CAPÍTULO 18: INTO IT

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Flashback (3 años antes)

Lauren, Lauren, Lauren.... Eso era todo lo que su mente repetía en bucle una y otra vez. "Sois muy novias" le había dicho Normani cuando se despidieron dos semanas antes y ella había negado entre risas. Pero si, su compañera tenía toda la razón probablemente. Se comportaban como tal al menos. Se escribían constantemente, se besaban a todas horas, trataban de gustarse, de sorprenderse y se calentaban como la lava de un volcán.

Aparentemente tenían todo lo que tienen las parejas, salvo porque no habían sobrepasado la barrera del sexo ni por supuesto habían hablado de sentimientos ni nada remotamente parecido que pudiera unirlas por algo más que una amistad profunda envuelta en capas y capas de deseo y besos cada vez más húmedos e incontrolables.

Había pasado la navidad en casa y sus dos semanas de vacaciones llegaban a su fin. Aquella tarde, a modo de improvisada excursión, la familia Cabello estaba visitando la nueva casa de Lauren, quien les explicaba orgullosa todas las reformas que había hecho. Aquello era realmente increíble, Camila había estado allí un tiempo atrás y lo único que había encontrado eran ruinas, hasta el punto de pensar que la única solución para esa casa era derrumbarla y volver a construir. Pero Lauren tenía una visión diferente de las cosas y había sacado partido a aquella antigüedad, dotándola de vida, dándole un toque de actualidad y conservando el encanto de su época.

Sinu y Lauren estaban enfrascadas en una intensa conversación sobre arquitectura que había sacado a relucir todo un glosario de términos desconocidos para ella, había perdido el hilo de la conversación en la primera frase y se dedicaba a observar cada detalle de la casa mientras de vez en cuando, quizás con más frecuencia de la que debería, sus ojos captaban a la dueña de la vivienda que señalaba con su índice en aquel momento la bonita chimenea restaurada que presidía el salón mientras le explicaba a Sinu los materiales y la técnica que habían utilizado para hacerla funcional y que volviera a la vida con varios retoques estéticos de mármol pulido.

El día anterior había conseguido arrastrar a la morena a la caseta de jardín que se había convertido en su escondite improvisado y se habían comido a besos durante casi una hora. Ambas querían más, estaba claro, pero Camila se había propuesto esperar a que el momento surgiera espontáneamente, a fin de cuentas también estaba disfrutando de esa dulce tortura que aunque la dejaba estúpidamente caliente también la invitaba a fantasear y a mantener viva la llama y el interés de Lauren que tanto anhelaba.

La casa estaba prácticamente vacía, aún no había ningún mueble y el polvo blanquecino por toda la superficie del suelo que en aquel momento estaba protegido por cartones, delataba su inconclusión. La gran ventaja de que fuera una casa antigua era que tenía un buen tamaño. La entrada tenía un pasillo que daba paso a una escalera y a mano derecha un enorme salón. Justo al otro lado una luminosa y enorme cocina que según Lauren sería lo siguiente que iba a construir en la casa. Todas las estancias estaban desnudas, sin muebles y con las paredes blancas, incluido todo el piso superior. La vivienda también contaba con un sótano del que era mejor no hablar, era zona catastrófica en aquel momento.

Camila no podía evitar traer a su mente fantasías delirantes en las que Lauren y ella estarían juntas y convivirían en aquella casa. En su imaginación las dos decorarían la casa juntas. Tendría el toque de Lauren, con algunos muebles vintage y sus cuadros de paisajes, pero también habría un hueco para ella. Estaba aprendiendo a tocar el piano y en la esquina cerca del ventanal del salón había un hueco ideal para colocarlo. También el dormitorio principal tendría el alma de las dos, su ipod compartiendo espacio con el fonógrafo de Lauren; Los vinilos antiguos junto a su lista de favoritos de spotify.

En ese mundo ideal que había creado su mente podía claramente verse sobre Lauren cada día de su vida. Empezarían comiéndose a besos cada noche, quizás en aquel mismo salón, en un sofá que rápidamente se quedaría pequeño cuando dieran comienzo a sus juegos previos. Arriba habría una cama King size e instaría a Lauren a meterse dentro con ella, porque todo lo que quería hacerle era infinito. Estaba dispuesta a todo lo que aquella mujer quisiera hacerle, lo que sea. Si a Lauren le gustaba, a ella le encantaría.

Little Havana (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora