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PDV: Narrador.
Martes.

Luke había corrido demasiado pero por fin había llegado a su hogar. El rubio entró, azoto la puerta al cerrar y se recargó sobre ella para recuperar un poco el aire, pero repentinamente el chico comenzó a llorar mientras se deslizaba por la puerta. El menor terminó en el suelo sujetando sus piernas y con su cabeza escondida.

El rubio odiaba a Liam, no entendía porque apareció en su vida, lo único que quería era ser feliz con Ashton.

No faltaba mucho para que los padres del chico regresaran a casa después del trabajo así que Luke fue al baño a limpiar su rostro, pero por más que tallaba y tallaba no dejaba de sentirse sucio consigo mismo.

El menor subió a su habitación, se colocó unas prendas más cómodas y se recostó en su cama. Luke quería tranquilizarse un poco si no quería que sus padres lo vieran así, o sino estos se preocuparían por el.

¿Qué debía hacer Luke?, ¿contarle a Ashton?, ¿a Calum?, ¿a Mike?, ¿a sus padres? o ¿llamar a la policía?

Lo último que el rubio quería era problemas en su vida, así que Luke pensó que lo mejor era que el resolvería las cosas, solo.

En un rato, los padres del menor por fin llegaron a casa.

—Luke ya volvimos.—exclamó la madre del chico desde la planta baja—Baja a comer.

—Okay mamá.—respondió Luke desde su habitación.

El chico antes de salir de su habitación, se miró al espejo para revisar que no hubieran lágrimas que pudieran causar sospechas.

El chico bajó y al llegar al comedor, se sentó. Un plato con lo que sería su comida estaba servido frente a él.

La comida estuvo tranquila, pero Luke no hablaba mucho, era algo común así que no preocupaba a sus padres, lo que si llamo su atención, fue el ver la cara de preocupación de su hijo y que casi no estuviera comiendo.

—¿Sucede algo Luke?—preguntó la mujer preocupada tomando de la mano a su hijo—Te notó decaído.

—Estoy bien, simplemente me duele un poco la cabeza.—respondió Luke tratando de sonar convincente. Tampoco era mentira lo que dijo, la cabeza de Luke si que comenzaba a doler por tanto estrés.

—Si quieres puedes tomar una pastilla y retirarte a tu habitación para que descanses.—sugirió la mamá del rubio y esté solo asintió levantándose de la silla y siguiendo las indicaciones de su madre.

Luke llegó de nuevo a su habitación y volvió a tirarse en su cama. Las horas pasaban y pasaban, hasta que el rubio cayó en un profundo sueño que no lo despertaría hasta el día siguiente.

Miércoles.

A la mañana siguiente, Luke se despertó unos minutos antes que su alarma, estaba aún confundido ya que aún no estaba del todo despierto. Pero al estar consciente de que hoy era un nuevo día y que debía ir a la escuela, el menor comenzó a sentir mucho miedo dentro de él, no podía ir a la escuela ahora, no quería volverse a encontrar con Liam.

El rubio tomó un trapo que encontró por ahí y fue al baño a mojarlo con agua muy muy caliente, entonces el menor regresó a su cama, se acostó en ella y colocó el trapo caliente en su frente, lo cual haría que esta se calentara.

La alarma sonó y para esa hora Luke se estaría vistiendo, para pronto bajar a desayunar, pero esta vez se quedó en cama.

La hora en que el rubio bajaba a desayunar pasó y el chico no se aparecía en la cocina, lo cual preocupó a Liz y subió a la habitación de su hijo a revisar que sucedía.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2018 ⏰

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