Capítulo II

2.6K 245 58
                                    

Al día siguiente, la mayoría de los miembros de BC Sol, la excepción eran los hermanos de la Hoya, se encontraban en la cafetería desayunando. El peliverde fue invitado por Valt a que se sentarán con ellos, y este tuvo que aceptar ya que no quedaban mesas.

Al dejar la bandeja sobre el mueble, levantó la mirada con normalidad para buscar con la mirada el lugar en donde se encontraba Free y _____. Pero no los veía. Comenzaba a suponer que se habían quedado dormidos o algo por el estilo.

—Oigan ¿Dónde están los de la Hoya?— bajó la mirada para ver a los de la mesa.

—¿Acaso no lo sabes?— dijo un niño de cabello naranja del otro extremo de la misma mesa. Lo miró y negó con la cabeza —Ellos no son de venir por aquí cuando está lleno, sino que se van a entrenar en sus tiempos libres.

—¿Por qué lo preguntas?— sonrió un poco picaramente la niña que estaba sentada al lado de ese niño —¿Acaso buscabas a _____? ¿También eres uno de sus admiradores secretos?— sonrió esperando una respuesta.

El resto volteó a verlo. Tenía cara de sorprendido. Jamás había pensado que llegase a tener admiradores secretos, y tampoco que lo llegarían a llamar uno de ellos. Frunció su ceño mientras negaba lentamente mirando fijo a los ojos de la niña.

Y siguieron desayunando.

[...]

Mientras tanto en el bosque, ambos hermanos se hayaban, como de costumbre, entrenando. Se habían despertado temprano para comer alguna fruta y luego comenzar con lo que estaban ahora. La rubia, al terminar de hacer flexiones, se sentó en el suelo mientras veía que su amigo el siervo ya estaba allí viéndolos. Le sonrió y luego miró a su hermano que hacía flexiones con una mano agarrada a una rama.

—Free, voy a buscar una botella de agua— dijo a la vez en que se enderezaba.

—Trae dos— le pidió.

Ella asintió y comenzó a caminar hacia el exterior del bosque. Entró al edificio y se detuvo frente de la puerta de la cafetería mientras apoyaba una de sus manos en esta. Recordó que a esa hora, todos los miembros de BC Sol se encontraban desayunando. Suspiró un poco nerviosa para abrir la puerta tranquilamente e ingresar. Todos seguían hablando, no habían notado su presencia todavía.

Pasaba por detrás de una mesa mientras que un chico se levantaba de su asiento con la mano extendida —¡Hey! ¡Hola _____!— exclamó contento Valt mientras le sonreía. Todos giraron a verla mientras su tema central, ahora, era ella.

El peliverde, que se hayaba a un lado del peliazul, elevó la mirada para verla. La tenía justo enfrente. Había detenido su andar mientras observaba hacia el frente. Se dió la vuelta mientras que movía una de sus manos con una sonrisa.

—Hola Valt— lo saludó y siguió su camino.

Silas abrió ligeramente su boca y sus ojos a la vez que veía como se alejaba la chica y, cuando la saludaban, ella devolvía el saludo con una sonrisa. No esperaba que fuese así. Se dirigió a la chef y le pidió con otra sonrisa dos botellas de agua. Cuando se dió la vuelta para volver a salir, paso nuevamente por su mesa. Está vez el peliazul la detuvo.

—Oye _____ ¿Quieres desayunar con nosotros?

Se quedó pensando —No lo creo... Mi hermano me está esperando. Otro día vendremos los dos ¿Si?

—¡Eso sería genial!— exclamó el mismo chico mientras que el resto sonreía mirando a la chica, excepto el peliverde que bajo su mirada con seriedad así la rubia no lo veía.

—Esta bien— sonrió con los ojos cerrados _____ —Nos vemos— se despidió y siguió su camino.

Aún cabizbajo, Silas, subió la mirada para verla irse con una de sus típicas y malas medias sonrisas.

—¿Con que no eras uno de sus admiradores secretos?— dijo sarcásticamente Shasa mientras lo veía con una sonrisa de lado y una ceja alzada.

El muchacho abrió sus ojos bien grandes para luego mirarla amenazante provocando que el resto riera de su acción. Rodó los ojos y se dispuso a ver el suelo.

En cambio, _____ dejaba una botella en el suelo para beber de la otra y mojarse un poco la cabeza. Su hermano hizo la misma acción para luego tirarse al suelo a descansar un poco.

—Quedé con unos chicos de que vamos a ir a desayunar un día con ellos— le informó con una sonrisa distraída.

—¿Y me tenías que incluir a mi?— la miró sin expresión.

—Free... Es la primera vez en que nos invitan a desayunar. No podía desperdiciar esa oportunidad— le sonrió.

El rubio rodó los ojos con una sonrisa mientras miraba hacia el cielo y la brisa corría un poco, haciendo que los cabellos de los hermanos siguieran su curso.

—Tu mechón rojo comenzó a crecer... ¿Lo volverás a cortar?— le preguntó tirando las palabras al aire.

—Si...— le respondió mientras dirigía inconscientemente una de sus manos sobre su frente, en el comienzo de su cabello, y sintió como de apoco estaba creciendo. Ese mechón de cabello era parte de su flequillo largo que iba hacia el lado derecho.

Suspiró un poco desanimada. Su hermano se incorporó mientras se acercaba a ella y pasaba uno de sus brazos por sus hombros y la abrazaba de costado.

—No sé cuántas veces tendré que decirte que te queda hermoso ese mechón para que no te lo vivas cortando...— dijo sonriendo y provocando que su hermana también lo hiciera. Free le dió un beso en su mejilla para luego comenzar a caminar de la forma en la que estaban al edificio.

Pero la expresión del rubio cambio al ver al peliverde apoyado a un lado de la entrada.



Tengo que admitir que me cuesta seguir este fanfic, creo que les mentí diciendo que tenía mucha imaginación para esta historia. Actualizaciones.... Intermedias creo, además mientras pensaba en que debía cancelar este fic, que no lo haré ahora, se me ocurrió una nueva historia de Silas y tú.

Si quieren público también esa sino sigo solamente con una historia de Silas, ustedes deciden.

Nos leemos luego.

ALGO NUEVO |Silas Karlisle y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora