TRANSACCIÓN (Sesshome)

16. EL SECRETO DE LA MARCA

—Porque morirás —fue la voz de Inuyasha quien invadió de nueva cuenta el recinto. Miroku negó con la cabeza y Kagome apretó los puños —lo que Sesshomaru ha sembrado en tu vientre no es más que una sentencia de muerte.

—Inuyasha —advirtió Miroku.

—¿Qué? —adujo molesto sin dejar de ver a Kagome —es la verdad.

—¿De qué estupidez están hablando Ustedes dos?

—Ya te había dicho que mi madre fue ultrajada por ese cobarde.

—¿Y eso que tiene que ver conmigo?

—¿Eres tonta o tienes una nuez como cerebro?

Kagome frunció el ceño e Inuyasha la imitó.

—Suficiente —contradijo Miroku al interponerse entre los dos —lo que Inuyasha quiere decir es que...

—Ninguna humana a sobrevivido al embarazo de un hibrido —interrumpió Inuyasha. Kagome abrió mucho los ojos —esa era la razón de mi insistencia porque te alejaras de Sesshomaru.

—Me estas queriendo decir que...

—Sesshomaru lo sabía —continuó el peliplata —él sabe perfecto que no tenías oportunidad de sobrevivir si llegabas a quedar encinta de él —Kagome negó —hace tiempo te conté que mi madre era trabajadora de la mansión Taisho, pues una noche el pendejo ese llego pasado de copas, vio a mi madre, se le antojo y la violo pero lo que no te conté fue como llegue a ese lugar —hizo una pausa antes de seguir —Irasue percatándose de lo sucedido renunció a la marca de su Señor y después salió de la mansión. Tiempo después Inu No notó el estado de preñez de mi madre y desde ahí su conciencia no lo dejo tranquilo. Tenía conocimiento de que ni siquiera lograría sobrevivir al embarazo, por tal motivo la marco como su compañera definitiva. La señal en su hombro le brindaría al menos la oportunidad para llegar a término el embarazo pero no de resistir el alumbramiento. Consciente de que él también se había colgado al cuello una sentencia de muerte recurrió a Irasue nuevamente.

—¿Sentencia? —repitió Kagome incrédula.

—Aquellos que están unidos por la marca también lo están con sus vidas —explico Miroku —si uno muere, el otro también lo hará.

Y recordó lo que alguna vez Sesshomaru le dijo: <<está marca te permitirá vivir tanto como yo lo haga.>>

—Al final mi madre murió en labor de parto e Inu No la siguió minutos después. No obstante aseguró mi estadía en esa casa hasta que fuera lo suficientemente mayor como para decidir si quería seguir ahí o no ¿entiendes porque quería alejarte de él? ¿Ahora comprendes porque no debes de continuar con el embarazo?

Un largo silencio se prolongó por toda la sala. Kagome por inercia se llevó las manos al vientre, agacho la cabeza y negó despacio.

—Primero debemos de estar seguros de tu preñez —comento Miroku.

—Yo lo puedo confirmar si retira el campo que la rodea —dijo Inuyasha al elevar el tilde de su voz —Pero ni así la muchacha los vio —y después tendrás que ponerte a pensar con rapidez que es lo que quieres porque ese hibrido nacerá en seis meses.

Entonces Kagome alzo la cabeza mirándolos con sus ojos cristalinos. Fue el hombre que comprendió aquel gesto, estaba seguro de que Kagome no tendría el valor para deshacerse de lo que se estuviera gestando en sus entrañas.

—¿Seis meses? —indago atónita.

—La gestación en un hibrido es de seis meses —aclaro Miroku — y la de un demonio puro es de tres meses.