Al día siguiente, desperté con una mezcla de nerviosismo y emoción. Las noticias inesperadas de mi jefe aún resonaban en mi mente, y no podía evitar sentir curiosidad por lo que el día tendría reservado.
Después de un rápido desayuno, me dirigí a la oficina, preparada para enfrentar lo que fuera que viniera. Al llegar, noté de inmediato un ambiente tenso en el aire. Los susurros y las miradas nerviosas entre mis compañeros indicaba que algo estaba pasando, y me pregunté qué podría ser.
Me sumergí en mi trabajo, tratando de ignorar la atmósfera cargada que rodeaba la oficina. Mientras tanto, mi mente seguía divagando, preguntándome qué podría estar causando tanta agitación.
Fue entonces cuando vi a mi jefe acercarse a mi cubículo con una expresión seria en el rostro. Mi corazón dio un vuelco ante su presencia, preguntándome qué podría haber sucedido.
— ¿Señorita Evans, podría hablar contigo un momento? — dijo con tono serio, y asentí con cautela, siguiéndolo a su despacho.
Una vez dentro, cerró la puerta detrás de mí y se sentó detrás de su escritorio. Suspiró antes de hablar, y supe que las noticias no serían buenas.
— Anoche recibí una llamada de mi padre. Parece que la decisión ya está tomada. Mi hermano mayor tomará la presidencia de la empresa dentro de dos días, y yo volveré a Inglaterra — explicó, su voz revelando una mezcla de decepción y resignación.
Mis ojos se abrieron de par en par ante la noticia, sintiendo el peso de la decepción y la resignación en las palabras de mi jefe. Parecía que el destino de la empresa había dado un giro inesperado una vez más, y ahora se enfrentaba a una realidad completamente diferente.
— Lo siento mucho, señor — respondí, sintiendo empatía por su situación.
Mi jefe asintió con pesar, reconociendo la gravedad de la situación.
— Gracias. Parece que es hora de aceptar la realidad y seguir adelante. Le pido que apoye a mi hermano de la misma manera en la que me ha apoyado hasta ahora. Esta será la primera vez que él dirija una empresa, y tengo temor de que pueda tomar decisiones que pongan en riesgo el futuro de la compañía — dijo, su voz cargada de resignación.
Las palabras de mi jefe resonaron en mi mente mientras reflexionaba sobre la situación. Era evidente que este era un momento difícil para él, y aunque apenas lo conocía, sentía compasión por su situación. Sin embargo, la idea de un matrimonio falso para ayudarlo me tomó por sorpresa.
Aunque no estaba lista para una vida de casada, mucho menos con alguien con el carácter de mi jefe, su propuesta planteaba algunas ventajas. No tendría que vivir con él ni fingir ser una esposa feliz todo el tiempo, ya que su familia no vivía en la ciudad. Además, el aumento de sueldo que mencionó sería un beneficio adicional.
Decidí abordar el tema con mi jefe de inmediato. Sabía que era una decisión importante y que no podía permitirme posponerla más tiempo, especialmente si había una posibilidad de que mi respuesta afectará su situación en la empresa.
Al estar frente a mi jefe en su despacho, reuní todo mi coraje para abordar el tema que pesaba en mi mente. Sabía que no podía posponer la conversación más tiempo y que debía expresar mis pensamientos de manera clara y directa.
— Señor, necesito hablar con usted sobre la propuesta que me hizo anteriormente — dije, tratando de mantener la compostura mientras hablaba.
Mi jefe levantó la mirada, aparentemente sorprendido por mi iniciativa. Sin embargo, asintió con gesto serio, indicándome que procediera.
— Entiendo, Señorita Evans. Adelante, hábleme sobre ello —respondió, su tono revelando una mezcla de curiosidad y anticipación.
Respiré hondo antes de continuar, asegurándome de expresar mis pensamientos de manera clara y concisa.

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Propuesta Laboral ©
RomanceTras graduarme en secretariado ejecutivo, decidí dar un giro a mi vida y mudarme de Madrid a Medellín, Colombia, en busca de nuevas oportunidades. Sin embargo, la realidad me golpeó cuando descubrí que encontrar trabajo no era tan sencillo como me h...