TRANSACCIÓN (Sesshome)

14. RETORNO

—¡BASTARDO! —grito Bankotsu al avanzar y empujar con fuerza el escritorio —¡HIJO DE PUTA!

Sesshomaru atrapo en golpe antes de que pudiera tocarlo pero no pudo detener el de Inuyasha que acertando en su estómago lo hizo doblar.

—¡TÚ! —señalo su medio hermano —¿¡HICISTE TODO ESO POR VENGANZA!?

No pudo responder porque casi de inmediato Bankotsu se soltó de su agarre para empujarlo con fuerza contra la pared. Sesshomaru miro fijamente al hombre que le mostraba un destello asesino en sus ojos azules.

—Jamás vas a tenerla otra vez contigo —azuzo Sesshomaru —ella me pertenece.

—¡KAGOME ES MÍA! —bramo Bankotsu al levantar el puño al mismo tiempo que su larga trenza se ondeaba en el aire.

El peliplata agachándose logró evadir el puñetazo que chocaba contra la pared, creando al mismo tiempo un pequeño cráter. Inuyasha avanzo e intento detener al moreno por el brazo que inundando por la rabia ni siquiera percibió el escoses de sus nudillos.

—¡Basta! —exigió Irasue desde su lugar.

—Bankotsu... —llamo Inuyasha por detrás —¡Cálmate!

—¡PELEA! —exigió Bankotsu con las venas de su sien inflamadas.

—Será un placer —advirtió Sesshomaru al desplegar sus filosas uñas de los dedos índice y medio. Inuyasha intervino entre ambos al percatarse de las intenciones del mayor, mirándolo con el ceño fruncido.

—No hagas algo estúpido —atajo el hibrido al mostrarse como tal —suficiente daño haz causado como para...

—¡QUITATE, IDIOTA!

Esta vez el golpe que Bankotsu le propino a Sesshomaru en la mejilla, le hizo ladear su rostro. Un silencio sepulcral inundo toda la habitación cuando el afectado recompuso su postura divisando en primer lugar al hombre parado frente a él con ambos puños al aire; Inuyasha dio un paso atrás e Irasue sonrió de lado al encontrar en los ojos dorados de su hijo un total rojo. El torbellino de viento creado a pies del peliplata y su pupila en color azul indico que vendría lo peor.

—Pero qué demonios... —murmuro Bankotsu al contemplar la transformación del demonio que ahora dejaba ver la luna creciente en su frente, las franjas magentas en sus mejillas y las orejas puntiagudas.

—Ella es mía —sentención Sesshomaru con voz de hiel mientras su aura demoniaca se volvía más errática. Y moviéndose a una velocidad apenas visible sujeto el cuello del moreno que ahora pataleaba al aire, Bankotsu abrió los ojos desmesuradamente intentando abrir los dedos que apresaban con fuerza su garganta —solamente mía —terció al apretar más.

—¡Vas a matarlo! —grito Inuyasha al acercarse y detenerse en cuanto los ojos rojos de su hermano se clavaron en él como señal de advertencia —¡Suéltalo, si lo matas y Kagome se entera, jamás va a perdonarte!

Sesshomaru se le quedo viendo un buen rato, mientras el humano seguía pataleando.

—Deshazte de todo este drama humano de una vez —incito Irasue con voz maliciosa —si no lo matas ahora después consideraras tu error.

Sesshomaru apretó el agarre del moreno que comenzaba a cerrar los ojos y a perder las fuerzas de luchar. Entonces vio a su madre para después observar a su medio hermano, Inuyasha le negaba con la cabeza.

—¿Acaso olvidas la burla a la que te sometió al meterse con Kagura? —la pregunta de su madre nado por su cabeza, reavivando sus intenciones asesinas.