A dos cuadras.

siete

Nayeon mordía su pluma negra, un hábito que se había prometido en dejar pero no podía cumplirlo. El maestro de ciencias sociales estaba organizando las parejas para el próximo proyecto que había asignado, que valía 60% de la calificación de aquel semestre, y lastimosamente los alumnos no podían escoger con quien trabajar.

—Min Yoongi con Jung Hoseok— el maestro levantaba su mirada de la lista cada que mencionaba al par de alumnos y continuaba leyendo.—Choi Yuna con Jung Yerin, Kim Taeyeon con Jessica Jung, Son Chaeyoung con Kim Dahyun...

Así continuó la asignación de parejas, algunos alumnos hacían mala cara, otros estaban emocionados, pero Nayeon estaba preocupada. ¿Con cuál idiota tendría que trabajar? Siempre hacía los proyectos con Jihyo, pero está vez no, todo por el estúpido pretexto de que hay que aprender a trabajar con todos. Seguramente sacaría una pésima calificación.

—Hirai Momo...—Nayeon rezaba en voz baja, estaba segura de que la pondrían con ella sólo para joderle la vida.—con Myoui Mina, finalmente Im Nayeon con Zhou Tzuyu.

Volteó hacia atrás, donde está sentada Tzuyu, claramente estaba al fondo del salón junto a los más altos de la clase; miró a Nayeon insinuando que la iba a matar, o eso sintió ella. Tragó en seco y regresó su mirada al frente hacia al maestro.

—Si ella me mata y me lleva al infierno le juro que lo arrastro conmigo— susurró Nayeon hacia el maestro.

En eso escuchó como Sana no paraba de reír y molestar a Momo, quien cubría su cara, que obviamente estaba más que roja.

—Que ya les pongan cero, ni van a hacer el trabajo por estar besándose toda la tarde— continuaba burlándose hasta que Momo le metióuns bola de papel a la boca.—Uy, relájate, al menos no te tocó con Zhou o alguien que no se deje besar, así como Nayeon.

La mencionada la miró ferzomente.—Te voy a aventar por la ventana, Minatozaki.

—Oigan, esperen un momento, a mí no me asignó una pareja y ya todos tienen una— Sana levantó su mano, e hizo un puchero; a pesar de ser un escrito junto a una maqueta no podría hacer el proyecto totalmente sola.

—Bien, la tendré que juntar con una pareja, así que será con...las señoritas Im y Zhou— el maestro sonrió sarcásticamente y prosiguió a mencionar los detalles del proyecto.—Y finalmente, todos deberán de aportar algo, nada de que cada quien hace su parte.

El timbre sonó, finalizando la clase, cada quien corrió hacia cualquier otro lado que no fuese su siguiente clase, ya saben que todos son muy responsables y maduros.

—Hey, ustedes dos —la sangre de Sana y Nayeon se congeló al escuchar como su otra compañera de proyecto se acercaba. —¿Cómo se supone que vamos a hacer este trabajo?

Las otras dos chicas se miraron de reojo, sin moverse. Nayeon aclaró su garganta.—¿Qué no eres una bravucona? ¿Por qué te importaría hacer el proyecto? ¿Acaso no nos vas a obligar a hacerlo por ti?

—Cállate, no le des ideas— dijo entre dientes la japonesa, golpeando su brazo.

—No tengas la impresión de que no me importan mis calificaciones, además no le dejaría a ninguna de ustedes dos hacer el trabajo sola.

—Bien, ¿en dónde nos vamos a reunir?— preguntó de la manera más calmada Sana.

—Lo mejor sería en mi casa.

—¿Por qué? ¿Crees que tu increíble mansión es demasiado comparado con mi casa? No vamos a pintarnos las uñas en una pijamada o estar en la alberca, vamos a trabajar— Nayeon estaba de brazos cruzados, sin desconectar sus ojos de Tzuyu.