Narra Suga:
Jimin aún no volvía, al parecer si le había afectado lo que yo había hecho. Quizás deba pedirle disculpas... pero el solo exagero, no fue nada del otro mundo, aunque debemos terminar la canción. Iré a pedirle perdón pero solo para acabar con esto. Salí de mi estudio y me dirigí a su habitación, entré sin tocar claro y lo encontré leyendo una pequeña carta.
—¿Que es eso?
Me daba mucha curiosidad saber pero el la oculto rápidamente en su diario.
—N-nada... ¿Vienes a molestarme denuevo?
Yo me reí y negué con una pequeña sonrisa.
—No, esta vez vengo a pedir disculpas.
El me miró boquiabierta pero antes de que dijera una palabra yo hable primero.
—No te ilusiones, es solo para no sentirme culpable y terminar la maldita canción.
El me miró por unos segundos y bajo la cabeza con un aura de decepción. Puede que lo odie, pero no puedo dejarlo así. Me senté a su lado y di pequeños golpes en su cabeza. El alzó la mirada y me observó extrañado.
—¿Que estas haciendo?
Yo alcé los hombros y rasque mi cabeza.
—¿Intento de consuelo?
El se rió y volvió a bajar la mirada.
—Pues intento fallido.
La sonrisa que había en sus labios se fue desvaneciendo poco a poco. Pose mi mano en su hombro y lo miré directamente a los ojos.
—¿Hay algo mas que te moleste?
El miró la carta y luego me miró a mi con una sonrisa que se notaba forzada.
—No, no es nada. Vamos a terminar la canción.
El se puso de pie y al salir de la habitación dio un gran suspiro. Pude ver que dejo la pequeña carta en la cama, la tomé y la guardé en mi bolsillo para leerla mas tarde. Volví a mi estudio y encontré a Jimin cantando la parte que había escrito. La verdad lo hacía muy bien, su voz combinada con la increíble letra hacían que la canción sonara mucho mejor. Me quedé un rato parado detrás de el escuchando su armoniosa voz hasta que se dio cuenta de que lo estaba observando.
—H-hyung... no te había visto.
Yo me senté a su lado y empecé a aplaudirle con una gran sonrisa.
—Vaya... enserio lo hiciste muy bien.
El se sonrojo y me sonrió pero luego tragó saliva y me miró.
—¿Para un novato?
Yo revolví su cabello, le sonreí y negué con la cabeza para luego dar un pequeño suspiro.
—Para un profesional.
El se sonrojo aún mas y me sonrió mordiendo su labio inferior. ¿Por qué de repente actuaba de esa manera? Tan... nervioso, si hace apenas unos minutos me miraba con pleno rechazo.
En un par de horas ya habíamos terminado la canción, la verdad nos divertimos mucho escribiendo y componiendo la melodía. Claro que no pueden faltar nuestros momentos de molestarnos pero se hizo algo divertido.
—Ah... al fin terminamos. ¿Crees que a los demás les guste?
El dio un gran suspiro acompañado de un estiramiento de brazos. ¿Como a los demás no les iba a gustar la increíble melodía que habíamos hecho?
