Capítulo IV

2.3K 227 49
                                    

Miró hacia la pared de la cabecera de la cama mientras que estaba sumergida en el aburrimiento, sin nada que se le cruzará por la cabeza para hacer. Cuando su hermano no estaba con ella, era de lo peor.

Los minutos pasaban y seguía igual. Llegó a pegar el ojo, pero el ruido de que llamaban a la puerta se lo impidió. Cansada, se incorporó para ir a abrir. Al hacerlo, se dió la sorpresa que se trataba de su mismísimo hermano.

—Si duermes aquí no hace falta que llames a la puerta— le respondió cansada.

—Lo sé... Pero vamos, Ange ya nos preparó los sandwiches para seguir entrenando— le comentó su hermano.

—¿Algún día seremos normales para ir a comer en la cafetería como el resto? Me aburro un poco de la soledad...— dijo con pesar.

—Yo no te invité para que fueras conmigo al bosque, tú te auto-invitaste. Si tú quieres ir, ve, pero yo no lo haré— espetó como siempre el rubio.

—Pero en ese caso tú estarías solo... Y no me gusta verte solo Free— dijo mientras que iba a abrazarlo.

Él apoyó sus manos en la espalda de la rubia atrayéndola más a su persona. Cuando se separaron, sonrieron amablemente entre ambos y comenzaron a ir al bosque.

[...]

—¿Listos?

Ya estaban en el entrenamiento grupal. Todos tomaban lugares para comenzar a correr por la pista. Era la vuelta número setenta y nueve que daban, y la mayoría ya estaba muy cansada, mientras que la gran exención eran los hermanos. Y el silbato sonó.

—¡3... 2... 1...! ¡Let it rip!— gritaron todos comenzando a correr.

Valt y Silas competían en quien iba más rápido pero fueron superados a los momentos por Free, nuevamente, y, detrás de él, iba su hermana haciéndole la competencia. Al verla, el peliverde de apoco iba disminuyendo su andar, concentrándose más en ella que en lo que estaba haciendo.

—¡Silas!— lo regañó Trad al ver que iba atrás de todos.

El muchacho entró en razón y aumento la velocidad para superar a todos los que tenía atrás, mientras que de apoco, iba dejando a Valt, con la intención de alcanzar a los hermanos, pero estos iban rápido. Ambos tenía una gran condición física y una gran resistencia.

Al terminar todas las vueltas, la mayoría de los miembros de BC Sol se hayaban en el suelo recuperando el aire perdido. Menos los hermanos que no se sentían cansados y Silas, porque quería impresionar a _____, pero está ni lo miraba, sino que estaba hablando con el rubio. De todo el esfuerzo que hizo se dejó caer sentado al suelo, sin importarle el dolor del golpe.

De apoco, todos se iban levantando del suelo para ir a la cafetería para ir a comer la vianda que venía luego de cada entrenamiento. El peliverde pensaba que por lo menos iban a asistir a eso, pero ni presencia hicieron.

[...]

Ya para la noche, Silas no podía conceder el sueño. Daba vueltas en su cama, pero no podía. Se incorporó y vió toda la habitación, de máximo estaba su cama. Bufó cansado y volteó a ver hacia la ventana. Miraba el bosque hasta que divisó entre las sombras una figura femenina, era la de _____ de la Hoya. Se colocó sus botas y salió del edificio sin hacer ruido.

Mientras tanto con los hermanos, estaban caminando para ir a su lugar habitual y mirar el cielo. La chica fue la primera en sentarse en el suelo, en cambio su hermano tomó rumbo al árbol y comenzar a hacer ejercicio. _____ lo veía un poco triste. Free vivía entrenando, no le importaba qué hora era pero lo hacía. No quería perder su título del mejor blader con facilidad. Ella se tomaba un poco más a la ligera las cosas de entrenar. Cuando una situación de descanso se le presentaba al rubio, este a veces dudaba y otras no, pero igual la mayoría de veces termina descansando cuando todos entrenan.

La chica se recostó en el césped admirando el firmamento. Le resultaba extraño que el ciervo que siempre los iba a visitar, no hiciera presencia para estar, por lo menos, un rato con ellos.

—Pude haber sido yo... la que tiene tu corazón guardado. Pero alguien sin piedad me lo robó. Cuando por fin pensé haberlo atrapado, fue cuando se escapó...— cantaba la muchacha aún con su vista fija en el cielo.

Su hermano amaba escucharla cantar mientras él estaba entrenando, para distraer un poco su mente. Además de que _____ cantaba bien. Pero en ese momento, ella se detuvo y se sentó para ver hacia todos lados al escuchar una rama siendo pisada. Free lo ignoró y seguía con lo suyo. La curiosidad le ganaba a la rubia. Se fue incorporando lentamente para ir hacia otra parte del bosque siendo guiada por la luz de la luna.

En cambio, el peliverde intentaba mantenerse oculto detrás de un árbol al hacerse escuchar al pisar una ramita que estaba en el suelo. Su corazón latía a mil, no esperaba ser encontrado por ninguno de los hermanos de la Hoya. Estaba tan sumergido en sus pensamientos de no ser encontrado, cuando vio como la chica rubia colgaba de cabeza enfrente suyo a unos cuantos centímetros de distancia. Sus rostros quedaban a la misma altura, los cabellos de _____ colgaban haciendo mostrar más su cara de lo habitual.

El peliverde la veía un poco asustado con uno de sus antebrazos enfrente a él por el susto que se había pegado. Ella río un poco con los ojos cerrados para luego volver a abrirlos con una sonrisa.

—Te encontré...

ALGO NUEVO |Silas Karlisle y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora