Narra Suga:
Jimin y yo nos vamos un tiempo a la playa... estaríamos a solas. Ya puedo imaginar todo lo que le voy a hacer en esos días... d-digo... todo lo que vamos a hacer, claro, vamos a dar paseos, ver los atardeceres, tener citas románticas, lo cuál no es lo mío pero a Jimin le gusta todo lo romántico y pues tengo que complacerlo.
—Hyung... ¿que te parece si llevo esto?
Voltee a mirar a Jimin y estaba con un revelador traje de mucama y lencería. Quedé embobado con su figura, se veía hermoso. Sentía ganas de lanzarlo a la cama y hacer lo que mejor se. Moví mi cabeza para reaccionar y tragué saliva.
—¿P-por qué llevarías algo así?
Jimin se acercó lentamente a mi y pasó su dedo lentamente desde mis labios hasta mi pecho para luego rodear mi cuello.
—Bueno... me gustaría que probemos muchos juegos allá... y se me ocurren bastantes.
No podía dejar de mirar su cuerpo, se veía... increíble. Lo tomé de la cintura y pegué nuestras entrepiernas mirándolo directamente a los ojos.
—¿No podemos jugar ahora?
El dio un pequeño beso en mis labios y negó con la cabeza.
—No hyung... tendrás que aguantar hasta mañana sin tener relaciones. Así al llegar a la playa ambos estaremos con muchas ganas y será mucho mejor.
Como amo cuando habla así... tan sensual. Yo asentí un poco insatisfecho pero luego lo abracé y bese apasionadamente.
—Esta bien mi Jiminie, como tu digas. No puedo esperar a mañana...
Ambos ya teníamos nuestras maletas listas, solo faltaba avisarles a los demás de nuestra decisión. Ambos entrelazamos nuestras manos y fuimos a la sala de estar donde estaban Jin, Nam y J-hope. ¿Donde estaban Jungkook y Taehyung?
—¡Oigan queremos decirles algo!
Jimin les gritó a los tres a pesar de que estaban al lado.
—No tienes para que gritar Jimin... estamos aquí.
Nam se cruzó de brazos y rió. J-hope me miraba furioso ya que me encontraba con la mano de Jimin entrelazada, yo la separé de inmediato y desvié la mirada.
—Bueno... queríamos decirles que Suga hyung y yo nos iremos por un tiempo de vacaciones a la playa. Mas o menos cinco días.
Todos se veían sorprendidos, sobretodo J-hope. De pronto el manager llegó a la sala de estar y nos miró extrañados.
—¿Y por qué ustedes dos solos y no todo el grupo?
¿Que podíamos decirle? Había que inventar algo y rápido que sea creíble para que no descubriera que vamos para estar a solas.
—Emm... esque descubrimos que allá en la playa hay muchas Armys, y como prontamente es nuestro comeback se nos ocurrió que nosotros dos podríamos ir a hacer el anuncio. ¿Que mejor que dos miembros de la banda vayan personalmente a decirles?
Esa fue la mejor excusa que se me ocurrió, y no estuvo nada mal. El manager se sonrió y se cruzó de brazos, al parecer se lo había creído.
—¡Vaya! Que buena idea tuvieron los dos. Bueno, ¿quieren que les preste mi auto?
¡¿Prestarnos su auto?! Vaya... eso no me lo esperaba, pero no me quejo.
—Si a usted no le molesta claro que si, muchas gracias, es muy amable.
