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Avanzamos con cautela hacia los comedores. El área de la cafetería estaba completamente desierta y oscura.  A lo lejos el ruido de la celebración en la cabaña de noel, nos advertia que debíamos ser aún más cuidadosos.

La música sonaba con un poco de fuerza pero no lo suficiente como para despertar o que el sonido llegase a las cabañas de los supervisores. Me imagino el problema en el que se metería noel si los supervisores se enteran.

-¿qué haces?- susurre hacia liam que trataba de abrir una puerta.

-trato de abrirla, duh. Pero creo que tendremos que pasar por la ventana, guapa- torcio su sonrisa, este tipo parecía un criminal.

-ni loca, mejor volvamos a la cabaña a comer lo que yo cocine.- dije dando la vuelta al tiempo que liam tomo de mi brazo y me jaló hacía él.

-con toda razón, no seas tan aburrida, sally. Tú vida no se va a resumir en haberte quedado en esa cabaña todo el verano.- susurro, prosiguio al ver mi cara de duda- ¿no quieres contar en un futuro que ayanaste una cafeteria?

Desde luego que eso sabia que no era algo para presumirlo como bueno precisamente. Pero en cierto modo estaba cansada de que mi vida fuese aburrida y rutinaria, y realmente no queria que pensara que soy una chica aburrida.

Además, seguro que a noel le gustan las chicas atrevidas, y yo quería ser una. El peligro era tentador y la adrenalina me consumía. Algo muy en el fondo queria que lo hiciera.

Me solté del brazo de liam con un movimiento brusco y me dirigí hacía la ventana más cercana. Por suerte estaba sin seguro así que la abrí un poco.

Apoyé mis manos contra el marco de esta y me impulsé hacía delante. Al recargar mi abdomen contra el marco, no pude subir más. Estaba atprada y no tenía la suficiente fuerza para levantar mi peso. Porque si, cabía mencionar que estaba un poco pasada.

Sentí vergüenza, un sabor agrio en la boca y las ganas de llorar escocian, así como mis ojos.

Sentí que alguién tomo de mis pies y apoyo una mano en mi trasero. Los sentimientos anteriores fuerón remplazados por indignación.

Me empujarón con fuerza hasta que caí cual costal de papas del otro lado de la ventana.

-pudiste ser más cuidadoso.- dije incorporándome, cuando liam ya estaba dentro de la cafetería conmigo.

-Estabas tardando demasíado. - habló brevemente y se encaminó hacía el área de refrigeración para sacar lo necesario

Lo acompañe, estaba asustada claramente, pero no quería evidenciarlo, yo no era ninguna aguafiestas y debía aprender un poco a salir de mis cavales. 

Nunca había visto la cocina de este lugar, no era enorme pero algo es algo. Constaba de mesones plateados de acero, gabinetes de madera, azulejo con diseños de rombos color rosado y afilados cuchillos y sartenes colgaban de los estantes.

Al lado de estos una gran puerta de acero, que supongo contenía cualquier alimento.

Liam logró abrirla con dificultad dejándola entreabierta.
Luego de unos minutos sacó lo suficiente.

Escuchamos como la cerradura de la puerta principal se torcia hasta abrirse.

Entramos en pánico, nos miramos con los ojos abiertos de par en par sin saber que hacer. Liam me hizó señas con la cabeza ya que tenía los brazos ocupados.

Entendí su señal y abrí sigilosamente la alacena que se encontraba al lado del refrigerador, rogando porque estuviera vacía. Lo estaba, solo un poco pero cabíamos los dos.

Hice que entrara una vez posicionada. 
Entró colocandose frente mío y cerramos la alacena con cuidado de no hacer ruido.

Los pasos iban de un lado a otro, mi corazón latía a mil por hora y liam no dejaba de mirarme con diversión.

-ayudame con esto- susurro liam señalando una lata que tenía en brazos.

-¿qué? ¿dónde se supone que la debo poner?- susurré de vuelta. Acercadome más a él para poder hacerme entender.

Nuestra pequeña charla fue interrumpida con el sonido de la puerta cerrarse nuevamente.

Finalmente Salimos.

-toma- habló liam.- larguemonos antes de que vuelva.-me dio la lata.

El se guardó las cosas en su chaqueta.

-No, yo no quiero nada de esto. Ni si quiera lo comeré.-dije.

-lo siento sally, mis manos estan llenas.-dijo agitandolas al tiempo que volvía hacia la ventana y me sedía el paso. - damas primero.

Tenía ganas de insultarlo pero no lo conocía para nada, retuve mi enojo y me apresuré a salir de aquel lugar.

Guardé la lata entre mi pecho ya que no tenía alguna chaqueta o bolsillo que pudiese cubrirle.

Liam rio al verme acomodarla en tal lugar.

-que buena idea, así no se enfria más.

Proseguí ignorando sus burlas.

Al salir de aquel lugar, solo caminábamos por el empastado, los pinos nos rodeaban y la luna parecía como un enorme foco. Era una noche luminosa.

Era un silencio heterno, creí que Liam no había vuelto a hablar ya que en lo poco que le conozco, así era el. De pocas palabras y serio en ocasiones.

Sin embargo me percaté de que no hablaba porque su mirada únicamente se dirigía al cielo. Parecía contemplar con lentitud este.

Finalmente volvimos a la cabaña y para sorpresa de todos, Astrid y Annette no regresaban aún.

Liam se adentró poniendo todo en la mesa. Se quedó un rato pensando, intrigandome si estaría arrepentido por lo hecho.

-ya vuelvo.

-¿a dónde irás? -dije esperando no sonar a replica.

- afuera. -cortó brevemente haciendo una pausa, pensandose las siguientes pabras - ¿quieres..- dejó la pregunta en el aire y sin decir más y salio.

Tomé unas galletas que él había traído y me dirigí a mi recámara. Me senté en el bordillo de la ventana, era tan amplio como para poder sentarse ahí dos personas.

Observé el exterior, Liam estaba recostado sobre la hierva, mirando fijamente el cielo. Parecía relajado.
Sin embargo en mi interior crecían dudas sobre lo que podría estar pensando.

No era mi amigo ni mucho menos, pero era con quién me llevaba un poco mejor seguido de Noel.

Me aparte de la ventana al recordarlo.  Puse una pequeña lampara en el conector de la luz y me quedé mirando el techo mientras me acostaba en la cama.

Analicé todo lo ocurrido en ese primer día. Era todo demasíado rápido, sin embargo creía que era justo lo que necesitaba.

Pensé en Noel, en su fiesta y en su mera personalidad. Era encantador y guapo, pero no debía apresurarme.

No tenía ningún vínculo con él y preferí no pensar en si sentiría algo por mi apenas al verme, sabía la verdad aún que no quería admitirla.

Y le entiendo, tampoco era mi actividad favorita el mirarme todos los días al espejo.

Liam, Noel Is Better Than You?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora