CAPÍTULO 24: MY WAY

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Flashback (3 años antes)

Shiro Sutori, el coreógrafo de Fifth Harmony, había sido implacable y cruel. Como venía siendo habitual, el asiático les había soltado un sermón debido a lo que él consideraba una falta de esfuerzo, no había quedado satisfecho con las últimas actuaciones y exigía unos días de ensayos previos antes de encarar la gira europea. No importaba que se hubieran situado como el grupo más importante de los últimos diez años, que fueran halagadas por la crítica y que los fans las adoraran. Todo eso quedaba fuera de su interés.

El modo de hablar de Shiro era insultante, humillante y ofensivo, tanto así, que recordaba a las chicas que eran solo el resultado de los caprichos de la industria y que no valían nada por sí mismas. Nadie se atrevió a contradecir su discurso y como resultado, aunque el grupo seguía manteniendo los días de descanso prometidos, serían bastantes menos de lo previsto.

Las chicas estaban agotadas del ritmo de trabajo, eran apenas unas adolescentes, pero ante el mundo tenían que parecer auténticas profesionales del baile y no se permitía un solo error en el sentido vocal. Además de todo eso, tenían que lucir sexys, atractivas, deseables y apasionadas. Su ropa era cada vez más provocativa y sus coreografías se adaptaban a ese estilo descarado.

Worth it, el tercer single del álbum "Reflection" había sido un éxito mundial sin precedentes, el ritm and blues y los toques balcánicos, además de la colaboración del rapero Kid Ink habían sido los ingredientes exactos para conseguir que el grupo diera el salto definitivo a la fama a nivel global. Orj Kaplan, quien produjo el single, lo había enfocado como un lema del feminismo, Kaplan había tomado el lugar de Josh Strong en la producción musical pero él siempre había declarado estar de paso y no ponía en tela de juicio ninguna de las decisiones que tomaran los ejecutivos de la disquera. Como resultado tenían una proyección musical de dimensiones estratosféricas, el reconocimiento de la crítica, mil millones de visualizaciones de su video musical y una total falta de reconocimiento por parte de su propia marca discográfica.

¿Sería siempre así? ¿Es que acaso no podía aspirar a ser respetada? Camila por primera vez en mucho tiempo, se preguntó si eso era lo que realmente quería y su propio pensamiento la asustó. Había renunciado a mucho por su cumplir su sueño y sin embargo estaba en una ola de ansiedad que le estaba costando controlar. No era solo el coreógrafo o el productor, sino todo lo que había de ellos para arriba, el equipo directivo encabezado por Simon Cowell, quien en su día fue su descubridor en el programa de televisión y que a día de hoy no se cohibía demasiado en mostrar sus intereses y recordarles que las girl band no estaban hechas para durar, las cinco chicas tenían un maldito contrato en el que no se determinaba una fecha de finalización y eran conscientes de que las exprimirían hasta el cansancio. Su única oportunidad para sobrevivir era brillar y quizás con un poco de suerte tener una oportunidad cuando el grupo se desintegrara, algo que estaba lejos de pasar ya que en ese momento eran la gallina de los huevos de oro de su compañía.

Camila intentaba tomarse las cosas lo mejor posible y ver el lado positivo de las cosas, lo intentaba de verdad, pero no podía evitar sentir que vivía en una prisión, una celda de lujo con barrotes de oro, pero igualmente asfixiante. Echaba de menos aquellos días en los que era una adolescente anónima y pasaba las horas con su hermana y Lauren.

Lauren, joder ¿Cuánto se podía echar de menos a un ser humano? Porque lo hacía siempre, pero en momentos como ese, cuando se sentía ultrajada y dolida, la necesitaba más que nunca, dándole consuelo y confianza, hasta que se olvidara de todo. En momentos así, cuando la extrañaba tanto que dolía, se daba cuenta de que haber caído en brazos de otra persona solo había sido posible porque Lauren no estaba al lado o simplemente porque mantener una relación con ella era imposible. Si en algún momento de sus vidas esa posibilidad fuera real, todo lo demás no importaría.

Little Havana (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora