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Empacaba emocionada por el viaje de mañana. Las valijas estaban sobre mi cama desbordandose de ropa, en realidad no sabría como demonios llevaría todo esto al campamento.

-¿has decidido finalmente que llevarás?- una queda voz pregunto desde la puerta donde yacía mi madre recargada en el umbral.

-¿te parece que si quiera estoy cerca de saberlo? --sonreí.  Mi madre comenzó a ayudarme hasta que finalmente tenia todo fue a dormir.

Era una noche calurosa, abrí las pequeñas ventanas y dejé que el aire tibio me recorriera la piel. La luna iluminó mi cama y parte de la alfombra dejándome un rastro de nostalgia y felicidad que me recorría el cuerpo.

El campamento me emocionaba, o quizás debía llamarlo cursos ya que este se enfocaría unicamente dividido en tres secciones: Música, Escritura y actuación. Claramente tendríamos muchos descansos y entre estos actividades recreativas. Pero no eran los talleres, era la gente. Si bien tengo 18 años mi mentalidad siempre será de 16, y pienso que puede ser como las clásicas películas americanas en donde todos son amigos inseparables y conectan demasiado bien.

Me fuí a la cama estando emocionada por el día de mañana, pensé en las posibilidades y posibles estúpideces que haría sin mis padres ahí. No es que no los ame, pero existen infinidad de cosas que desearía hacer y que, probablemente a ellos les parezca inmoral.

No tarde en caer dormida, la luz de la luna me arropaba, estaba feliz y dormí imaginando cada detalle de lo que podría pasar mañana.

●•●○°○

El despertador sonó con incesante persistencia. Una ola de emoción me corroe por las venas pero otra parte de mi quería decirle a todo que no con tal de quedarse en cama por el resto de la vida.

Finalmente me levante con los ojos doloridos y los labios hinchados. Mi cabello estaba enredado y esponjado por la humedad del aire. Miré hacia la ventana, aún estaba oscuro pero era cuestión de horas para que los primeros rayos del sol se colaran por la ventana.

Lave mi cara e hice lo que pude con solo un cepillo, vaselina, rubor, corrector y labial. Estaba lista, tome mis maletas y las lleve afuera donde me esperaba el autobús para ir al lugar del campamento. Me despedí de mis padres y para las 6:30 am yo abordaba el autobús en camino a Healey Dell Nature Reserve, un poco a las afueras de Manchester.

El camión iba haciendo paradas continuas mientras alguno que otro iba subiendo para dirigirnos al mismo lugar. Me pregunté si alguna nueva amistad se escondía entre los rostros de estas personas.

Me coloqué los audífonos y me concentre en el buen ritmo de la canción que sonaba. Miré las montañas y como la ciudad poco a poco iba pasando mientras que veredas y bosques se abrían en mi campo de visión.

Al llegar, todo era un autentico caos. Había pocas personas pero todo el revuelo no era debido a maletas perdidas o búsquedas de habitaciones ni mucho menos. No, alguién había llegado y estaba llamando la atención.

Un chico con peculiares gafas muy de la época, ropa parecida a la de un vagabundo, cejas pobladas y cabello medianamente largo se apoderó de mi campo de visión. Junto a este otro chico que parecía mayor lo acompañaba. Con cejas igualmente pobladas, cabello un tanto más corto que el primero, ojos azules y ropa mas o menos decente.

Mi interés se inclinaba hacía el segundo chico, y por primera vez supe que ya tenía un motivo principal mi estancia aquí.

Deje de lado mis pensamientos para enfocarme en el número de mi habitación. Finalmente la coordinadora comenzó a dar las habitaciones por nombres.

- sally Catherine Bowie Adams- escuché mi nombre por el megáfono y me acerqué para las indicaciones de mi habitación.

Tendría compañía por dos chicas, una llamada Astrid, otra Annette y un chico llamado Liam.

Esperé a que nombrarán a mis compañeros de cabaña y así poder conocerlos en el trayecto.

-Astrid Russel Gotherberg, gorgea Annette Bristol y William john Paul Gallagher. Cabaña 56.

Rápidamente divisé a quienes venían hacia mi. Una chica alta con el cabello color caramelo y ojos marrones venia acompañada de una chica de estatura baja con cabello a la cintura, pelirroja.
Seguido de ellas reconocí el rostro de la pequeña celebridad que llamo la atención en un inicio.

Me dirigí hacia las chicas que ahora serian mis compañeras. Con miradas furtivas pasarón por un lado, tal y como si evitarán pisar un bicho.
Instintivamente me puse rígida y avergonzada, mi única manera de entablar una conversación ahora era con el chico vagabundo de lentes de moda.

-un gusto soy catherine - dije tendiendo la mano a aquel chico

-lo sé, acabo de escucharlo. - sus palabras parecían muy pesadas y su mirada no se detuvo en mi cara, solo miraba hacia delante.

-william, dime Liam.

Sin tiempo de responderle apresuro el paso, paso por en medio de las dos chicas separandolas y se dirigió al frente cual guía de turistas estúpidos.

Este chico se creía especial, y mira que si no lo era.

Liam, Noel Is Better Than You?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora