una docena (hasta más) de bollos de cereza. Pero ni eso podía hacer, porque, según el Hechicero, el Elegido tenía que llevar a cabo una dieta para mantenerse en forma.

¡No lo dejaban comer más de dos bollos al día!

Para Simon eso era la muerte.

Eso, y que también tiene uno que otro problema.

Ejemplo claro: Su relación con la chica más linda de Watford. Agatha Wellbelove. Realmente ni ella se sentía cómoda con esa relación, ella quería ser libre, pero por las mismas razones que Simon, ella era manipulada por su familia, solo para tener una figura respetable entre los personajes más importantes del mundo de la magia.

A los dos les fastidiaba el hecho de fingir estar enamorados. No eran más que dos amigos quejándose de la vida cuando estaban juntos.

Eso era lo que pasaba entre ellos, y otra cosa es como los veían las demás personas, como un par de jóvenes enamorados.

Baz los veía así.

La vida de Baz no era como la de Simon. Baz podía hacer todo lo que Simon no podía, e incluso lo que el hacía. Baz mantenía una dieta balanceada (sí, hasta en el consumo de sangre era sumamente cuidadoso), hacía ejercicio practicando fútbol, tenía las mejores calificaciones de su generación. Se podría decir que todo lo tenía, a excepción de la persona a la que más amaba. Al igual que Simon.

(...)

Como cada año, en Watford, se acostumbraba a realizar una fiesta de celebración en honor a la magia y a todos los magos del mundo. Los magos más importantes, el Aquelarre y profesores y alumnos de otras escuelas de magia, asistían a este gran evento. Era un día en que todos aquellos que poseían magia podían convivir unos con otros.

El Hechicero había pedido a Simon que como "El Elegido" tenía que estar presentable, y mostrarse como una figura con la cual todos quedarán satisfechos para saber que él podría salvar a la magia.

Las instrucciones del Hechicero fueron claras: "Trata de ser amable con todas la personas. Cuando puedas, demuestra tus habilidades. No intentes dar a conocer ninguna emoción que te puede perjudicar o mostrar débil. Mantente firme y sé cortes. Y sobre todo, mantente al lado de Agatha Welbelove, no te alejes de ella en ningún momento."

Simon estaba tratando de anudar su corbata, pero le era difícil hacerlo. Simplemente no tenía ganas ni de usar un traje ese preciso día, mucho menos quería ponerse una corbata.

Agatha entró a la habitación de Simon y se acercó a él por detrás diciendo:

—¿Estás dispuesto a ir a este baile? —dijo anudando la corbata.

SNOWBAZ  One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora