Lo mejor es el viaje no el destino parte 2

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-¿Alguien pidió una asesina serial para llevar? por que yo no lo recuerdo- Dije mientras le apuntaba directo a la cabeza a Sheyla, pero ella no dejaba de moverse-Suelta  Ramoncito o tendremos problemas, sangrientos problemas.

-No creo que vayamos a tener problemas por que si no- acerco el arma a la mandíbula de Ramoncito- los sesos de tu pequeño amigo estarán por todo el lugar.

-Típico, tenías que burlarte de mi estatura, algo muy original, ¿no tenías algo más en tu repertorio de insultos, Red lips de segunda-Dijo Ramoncito.

-¿Quien rayos es Red Lips?- Pregunto yo.

-Es una maldita asesina italiana, ahora, ¿podrías por favor dejar de hacerme preguntas estúpidas y quitarmela de encima?

-No tienes que ser grosero, comportate o la dejaré volarte la cabeza- Dije mientras trataba de ganar tiempo pensando que hacer.

-Detengan la camioneta ahora o le volaré la cabeza y luego me seguiré con ustedes- Sheyla se está impacientando y honestamente no pienso en algo que pueda ayudar a Ramoncito, de repente se escucha un silbido, es Sarah, le lanza una llave de herramientas a Sheyla, ella la esquiva y le apunta- ¿De verdad ese era tu plan? ni siquiera me diste.

-Yo no pero él si- dice con una sonrisa.

La desgraciada de Sheyla quiere voltear pero es demasiado tarde, yo tomé en el vuelo la llave que lanzó Sarah y la lancé justo en la mano de nuestra querida enemiga, ella maldice y su mano sale volando, Ramoncito aprovecha para darle un codazo, luego un cabezaso y se libera de su agarre, Sheyla ni lenta ni perezosa saca un par de cuchillas.

-Vamos a bailar querido, sabes que nunca me has vencido en uno 1 a 1 con armas, tus balas no se comparan a mis pequeñas- Saborea el metal de su navaja, eso se ve entre sensual y raro.

-Las cosas cambian

-¿Sigues usando tus calzones de pacman?

-¡DIFAMADORA!- Comencé a disparar, no pude hacerlo como me gustaría pues la  camioneta seguía en movimiento, Sheyla logró acercarse lo suficiente para patear una de mis armas como era su costumbre, lanzó una cuchilla a mi costado que esquivé con dificultad, de inmediato sacó otra de su cinturon y empezó a tratar de apuñalarme, desgraciada, de repente la camioneta se frenó de golpe y ella cayó de espaldas, yo por mi parte me estrellé contra el refri, ella me lanzó otra cuchilla pero alcancé a abrir la puerta del refrigerador y la cuchilla se clavó ahí, tome una lata de refresco y la agite, luego la abrí y se la lancé, el refresco tapó un momento su visión y aproveche para patearla, ella se estrelló contra la puerta de la camioneta.

Yo iba a continuar con eso pero necesitaba un pequeño respiro, fue entonces cuando pasó algo que no me hubiera imaginado, la puerta de la camioneta se abrió gracias a que Miguel lo hizo desde su asiento y de repente Sarah corrió desde el asiento del copiloto y saltó, dandole una patada a Sheyla en todo el pecho, la patada la sacó de la camioneta y entonces Sarah cerró la puerta.

-!Arranca carajo¡- Miguel aceleró y estaban alejandose del lugar.

-Miren, parece que no eres del todo indefensa- comenté estirandome y sintiendo como toda mi espalda tronaba.

-Y tu tardaste demasiado en acabar con ella, ¿qué te sucede? ¿estas bien?

-Y más importante, ¿usas calzones de pacman?- Comentó Ramoncito divertido.

-No pienso contestar eso.

De nuevo la camioneta comenzó a frenar y se escuchó un horrible chirrido, Miguel tuvo que detener la camioneta.

¡Guapo hijo de puta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora