Propuesta Laboral ©

Capítulo 9

Al llegar a la oficina, todo parecía estar en calma, como si el ajetreo de los últimos días hubiera sido solo un sueño. Las rutinas continuaban como siempre, y mis colegas estaban inmersos en sus tareas diarias. Me sentí aliviada al ver que el ambiente no era tan tenso como el día anterior, y me sumergí en mi trabajo con la esperanza de que el día pasara sin mayores contratiempos.

Sin embargo, después de un tiempo, noté a mi jefe acercándose a mi cubículo con una expresión que no podía descifrar. Mi corazón se aceleró ligeramente al ver su rostro serio, y me pregunté qué novedades podrían estar por venir.

— Señorita Evans, ¿podría acompañarme a mi oficina por un momento? — dijo con tono firme pero cordial.

Asentí con una mezcla de curiosidad y ansiedad, siguiendo a mi jefe hacia su despacho. Al entrar, noté que un hombre estaba sentado frente al escritorio de mi jefe. Era un hombre de mediana edad, con un aire profesional y una actitud que transmitía confianza. Mi jefe me hizo una seña para que tomara asiento en una de las sillas disponibles, mientras él se sentaba detrás de su escritorio.

— Señorita Evans, permítame presentarle al señor Thompson, el abogado que se encargará de preparar los documentos necesarios para nuestro acuerdo — dijo mi jefe, con un gesto hacia el hombre.

El señor Thompson se levantó y me extendió la mano con una sonrisa cortés.

— Encantado de conocerte, Señorita Evans. He estado revisando los detalles del acuerdo y quería discutir algunos aspectos contigo para asegurarme de que todo esté en orden antes de proceder — dijo, su voz tenía un tono amable pero firme.

Le estreché la mano, sintiendo una mezcla de alivio al ver que el proceso estaba avanzando. Me senté mientras el señor Thompson comenzaba a sacar algunos documentos de su maletín.

— Bien, empecemos con los detalles — continuó el abogado, abriendo una carpeta con los documentos pertinentes. — Primero, necesito confirmar algunos datos personales y discutir los términos del acuerdo para asegurarme de que todo esté claro. Esto es para garantizar que los documentos que prepararemos reflejen con precisión lo que hemos acordado.

Mi jefe se inclinó hacia atrás en su silla, observando mientras el señor Thompson comenzaba a hacer preguntas y revisar documentos. A medida que el abogado hacía las preguntas, me di cuenta de que necesitaba proporcionar algunos detalles adicionales y firmar ciertos formularios.

— Para empezar, necesitaré verificar su identidad y algunos datos personales básicos — explicó el abogado, mostrando un formulario para que lo llenara. — También revisaremos las cláusulas específicas del acuerdo para asegurarnos de que todo esté de acuerdo con lo que se ha discutido.

Concentré mi atención en completar los formularios, mientras el abogado y mi jefe revisaban los términos del acuerdo. El proceso parecía estar bien organizado, lo que me dio algo de tranquilidad en medio de la situación.

— Una vez que tengamos todo esto listo, prepararemos los documentos legales para el matrimonio y aseguraremos que todo esté en conformidad con las leyes pertinentes — continuó el señor Thompson, su voz transmitiendo un sentido de eficiencia.

Me sentí aliviada al escuchar que todo estaba bajo control. Aunque aún había aspectos del acuerdo que necesitaban ser gestionados, al menos estaba viendo el progreso y tenía la certeza de que estábamos cumpliendo con los requisitos legales.

— ¿Hay algo más que deba saber o preparar en este momento? — pregunté, mientras el abogado seguía revisando los documentos.

El señor Thompson me miró con una sonrisa tranquilizadora.