CAPÍTULO 51: LOOK WHAT YOU MADE ME DO

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Todo estaba en silencio, las luces encendidas del jardín iluminaban el salón principal a través de la enorme cristalera pero no se escuchaba ni un solo ruido más allá del murmullo del aparato de aire acondicionado.

-¿Hola?- Saludó Sofía sin recibir respuesta y fue cuando avanzaron un poco más cuando un sonido de pisaditas sobre el suelo llamó su atención.

El pequeño Eugéne se acercaba con curiosidad a las recién llegadas y cuando alcanzó una distancia prudencial comenzó a ladrar ruidosamente hacia Lauren, con ese molesto tono agudo tan característico.

Lauren se agachó y trató de conciliar con el pequeño, alargando su mano en señal de paz, pero no consiguió nada aparte de asustar más al animal.

-Creo que a Eugéne no le gustas-fue el saludo de Camila cuando apareció caminando por el pasillo para ir hacia el pequeño perro.

Lauren suspiró.

Así que esa iba a ser la dinámica. Camila se dedicaría a ignorarla o en el mejor de los casos a dirigirle palabras despectivas.

Interesante.

Decir que Lauren estaba decepcionada con sus interacciones sería un concepto un poco vago. Lo cierto era que se sentía satisfecha de haber dado un paso tan importante, aunque no hubiera conseguido nada. Sin esperarlo todo había dado un dramático giro y como unidos por el destino, tendría ante ella la oportunidad de conectar de nuevo con Camila.

Poco a poco había ido encajando y comprendiendo las palabras de Sofía y era por eso, que su enfoque en cuanto a su motivación para acercarse a Camila era ahora muy diferente.

-¿Donde están papá y mamá?-preguntó Sofía que no le había prestado ni la menor atención al pequeño perro.

-Papá en el jardín, vamos a cenar fuera. Mamá se encuentra indispuesta, está arriba en su cuarto-explicó y Sofía asintió con la cabeza, decidida a subir las escaleras para ver a su madre-. ¿Ni siquiera un abrazo?-preguntó Camila abriendo los brazos y la pequeña pareció centrarse durante un minuto para abrazar a su hermana con cariño antes de subir las escaleras.

Sofía tenía una determinación inquebrantable pero Lauren sabía que no había nada que temer. Su pequeña hermana había perdonado con una facilidad pasmosa y el reencuentro con su madre solo buscaba hacerle saber que todo estaba bien, que no había reproches. La verdad salía a la luz y, de haber sabido que existiría este nivel de aceptación, todos habrían actuado diferente. A Lauren le había costado un año, a Sinu y a Alejandro toda una vida, Michael se había marchado sin hacerlo... Sofía lo estaba haciendo en apenas unos días. Otro ejemplo más de su carácter.

Lauren, en cambio, agradeció no tener que encontrarse con Sinu en aquella ocasión, ese encuentro llegaría tarde o temprano pero sentía el típico alivio del aplazamiento.

- Bienvenida, Lauren-saludó Alejandro con tono solemne después de atravesar las enormes cristaleras de la zona del jardín, llevaba una camisa holgada y parecía cansado.

-Gracias Alejandro, me alegro de verte-devolvió con cariño dejándose envolver en un suave abrazo

Shawn llegó un momento después y pronunció un "hola" tímido mientras tendía su mano amablemente hacia Lauren, que la tomó sin muchas reverencias. No tenía nada en su contra, salvo aquellas palabras de Sofía que le colocaban como un rival difícil, ya que los sentimientos de Camila podían no ser románticos, pero la ataban a él con fuerza.

-Te quedas a cenar ¿no?-Dio por sentado Alejandro provocando la negación de la chica.

-Por favor-insistió él-. Tenemos que recuperar cierta normalidad y Sofía necesita estabilidad.

Little Havana (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora