Desperté nuevamente en la habitación de Fernando, y por un momento no supe dónde estaba. Me quedé allí, con los ojos entreabiertos, tratando de recordar cómo había llegado hasta allí la noche anterior. Al final, todo me vino a la mente: la parrillada, las risas, la forma en que Fernando y yo compartimos esa mirada fugaz cuando me topé con él en la cocina... Todo parecía irreal, como una película en la que yo era la protagonista, pero con la diferencia de que no sabía qué iba a pasar después.
Miré el reloj en la mesita de noche. Era temprano. Aún tenía tiempo para pensar, aunque no estaba segura de qué exactamente estaba pensando. Sentí el peso de la situación: en poco tiempo, me había adaptado bastante bien a la familia de Fernando, pero siempre había una parte de mí que se sentía ajena, como si estuviera jugando un papel que no era el mío.
Me levanté de la cama, aún en pijama, y caminé hasta la ventana. El día parecía prometedor, pero yo no podía evitar pensar en lo que sucedió la noche anterior. ¿Qué significaba ese momento tan cercano con Fernando? ¿Acaso era solo una casualidad, o había algo más?
Lo que sí sabía era que me había acostumbrado bastante a estar cerca de él, más de lo que me imaginaba. Tal vez la familia de Fernando no estaba tan lejos de la idea de una verdadera familia, y yo... Yo solo tenía que seguir actuando como si todo fuera normal.
Suspiré y me alejé de la ventana. Era momento de enfrentar el día, aunque no estaba segura de qué esperar.
Al darme la vuelta, la puerta de la habitación se abrió sin previo aviso, y Fernando entró como la mañana anterior: vestido con ropa deportiva, aún sudado por el ejercicio. Su presencia, tan casual y natural, me sorprendió un poco, pero traté de no mostrarlo.
— Buenos días —dijo con una leve sonrisa mientras me miraba.
— Hola —respondí, aunque no podía evitar notar cómo su energía se sentía diferente a la de la noche anterior, como si el día hubiera comenzado con una nueva dinámica.
Se acercó al vestidor mientras me observaba, y me comentó, sin mucha ceremonia:
— Tengo que ir a la oficina a resolver algunas cosas, pero tú puedes quedarte con la familia. Te doy los días libres, así que no te preocupes por nada. Paula se encargará de organizar todo lo que tengas que hacer, como las reuniones y demás.
Asentí mientras tomaba una respiración profunda, pensando en lo que me acababa de decir. Por un lado, era un alivio no tener que estar pendiente de todo lo que implicaba el contrato por un tiempo. Pero, por otro, el hecho de quedarme más tiempo con la familia de Fernando me hacía sentir un poco más... expuesta. Era como si me estuviera sumergiendo aún más en una vida que no era mía.
— Entendido —respondí, con una pequeña sonrisa, tratando de mantener la calma mientras él seguía recogiendo algunas cosas.
Fernando entró al baño sin decir mucho más, y yo me dediqué a organizarme para lo que parecía ser otro día en el que tenía que mantener la fachada de esposa perfecta. Me miré al espejo, tratando de darme ánimo mientras me ajustaba un poco el cabello y me ponía algo sencillo pero elegante, lo suficiente como para no llamar la atención pero también para no verme completamente fuera de lugar.
La idea de pasar otro día con la familia, de seguir interpretando este rol que ni siquiera sabía si algún día dejaría de ser tan extraño, me hacía sentir un poco atrapada en una burbuja que no terminaba de acomodarme. Pero al final, la sonrisa que había aprendido a poner en mi rostro se hacía más fácil de mantener con cada día que pasaba.
El sonido del agua en el baño me hizo pensar en cuánto tiempo tardaría Fernando en salir, y en lo que me esperaba cuando la puerta se abriera. Mientras tanto, traté de recordar que, por ahora, solo necesitaba hacer bien mi parte: mostrarme confiable, simpática y dispuesta a seguir el ritmo de esta vida que, de alguna manera, se sentía tan ajena a mí.
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Propuesta Laboral ©
RomanceTras graduarme en secretariado ejecutivo, decidí dar un giro a mi vida y mudarme de Madrid a Medellín, Colombia, en busca de nuevas oportunidades. Sin embargo, la realidad me golpeó cuando descubrí que encontrar trabajo no era tan sencillo como me h...