Seguía preservando los efectos del alcohol, ese que había estado utilizando durante los siguientes días como anestesia a sus dolientes emociones, porque descubrió el poder efímero de resolver todos y cada uno de sus problemas con unos cuantos tragos; de pronto todo lo que había pasado en su entorno se transformó en algo insignificante, aburrido y estúpido. Sesshomaru, Bankotsu, Kikyou y toda persona cercana a ella fueron eliminadas de sus recuerdos como secuela de la nueva vida que se estaba dando y aunque era conocedora de las consecuencias a futuro, lo acepto como una forma de sepultar todo lo que en ese momento la consumía por dentro.
Había recurrido a Sango, una amiga que llevaba una vida lo demasiado desenfrenada como detener en seco lo que ella sentía. Esa noche la castaña la escucho de principio a fin y la consoló en un abrazo que solo sensibilizo más su estado. Lo único que pudo más o menos tranquilizarla fue oír como la castaña la apoyaba vehemente en todo lo que decidiera y la convenció de que lo mejor sería esconderse antes de que la encontraran o al menos hasta que deseara confrontarlos, por esa razón se protegió con el campo de energía y vendió el collar de la luna creciente en un arrebato de rabia, aunque se justificó de que era una señal de poder dejar todo atrás, sin embargo no tuvo el valor necesario para deshacerse de alianza y los aretes, esos quiso conservarlos por un poco más de tiempo. Y entonces, comenzó: salidas al antro los fines de semana y dormir durante el resto de lo que quedaba del día fue lo que inició como una desintoxicación de todo lo vivido y recordado. Maldijo miles de veces al peliplata que para colmo de sus males seguía siendo su marido, después deseaba con toda su alma jamás a ver conocido a Bankotsu para al final preguntarse porque su tía le había ocultado tan valioso secreto y lo que era peor ¿con que fin?
Volvía a recaer en el dolor de la verdad pero aun así día tras día y noche tras noche ansiaba ser encontrada por él, porque aún después de todo lo que había hecho no lograba sacarlo del todo de su corazón; muchas veces reprimió sus intenciones de quitar el campo y muchas otras suprimió toda posibilidad de regresar con Bankotsu como método de venganza. Estaba más que claro que para Sesshomaru Taisho todo había sido un juego y regresar con el hombre que le quito a su esposa en el pasado, no sería producto de sufrimiento para el insensible demonio, porque al fin de cuentas era consciente de que todas sus promesas, palabras y caricias fueron fingidas, todo lo que había salido de la boca de Sesshomaru no era más que un desquite.
Hasta que una noche lo vio, el moreno de larga trenza era quien más se aferraba a su búsqueda y no supo cómo reaccionar cuando lo vio avanzar hasta ella con esa actitud de autoconfianza que emanaba por sus poros.
—¿Estas bien? —pregunto Bankotsu al girarla y tenerla de frente.
Aún le tenía coraje sin embargo no supo explicarse porque razón se dejó besar, ni tampoco pudo deducir cuando acepto ser guiada hasta el sofá que tenían por detrás y quizás fue la leve sensación de imaginarse a Sesshomaru lo que la motivo en abrazarlo por el cuello o probablemente el sentimiento de vació que aun la consumía. Sea cual fuera la razón de su aceptación lo que ahora pasaba entre el hombre de piel de canela y la azabache iba subiendo poco a poco de tono.
En algún punto el contacto se pronunció un poco más íntimo; Bankotsu subía la falda de su vestido acariciando sus muslos en el recorrido y desbaratando el beso para proseguir con su cuello, Kagome se estremeció y apretó los ojos imaginando en cada movimiento a Sesshomaru y de pronto se le vino a la mente la grandiosa idea de retirar el campo ¿Y que más daba? Se preguntó al mismo tiempo que él se quitaba la chaqueta y ella bajaba la barrera ¿Sesshomaru vendría al descubrir que quito el campo? Bankotsu se acomodó entre sus piernas, deslizando los tirantes de un vestido que empezaba a ser el impedimento de la fricción de ambos cuerpos. Lo escucho respirar agitado y por unos breves segundos su mente lo reprodujo en las veces en que el peliplata respiraba contra su oído
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TRANSACCIÓN (Sesshome)
FanfictionA meses del festejo de su boda, Kagome se ve envuelta en una encrucijada cuando su prometido la apuesta contra un millón de dolares. Sin embargo el hombre de ojos dorados y corazón frío busca más que saldar una deuda ¿Lograra Kagome casarse después...