Capítulo 2

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 ¿Hubiera sido posible que alguien le adviertiera? Sí. Hubiera sido posible. 

- ¿Cómo pude enamorarme de vos? Sos todo lo que odio. Y eso me convierte en mí en algo similar. Comienzo a ser todo lo que no quiero ser.

- Sos tan mala a veces. Te volvés cruel cuando te comés lo que dicen de mí. 

Ya sabía la prensa, pero no su vieja. Algunos portales de Internet, habían mencionado que el "Bajo" Herrera cogía con una piba que todavía no se había recibido de periodista. Quizás es más acertado decir que les parecía más políticamente correcto escribir que "se veían esporádicamente en el departamento de él". 

Lo que ellos no sabían, y probablemente Agustín tampoco, es que quería a Rocío. Realmente le tenía aprecio y temía que alguien pudiera lastimarla. 

- Cuando te conocí te fui a hacer una nota para conseguir laburo. No me gusta tu música ni la gente como vos. 

El Bajo se estaba fumando un pucho en el sillón y ella estaba parada en la ventana. Se había ganado ese apodo no sólo por el instrumento que defendía, sino también, por su altura. 

- Sos tan nena de mamá que me fascina. - le soltó, soberbio. 

- Prefiero llamar a mi vieja todos los días, y no como vos, que ni te acordás cuando es el cumpleaños. 

Él se rió. ¡Cómo le molestaba que se ríera así! Ella hecha una furia y Agustín riendose cómo si no hubiera mañana. 

- ¿Por qué estás conmigo si me tenés tanto odio?

- Porque hago las cosas mal. - Dijo con el tono de una nena enojada que no quería ir a la escuela.

Rocío entendió que él, aunque indiferente, estaba intrigado por una definición mejor. 

- Soy una piba a la que le salen las cosas mal. De esa gente que nunca pega una. Nunca gana a quien aliento, la obra que quiero ver se suspende, el artista que amo se muere, las cosas que sueño son las únicas que son imposibles, tengo lejos el abrazo de la gente que quiero, compro entradas para preguntas que no existen. Hasta se rompen todos los electrodomésticos que compro. Nunca el café me queda suficientemente dulce y se me corta la luz cuando estoy haciendo algo importante. Las cosas me salen mal. Siempre. ¿Cómo querés que crea que no voy a salir lastimada de esto?

Él tomó su cara con las dos manos. "No me dejes" susurró.

¿Cómo nadie le advirtió? 

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